Founders at work

Un libro que me ha gustado mucho ha sido Founders at Work.

Trata sobre personas que de alguna forma estuvieron envueltas en el inicio de empresas del mundo de la informática, más o menos durante el periodo que va de 1980 al 2005. Muchos fueron fundadores de empresas, otros sólo estuvieron trabajando en esos tumultuosos comienzos, en que todo puede salir bien o mal. La figura del emprendedor es risible y admirable al mismo tiempo. Risible cuando se trata de proyectos que van directos al fracaso y admirable en el resto de casos – acaben o no funcionando estas empresas.

Los emprendedores son como los grafiteros. Unos hacen arte, otros muchos el ridículo y el vandalismo. Pero a la mayoría le gusta el abanico amplio del término, sentirse en la misma categoría que los artistas. Pero está claro que no todos están haciendo lo mismo y que un vándalo es un vándalo y que el que empieza escribiendo tres letras mal puestas nunca acabará dibujando una obra de arte.

El libro Founders at Work trata sobre algunas de estas personas que pueden considerarse artistas. Muchos de sus proyectos son inmensamente conocidos y grandes ejemplos de éxito, como Apple o Hotmail. Otros han acabado en fracaso, tras un triunfo temporal, como Ars Digita o Lycos.

El libro está organizado en forma de entrevistas, cada una de ellas trata sobre una persona y las empresas en que participó, casi siempre una sola aunque hay casos de emprendedores en serie, personas que tras conseguir que un proyecto funcione saltan a otro. Para ellos el conseguir que algo funcione es el objetivo, pero una vez esto ocurre sienten que su labor ha terminado y tratan de dedicarse a otra cosa. Son como los Don Juanes que sólo quieren la conquista, no casarse con la chica y vivir toda la vida con ella.

Como el libro es bastante extenso se obtiene una visión general muy buena de la informática en aquella época (1980-2005), casi todos los proyectos principales aparecen en las páginas de estas entrevistas. Muchas empresas de las que no se habla aparecen tímidamente como referencias, por ejemplo Terra como compradora de Lycos. Es triste que la más importante presencia empresarial española en el mundo de Internet haya sido esa.

En Internet hay dos capítulos completos que se pueden leer gratis para hacerse una idea del libro. Indico estos dos capítulos con el correspondiente enlace, junto al resto de entrevistas:

  • MAX LEVCHIN, PayPal
  • SABEER BHATIA Hotmail
  • STEVE WOZNIAK, Apple Computer
  • JOE KRAUS, Excite
  • DAN BRICKLIN, Software Arts
  • MITCHELL KAPOR, Lotus Development
  • RAY OZZIE, Iris Associates, Groove Networks.
  • EVAN WILLIAMS, Pyra Labs (Blogger.com)
  • TIM BRADY, Yahoo
  • MIKE LAZARIDIS, Research In Motion
  • ARTHUR VAN HOFF, Marimba
  • PAUL BUCHHEIT, Gmail
  • STEVE PERLMAN, WebTV
  • MIKE RAMSAY, TiVo
  • PAUL GRAHAM, Viaweb
  • JOSHUA SCHACHTER, del.icio.us
  • MARK FLETCHER, ONElist, Bloglines
  • CRAIG NEWMARK, craigslist
  • CATERINA FAKE, Flickr
  • BREWSTER KAHLE, WAIS, Internet Archive, Alexa Internet
  • CHARLES GESCHKE, Adobe Systems
  • ANN WINBLAD, Open Systems, Hummer Winblad
  • DAVID HEINEMEIER HANSSON, 37signals
  • PHILIP GREENSPUN, ArsDigita
  • JOEL SPOLSKY, Fog Creek Software
  • STEPHEN KAUFER, TripAdvisor
  • JAMES HONG, HOT or NOT
  • JAMES CURRIER, Tickle
  • BLAKE ROSS, Firefox
  • MENA TROTT, Six Apart
  • BOB DAVIS, Lycos
  • RON GRUNER, Alliant Computer Systems, Shareholder.com

Prácticamente todas las entrevistas merecen la pena, cada proyecto tiene su aquel. La que más me impresionó de todas fue la de Joshua Schachter, creador de delicious.com (originalmente del.icio.us).

Lejos de otras historia de éxito más o menos merecido, su caso es casi único en muchos aspectos. Desarrollo su famosa página de marcadores a ratos muertos desde su casa. Sin garaje ni nada, estuvo trabajando durante mucho tiempo en algo relativamente modesto, optimizando el tiempo empleado de forma magistral. Según cuenta, trataba de trabajar en bloques de quince minutos. De esa forma pudo construir uno de los servicios más útiles (y desaprovechados) de la red.

Esa forma de trabajar me ha llamado tanto la impresión que trato de llevarla a cabo. Si empiezas algo que no sabes si vas a terminar, o si tienes que retomar algo que está a medias y que sabes que tampoco podrás terminar te entra el desánimo. Pero si eres capaz de dividir una tarea dada en otras mucho más pequeñas, al final siempre estarás haciendo cosas concretas con un principio y un fin. La labor de división del trabajo es la que tiene realmente mérito, la idea de sintetizar cualquier cosa en pequeñas partes. Y no tanto la idea como el ser capaz de llevarla a cabo. Si piensas que delicious fue hecho por una sola persona (casi todo) que nunca trabajó más de una hora seguida en nada concreto, y raramente más de una hora al día, te das cuenta del alcance y brillantez de Schachter.

Magistral resulta la forma en que narra su experiencia con la gente de Google. Le trataron de vender la moto de que se fuera a California – Schachter trabajaba en Nueva York en el banco de inversión Morgan Stanley – con la excusa de que todos los buenos programadores vivían allí, que podría trabajar con doctores en informática. Schachter les replicó que de eso nada, que en Nueva York hay muchos programadores y muy buenos, que no tienen nada que envidiar.

Y épica es la respuesta a la pregunta de por qué Google no le quiso contratar. Uno está cansado de ver leyendas urbanas sobre pruebas de inteligencia y agudeza en las entrevistas de trabajo de Google, pero Schachter responde con parquedad: no me aceptaron porque no sabía programar en el lenguaje C ++ (uno de los más empleados por la gente de Google).

Lejos de la megalomanía o el mito del genio (como el caso de Apple con Steve Wozniak), el caso de Schachter es el de una persona normal, en un proyecto bastante normal y con un trabajo que a pocos llama la atención por la espectacularidad. Pero algo útil y que funciona. Bien hecho y con pocos gastos.

En resumen, un muy buen libro que para los irredentos amantes del todo gratis está en el Emule en un pdf de máxima calidad.

4 comentarios en «Founders at work»

  1. Me ha llamado mucho la atención el tema de trocear el trabajo en pequeños pedazos asumibles.
    He oído o leído comentarios muy similares en maratonianos o gente que ha pasado mucho tiempo en prisión o secuestrada que comentan que la forma de pasar un largo periodo de sufrimiento es trocearla mentalmente en periodos asumibles. En kilómetros en caso de maratones, días o lo que sea.
    En el caso de este hombre en periodos de 15 minutos! :)

    [Comentario zrubavel: En esa línea de dividir el sufrimiento para hacerlo más asequible está este texto de Vicens de Las Olas.]

  2. yo no me lo creo. la programacion no funciona así. 15 min ? mentira, otra cosa es ir metiendo links unavez terminada.

  3. oliv, yo sí me creo el tema de los 15 minutos, de hecho yo lo vengo haciendo en bloques de 25 minutos y funciono mucho mejor así.

    Estamos de acuerdo en que la programación es un arte y como tal requiere de aprovechar la inspiración cuando llega, pero la clave de estas técnicas consiste en despedazar el trabajo en tareas que ocupen pedazos muy pequeños.

    Me imagino que este hombre se pondría tareas del tipo “corregir que las tildes de idiomas raros no jodan las URI” y dedicaba 15 minutos enteros a conseguir resolver esa típica cosa, que es muy fácil de hacer, pero que en muchos proyectos de cierta magnitud se pierde entre un mar de tickets en los que se definen vagamente nuevas funcionalidades imposibles de abordar de golpe en una tarde, tipo “integración con Facebook”.

    Creo que esa es la enseñanza a sacar del ejemplo de este tío, aplicar top-down a muerte hasta que lleguemos a pedazos de 10 ~ 20 minutos.

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