Cómo elegir un inquilino

Si un casero pone un piso en alquiler a un precio razonable, encontrará suficientes ofertas de inquilinos aspirantes.
El problema es cómo seleccionar alguien que pague puntualmente, si es que alguien lo hará.
La solución que se está dando ahora es la desconfiada: coger el máximo dinero posible ante el daño que pudiera ocurrir. Esto se realiza mediante la petición de avales bancarios o pidiendo varios meses de fianza por adelantado.
Imagina ahora la situación aplicada a otros casos de alquiler. Alquilas un coche y te piden una fianza de 3.000 euros. O te vas a un hotel y te piden que pagues por adelantado y con una fianza de 100 euros, por los posibles desperfectos que causes en la habitación. Eso ahora no nos parece tan bien. Pues los avales y la fianza tampoco le parecerán bien a un inquilino.
Todo casero debería ponerse en la situación del inquilino. ¿Voy a exigir que me adelanten 3.000 euros, por el pago de una mensualidad que vale 600 euros? Aún muchos caseros no sabrán ni lo que es el aval bancario, aún cuando lo piden. Un aval bancario es el equivalente a una fianza, pero el dinero lo retiene el banco y además, el inquilino debe pagar por este “servicio”. Un aval bancario de un año significa que el inquilino debe dar al banco el precio de un año de alquiler, amén de pagar cada mes lo que le corresponda. Al término del contrato, el inquilino recupera ese dinero, pero mientras tanto no puede contar con él.


Entiendo lo de que el casero se encuentra en una situación de indefensión y que, en algunos casos, el inquilino le puede salir rana. Tal vez a día de hoy el porcentaje de ranas sea demasiado elevado.
En lugar de superfianzas o avales propongo que el inquilino demuestre un estado de cuentas saludable. Los que acaban no pagando cumplen algunos de los siguientes requisitos:
a) No tienen un duro en el banco.
b) Números rojos en la cuenta bancaria con cierta frecuencia o grandes altibajos en el saldo.
c) Están en la lista de impagados.
El punto a) se puede comprobar con pedir un estracto del (los) bancos.
El punto b) se puede comprobar pidiendo los datos al banco (los puede pedir el inquilino con el casero delante) . Por ejemplo, el saldo medio de la cuenta a primeros de cada mes, durante el último año.
El punto c) se puede comprobar, por ejemplo, pidiéndole al aspirante a inquilino que compra una batidora a plazos en el Carrefour. Si está en la lista de morosos, no podrá comprarla a plazos.
Creo que gran parte de los caseros se merecen lo que les ocurre. He llamado a cientos de anuncios de pisos, he visto miles de ofertas (he estado en 4 pisos y he ayudado a muchos amigos) .
Muchos caseros quiere un contrato rápido: cogen al primero que pillan, le ofrecen un contrato que es innegociable, cuando firma poner la mano para coger el dinero (si es en negro mejor) o por trasferencia mejor los que van de legales. El inquilino entra a vivir al día siguiente del contrato, o al menos le cobran a partir de ese día.
Otros caseros ponen un precio muy elevado a su vivienda y cogen al primero que esté dispuesto a pagar ese precio. Tampoco esto es solución.
Un proceso de alquiler debería tener algunos gastos de tiempo y dinero, tanto para el inquilino como para el casero. El que quiera ahorrarse lo pequeño acabará pagando lo grande.