Se busca blogger

Muchas personas que tienen un blog corren raudas y veloces a dejar la dirección de su página web en el curriculum vitae. No deja de ser un valor añadido, como saber idiomas, tener un master o un curso profesional.
En mi opinión, como cualquier otra habilidad, sus ventajas dependerán del puesto al que se pretenda aspirar. Para recrutar escritores, creativos, periodistas o determinadas profesiones, puede resultar fantástico. Pero sólo en esos casos. Para la inmensa mayoría de las profesiones, jamás contrataría a un blogger.
¿Cómo dices eso, sacrílego dueño de un blog? Los bloggers son más creativos, tienen conocimientos más variados, están a la última de las nuevas tecnologías e Internet. Tienen gran conversación y son muy buenos buscando información en la red.
Si lo pensamos fríamente, casi ninguna de las cualidades antes citadas son necesarias para una profesión convencional. Si necesito a un administrativo que va a pasarse las ocho horas de la jornada laboral pasando datos de facturas impresas al sistema informático de la empresa, cuanto menos hable mejor. En la red no se le ha perdido nada y los textos de su blog me interesan tanto como el sexo de los caracoles.
Menudo trabajo, el de archivar facturas. Sin embargo, quizás hay diez o veinte veces más personas que se dedican a esto que a “crear nuevos productos de la última tecnología”. Por cada profesión del país de las maravillas, vedada a las personas mediocres y sin padrino, existen cien, mil o diez mil puestos de trabajo que requieren ciertos conocimientos mínimos de informatica, la paciencia de Job y el encefalograma más plano que sea posible.
Los bloggers son un cáncer para la productividad. El que no escribe entradas desde su puesto de trabajo, se dedica a leer otros blogs, de los que escribirá desde casa. O revisa los comentarios a sus entradas, o cambia la plantilla de su página. La inmensa mayoría de los bloggers más conocidos pasa horas enteras delante del ordenador, haciendo lo que en castellano se llama “sus labores”. Están resultando tan productivos para la empresa como si se sacaran cera de las orejas o jugasen a la Play Station.

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Despidos injustos

Como tú comprenderás, yo, a estas alturas del partido, no me voy a poner a aprender [a programar en] .NET.

Frase pronunciada por un varón, de raza blanca, de cuarenta y tres años de edad, casado y con dos hijos, de profesión informático, cuatro años antes de sufrir un Expediente de Regulación de Empleo y lamentarse de que los despidos no se hayan realizado respetando criterios como la antigüedad o lo bien que se lleve uno con los jefes, sino atendiendo a la productividad o el cociente entre sueldo y labor desempeñada.

Huelga japonesa

Volviendo a casa, me preguntaba qué sentido tienen las huelgas a la japonesa. Es un cliché, una expresión manida que se asienta en nuestra cabeza y una idea que no nos hace seguir adelante. Como esas, tenemos cientos en la cabeza.
Todo el mundo sabe que una huelga a la japonesa es, en lugar de no trabajar, trabajar más. Pero suena ridículo. Como tienen los ojos rasgados, pensamos que estos japoneses deben ser idiotas.
No hay mucha información en Internet. Por una vez, la página de la Wikipedia en español es mejor que la inglesa.
Las huelgas a la japonesa se practican en fábricas. Sólo en ellas tiene sentido el concepto. Se produce más material de lo habitual, lo que provoca una serie de costes para la empresa.
Supongamos con un ejemplo, una fábrica de motos en Tokio. Están habituados a hacer 500 motos diarias. Pero como los trabajadores están en huelga, consiguen hacer 650 motos cada día. El almacén está dimensionado para acoger 500 motos cada día, con lo que después de unos días, esas motos en exceso tienen que ir a alguna parte. Pueden dejarse a la intemperie, lo cual puede deteriorarlas por la lluvia o el sol. En caso de necesidad el empresario puede intentar alquilar un espacio en otro almacén cercano. Esto supone ya unos gastos extra por el alquiler y el desplazamiento de las motos a dicho almacén. Asimismo esas motos tendrán que volver de vuelta al almacén, para poder enviarlas a los puntos de venta. Esto implica una ruptura en la planificación, por cuanto el encargado de gestionar la cadena debe encontrar un momento en que vengan a llevarse esas motos en exceso. O tal vez un día haya que disminuir la producción para cuadrar los resultados. También puede contratarse un camión extra para vender esas motos de más, pero esto implicaría negociar nuevas tarifas con los transportistas, para este caso excepcional.
En cualquier caso, las molestias aumentan conforme la huelga se dilata en el tiempo, hasta llegar un momento en que el perjuicio puede llegar a resultar mayor que en caso de una huelga general.

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La paradoja del solidario

En las empresas de informática el personal cambia de trabajo con bastante frecuencia. Uno de los hechos más sorprendentes que encuentro es el ver cómo, en muchos casos, tras marcharse un empleado que tenía muchas tareas a su cargo, la empresa decide no contratar a nadie para reemplazarlo. Se distribuyen las actividades del empleado saliente entre sus antiguos compañeros. Donde comen tres comen cuatro, y donde trabajan cuatro también trabajan tres.
La empresa que se acaba de dar cuenta de que no necesitaba al trabajador que acaba de marcharse mejora su productividad. A veces, los trabajadores que se han quedado se ven obligados a hacer horas extra para poder atender sus nuevas responsabilidades. Este detalle – las horas son no remuneradas – aumenta la productividad de la empresa. La situación es similar a cuando estaban trabajando todos los empleados, pero se ha dejado de pagar a uno de ellos. Y no ha pasado nada.
Sin embargo, lo que me llama la atención es que la empresa podía haber razonado de ese modo antes de que el trabajador decidiera marcharse. Si está obteniendo los mismos resultados por menos dinero, ¿Por qué no decide despedir a alguno de sus empleados?
La causa principal suele ser la falta absoluta de gestión integral de una empresa. Un factor fundamental que incide en la mala gestión empresarial es la paradoja del solidario.
La paradoja del solidario establece que deseamos el bien común en la medida en que no pensamos que tengamos que sacrificar ni una mínima parte de nuestro propio bienestar.

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Las siete lecciones

Las siete lecciones que aprendí tras siete años de experiencia laboral.
Esta información se refiere al mundo de la informática. Quizás pueda aplicarse a otros ámbitos y puede que en algunos casos no se cumpla. Hay empresas excelentes donde no se cumplen ninguna de estas reglas. Pero son muchas menos de las que imaginas. Pero aún así, la veo bastante realista.
1) Si tengo más cualificación aspiraré a un sueldo mayor.
Totalmente falso. Si no tienes experiencia laboral y una empresa decide contratarte, lo hará conforme a un sueldo que ya tienen establecido, les dará igual que tengas diez carreras o sólo una, te pagarán lo que pensaban pagar.Si tienes experiencia laboral, en muchos casos preferirán a alguien menos cualificado pero que esté dispuesto a hacer el mismo trabajo por menos dinero. A la empresa no le importará que esa otra persona haga el trabajo peor. En España la productividad no es una variable a considerar. Más barato implica más rentable.
Cuando una empresa pide un “diplomado con al menos 6 meses de experiencia en COBOL”, lo que realmente desearía es un diplomado – y no un licenciado – que tenga, como mucho, un año de experiencia en COBOL. Si uno con tres años de experiencia está dispuesto a cobrar lo mismo que el de seis meses, fantástico.
2) Un buen curriculum abre muchas puertas.
Digamos mejor un curriculum claro. Un error muy común es no darse cuenta que la persona que leerá tu curriculum posiblemente no tenga ni idea de informática. Si andan buscando a alguien que controle Swing usando el editor de Eclipse, de nada les servirás si reciben 100 curriculums y en el tuyo no aparece la palabra Eclipse.

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El empleado del mes

No es infrecuente encontrar ofertas de empleo que solicitan personas con conocimientos muy elevados. Ingenieros que conozcan varios idiomas, con varios años de experiencia y que conozcan diversas tecnologías heterogéneas.
A veces, esas ofertas nos sorprenden por los sueldos tan bajos que ofrecen. Aún así, suelen encontrar a bastantes personas que encajan en los perfiles que socilitan y que están dispuestas a trabajar por ese dinero.
Cuando contratas a una persona, además de exigirle un determinado trabajo les estás dando una cierta confianza. Un restaurante da acceso a la caja registradora a un camarero. Un negocio de telefonía permite consultar información sensible a simples teleoperadores. Un becario de informática tiene la opción de llevarse una copia de la base de datos de clientes de una empresa. Una limpiadora puede entrar en el despacho de un consejero delegado de Telefónica.

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Actualización

No deja de sorprenderme la facilidad que tienen las empresas para aumentar el gasto en equipos de informática. No hay problemas para cambiar el ordenador a todos los empleados de un departamento, pero luego se escatima a la hora de cambiar un ventilador, de reparar el frigorífico del comedor.
La mayoría de los gastos en informática son innecesarios. Una empresa cambia de la noche a la mañana todos los monitores de sus directivos, gastando una barbaridad en pantallas planas. Nadie les ha dicho que esas pantallas no mejoran ni un ápice la visión respecto de un monitor antiguo. Consumen menos y ocupan menos espacio, pero eso no compensa económicamente un gasto de 200 euros multiplicado por X.

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El horario de la zanahoria

Hay un porcentaje de empresas españolas del mundo de la tecnología, que sienten fascinación por el horario de “semiesclavitud”: Cuatro días de la semana son para tu empresa y tres son para ti.
Según este horario, de lunes a jueves trabajas muchas horas ( desde ocho y media hasta nueve y media ) y los viernes vas a la oficina casi a figurar ( jornadas reducidas e hiperreducidas ). Los trabajadores jóvenes suelen estar encantados. Si quieren irse de viaje en el fin de semana, tienen más horas. Los que viven en la periferia también: pueden quitarse de enmedio durante casi tres días, pueden vivir en el campo pero con el trabajo en la ciudad.
Los jefes son los primeros que están de acuerdo con el horario. Ellos, normalmente, tendrían que hacer un montón de horas más entre semana. Mejor que sean obligatorias para todos. También a los jefes les gustan los fines de semana, y suelen ser ellos los que tienen un piso en la sierra, o en la playa, o ambos.

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Horarios de trabajo

El horario en las empresas españolas es un asunto que, normalmente, se impone de forma dictatorial desde “la dirección”. Sin embargo, si éste se sometiera a votación entre los empleados, en la mayoría de los casos el horario que resultaría ganador sería el ya establecido.
La gente suele adaptar su vida de tal forma a los horarios de trabajo que, en muchos casos, no es capaz de soportar un hipotético cambio. Muchas parejas llevan y traen a los niños del colegio según un acuerdo entre padre y madre que no puede desviarse ni un milímetro. Hay quienes tienen clases de idiomas, hora en la piscina, curso de taichi justo a la salida del trabajo. Un cambio en los horarios supone un destrozo en la vida.

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Éxito de pequeñas empresas

Si estás pensando en montar un negocio, deberías saber que algunos negocios son rentables con más probabilidad que otros. En general, todo depende de lo que quieras desarrollar, cómo lo hagas y los conocimientos que tengas del sector, pero hay otros datos a tener en cuenta.
Sea esta estadística uno de esos datos. Indica qué porcentajes de pequeñas y medianas empresas, de un determinado sector, tuvieron beneficios. Así, si ves que un 65% de las empresas dedicadas a alimentación animal tuvieron pérdidas, y sin embargo un 90% de las empresas de transporte escolar tuvieron beneficios, tal vez puedas decantarte por esta última.
Los datos son para Estados Unidos y el año 2002, por lo que, en algunos casos, pueden no ser extrapolables a otros países y la situación actual.
La tabla ha sido tomada de aquí ( y encontrada gracias a Google Answers )
La traducción del tipo de empresa la he realizado con mis conocimientos mediocres del inglés, por eso he dejado al lado el texto original, que en algunos casos puede ayudar a entender correctamente la empresa a que se refiere.
Si el mismo estudio se realizara en España, supongo que las categorías serían:
a) Peluquerías.
b) Bares.
c) Tiendas de todo a 100.
d) Inmobiliarias.
e) Panaderías.
f) Video Clubs.
g) Franquicias de comida rápida.
h) Otros.
Haz click aquí para ver la tabla comparativa