Invisible

A veces alguien en mi oficina no me devuelve el saludo. Entonces no tengo la menor duda: viene de cagar. Me divierte nuestro comportamiento en los baños públicos. Entendemos que es avergonzante cagar y cuando lo hacemos tratamos de pasar desapercibidos. Muchos terminan y salen corriendo, sin lavarse las manos, simplemente para que no los descubran cerca del cuerpo del delito. Otras veces estás lavándote tú las manos y ves a uno pasar por tu espalda a toda velocidad. En todos los casos se repite el mismo patrón: el cagante se comporta como si fuera invisible.
Sin embargo, en alguna otra ocasión he visto esta misma actitud. Cuando me ocurre fuera de un WC siento que esa persona acaba de hacer algo realmente terrible.