Consejos para viajeros

Una de las cosas más lamentables de los viajes es la gente que te da consejos. Dices por ejemplo “en verano quiero irme de vacaciones a Praga” y entonces resulta que la persona con la que hablas ya ha estado allí. Es muy bonito esto de la buena voluntad, pero el caso es que ese amigo tuyo o simple conocido al que acabas de indicarle tus pretensiones de visitar Praga te responde “pues yo estuve hace dos años asín que si quieres te puedo aconsejar”.
Centrémonos: tú estuviste en Praga, pero fuiste un güiri con todas las letras. Ibas a todas partes en taxi porque no te fiabas del transporte público. Pagaste religiosamente cada entrada. Asististe a cada cervecería famosa. Fuiste con una compañía aérea porque era la más barata. Te metiste en un hotel cualquiera.
Tú no tienes ni idea de Praga así que cierra la boca. Sabes lo mismo que pone en las páginas principales de una guía de viajes, quizás algo más actualizado, pero también matizado con tus gustos personales. Lo peor es el sesgo: si fuiste a un restaurante, pediste algo y no te gustó o no sabía bien ya generalizas “ese restaurante es una mierda aunque lo recomienden en cada guía”. Si la azafata no te dio la marca de cerveza que le pediste “esa aerolínea es malísima”. Si cuando visitaste cierto monumento había unas colas de espanto porque coincidió que era el único día del año que sacan las reliquias de algún muerto “no vayas a X, siempre hay que esperar mucho”.
En general cuando visitamos cualquier sitio como turistas obtenemos una visión tan limitada de la realidad que debemos ser lo suficientemente humildes como para no sentar cátedra al respecto.
Aunque claro, si luego no vas de gurú de los viajes, recalcando y censurando sitios, la gente se hace una idea de que eres un perdedor: “este seguro que se quedó en la habitación del hotel viendo la tele”.

8 comentarios en «Consejos para viajeros»

  1. Estoy contigo, yo que soy muy viajero las pocas veces que aconsejo lo intento hacer de la manera más objetiva posible, por eso intento hacerlo lo menos posible.
    Y odio cuando me dicen “Pues píllate el bus que te hace la ruta turística, que te enseña todo en un momento”… TE QUIERES IR!

  2. Este post me lo has quitado de la cabeza. Genial. Personalmente lo que más odio es cuando te recomiendan un sitio cualquiera porque es el único que han visitado que no estaba en la guía y ya ha pasado a ser su “descubrimiento” aunque con toda probabilidad era un lugar nada destacable. Nada es más repulsivo que un gurú gilipollas. Los consejos son interesantes siempre que se digan con humildad y sobre todo sinceridad.
    Yo por mi parte paso de recomendar, con solventar dudas ya sobra.

  3. Cuanto odio por una tontería que se repite en todos los ámbitos de la vida. Como si las vacaciones fueran la única actividad en la que se dan consejos con excesiva seguridad y sin saber lo suficiente. Casi nunca se sabe lo suficiente y a nadie parece importarle.

  4. La verdad es que la gente con la que me relaciono me hace comentarios del estilo “parís es precioso” “roma a mí me gustó, pero no tanto como la otra vez” “londres es una mierda”, tampoco entran tanto en los detalles ni dan tantos consejos, a no ser que sean del sitio…

  5. Sí. Tienes razón. Yo fui con mi mujer, con mi hijito que por entonces tenía 9 ó 10 años y con mi Renault Kangoo. A la puta aventura. Lo mejor fue que llegué de noche a Chequia, y como digo a la puta aventura me busque un camping nada más llegar. Es el mejor viaje que recuerdo.
    Fuimos donde nos dio la gana y como y cuando nos dio la gana. Por cuatro duros.

  6. Para mí con los consejos sobre viajes pasa como con muchos otros consejos en otros ámbitos: que suele ser un error tomar el mensaje textual que te dan, sin ponerlo en relación con la persona de quien viene.
    Yo tengo un puñado de amigos que sé que si me recomiendan un libro, me merecerá la pena pasarme por la librería a comprarlo. Y en cambio hay otros cuyas recomendaciones me son útiles porque directamente me sirven para hacer descartes.
    Me pasa lo mismo a veces cuando oigo a alguien criticar a otra persona: en muchas ocasiones, dependiendo de quién venga la crítica, yo lo puedo interpretar como un halago hacia el referido.
    Por cierto, que a ti y a este blog os conocí -si no recuerdo mal- porque coincidimos ambos ofreciendo consejo de cara a un viaje que iba a hacer otra persona ;-)
    [Comentario zrubavel: Cierto.]

  7. Viendo como te las gastas, si nos cruzamos alguna vez, tranquilo que la cosa será así:
    -Me voy de vacaciones
    -Y a mi que coño me cuentas.

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