Cine o teatro

Una pregunta ineludible en cada entrevista que se realiza a un actor es si prefiere el cine o el teatro. Ineludiblemente, la inmensa mayoría, tras ponderar su respuesta, menciona que el teatro.
Aunque la respuesta suele estar razonada, no sé si creérmela del todo. Lo habitual es argumentar razones artísticas:
El teatro te da inmediatez con el público. El teatro tiene papeles más sutiles que el cine. En el teatro no hay trampa ni cartón y cada toma es la definitiva.
Sin embargo, entiendo que la respuesta va en otra línea. Para un actor, por mucho que disfrute con su profesión, el actuar no deja de ser un trabajo que, si no fuera por el dinero, la fama y el ego, tal vez no haría. Entendiendo la profesión como un simple empleo, está claro que el teatro tiene muchas ventajas sobre el cine.
La primera es la localización. Si ruedas cine o televisión te puede tocar, como a los actores de la serie Lost pasar varias semanas al año en una isla tropical. Que no está nada mal, cuando es por vacaciones, pero menos cuando es por cuestiones laborales. O quizás tengas que ir a un pueblo pequeño y pasarte la semana entera alejado de tu vida habitual. El teatro, por suerte o por desgracia, se mueve en ciudades importantes, excelentemente conectadas por avión o por carreteras.
También está la jornada laboral. En el cine se suele madrugar; se pierde mucho tiempo en tonterías. Casi todo el día se pasa repitiendo la misma escena o esperando a que otros la terminen. No es nada agradable. Comparado con el teatro, es un infierno. En el teatro también hay que ensayar en jornadas extensas, pero no tan extenuantes como ocurre con el cine. Y luego, cuando se pasa a representar, los horarios son tan estrictos como los de una oficina.
Porque al final, tras la respuesta de que sí al teatro, se me antoja que se oculta una persona con familia, con hijos que llevar al colegio, o con exigentes custodias compartidas. Uno trata de estar lo más a tono que se pueda con el resto del mundo. El trabajo en el teatro es lo más próximo que se puede conseguir, dentro de una profesión artística, a un horario de funcionario. Levantarse tarde por la mañana, dar un repaso breve en forma de ensayo. Volver a casa para comer, tener tiempo hasta para echar una siesta. Luego salir de casa y dar la representación, con tiempo para llegar a una hora razonable. Un día libre a la semana.
Cuando se trabaja en el teatro tienes tiempo hasta para ir al cine o al teatro. Cuando trabajas en el cine, no.

4 comentarios en «Cine o teatro»

  1. Yo añadiría un argumento adicional: el “prestigio” profesional (no sé hasta qué punto fundado o no) que da ser actor de teatro. Entre los críticos supongo que será distinto, pero en la calle lo que se siente es:
    Actor de cine/TV: “Seguro que gana mucho dinero, pero [no me gusta/no sabe actuar/es un creído/los hay más guapos/es uno de esos ‘progres’/toda suerte de críticas adicionales]”.
    Actor de teatro: “Seguro que gana poco dinero, pero es un excelente actor”.

  2. Para mí hay otro motivo. En el cine el actor es una pieza más de un engranaje.
    Un actor puede hacer una interpretación fantástica en una toma, pero hay que repetirla porque se rodaba con un objetivo muy tele y el intérprete se ha pasado unos centímetros de su marca y está fuera de foco, o no ha girado la cabeza hacia el haz de luz marcado por el director de fotografía.
    Hay películas maravillosas en donde no ha hecho falta rodar con actores profesionales, cuando resultaría difícil pensar en una obra de teatro de renombre que no utilizara actores “de verdad”.
    Eso creo que es lo que realmente les preocupa, una obra cinematográfica es más valiosa cuanta más importancia tiene el autor de la misma. El cine del Star system cada vez más es un subgénero del cine, un mero entretenimiento taquillero sin trascendencia artística.
    En el cine el actor debe poner toda la carne en el asador. Se le golpea, se le moja, se le desnuda; no valen los artificios teatreros. En el cine es donde se demuestra la valía de un actor.
    Uno de mis directores favoritos, Robert Bresson llamaba a sus actores “modelos”. Algo necesario para contar sus películas, pero un elemento más al fin y al cabo; de él es la máxima cinematográfica de “Asegúrate de haber agotado todo lo que se comunica por medio de la inmovilidad y el silencio”. Curiosamente el protagonista de una de sus mejores películas Au hasard Balthazar era un burro.
    [Comentario zrubavel: El sistema antispam lo dice bien claro:
    Number of links exceed moderation limit (3)
    O sea, que puestos a dejar links, tres es un buen número a no superar.
    Cuando un comentario no aparece directamente, es posible que algo se haya hecho mal, pero también puede ocurrir que el sistema se haya pasado de listo. En este caso, el comentario pasa a un estatus de “pendiente de aprobar”, estado que manualmente un servidor cambiará posteriormente a “aprobado”.
    Además, de vez en cuando me paseo por la sección de spam, porque estoy notando una mejora sensible en la calidad de los mensajes de spam, y están empezando a resultar hasta interesantes.
    Tomo nota de las películas que dices, tardaré meses en verlas, pero si Dios me concede ese tiempo, las acabaré viendo.]

  3. Tomo nota. Me adaptaré a los tres links ;-)
    Gracias por aclararme la duda.
    [Comentario zrubavel:
    Siempre puedes dejar la información en dos mensajes, o los links a capón y ya perderé yo mi valioso tiempo en editar los mensajes, este blog lo bueno que tiene es que no requiere mucho tiempo de edición.]

  4. creo que el actor por excelencia es el del teatro,quizás soy drástica,pero el contacto del publico el mirarle practicamente alos ojos oirlos respirar creo ke es la esencia del actor …aunke el del cine es buenísimo si tiene ke serlo pero si no ha hecho teatro seguramente querrá hacerlo..sobre todo si tiene exito….

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