La muerte de Atkins

Probablemente la dieta más importante a la vez que controvertida de la Historia es la ideada por el doctor Atkins. Esta dieta defiende que la obesidad se debe principalmente al consumo de hidratos de carbono. Según las hipótesis del doctor Atkins es el exceso de calorías en forma de hidratos de carbono el que hace que el organismo aumente de peso. La dieta alternativa que propuso: baja en hidratos de carbono, sin apenas vegetales, sin fruta. Alta en carnes, huevo y grasas en general. Puedes comer hamburguesas pero sin pan, sin lechuga y sin tomate. Puedes beberte todo el aceite de las patatas fritas, pero nada de probar los hidratos de carbono de las patatas.
La dieta de Atkins es paradójica no porque se salte alguno de los principios de la nutrición, sino porque se los salta casi todos. Es lo opuesto a lo que uno esperaría de una dieta. Pero lo sorprendente es que es una de las dietas con mejores resultados que existen y que ha tenido una aceptación extraordinaria. El doctor Atkins vendió y sigue vendiendo millones de libros sobre los principios de su dieta.
Tras tantos años de escepticismo los médicos acabaron reconociendo que su dieta no tenía por qué resultar mala para la salud. En el corto plazo. Pero a medio y largo plazo los efectos no podrían resultar saludables. La dieta castiga a todo el sistema digestivo que se ve obligado a trabajar mucho más duro. Una persona vegetariana tiene un estómago que hace tres digestiones diarias de poco más de una hora. Un seguidor de Atkins tiene tres digestiones de dos horas largas. Lo mismo le ocurren al intestino, el hígado, el corazón o los riñones. Más trabajo no significa más problemas. Hasta que uno envejece.
Está claro que la conexión entre la dieta de Atkins y los efectos a largo plazo nunca podrá demostrarse de forma científica. Exigiría el seguimiento de cientos de pacientes durante toda su vida, resultaría un experimento demasiado costoso sólo para desacreditar una dieta.
Robert Atkins era médico y estaba especializado en cardiología. Había nacido en 1930 y en el año 2000, cuando contaba con 70 años de edad, contrajo una afección cardíaca: miocardiopatía.
De inmediato comenzó a recalcarse la ironía de que un especialista en ese tipo de afecciones sufriera una de ellas. Pero sobre todo se mencionó que tal vez la enfermedad fuera debida a su propia dieta. Debía resultar sumamente molesto para el doctor Atkins tener que justificar ante los medios la posible causa de una enfermedad que al fin y al cabo era él quien la estaba sufriendo.
Tres años después aumentaría el calvario para Robert Atkins. Un desgraciado resbalón en la calle, por el hielo, cuando estaba a punto de entrar en el edificio de oficinas donde tenía la consulta, obligó a que lo ingresaran en el hospital de gravedad, quedando en coma. De inmediato surgieron rumores: Atkins había sufrido un infarto por seguir su propia dieta. Nueve días después de ingresar en el hospital, Atkins murió de insuficiencia renal.
Saltándose toda la legislación vigente, el expediente médico de Atkins se hizo público. Una asociación defensora de la dieta vegetariana se encargó de hacerlo. Atkins medía un metro y ochenta centímetros. Cuando murió pesaba 116 kilos. De acuerdo a los estándares nutricionales, era un hombre obeso. Una absurda lucha en torno al peso de Atkins hizo que su cadáver se revolviera en la tumba. Los miembros de la asociación creada por Atkins salieron en su defensa: Atkins pesaba 89 kilos cuando ingresó en el hospital, pero una inusual retención de líquidos, consecuencia de la precariedad de su salud, provocó ese brusco aumento de peso.
Tanto la fanática postura de los pro-vegetarianos como la de la compañía que dirigiera Atkins levantaban sospechas. La realidad era que Atkins estaba constantemente en los medios de comunicación. Intervenciones suyas en televisión eran frecuentes y en una entrevista dada pocos meses antes de su muerte podía apreciarse que no estaba gordo. Tampoco delgado, estaba en un peso razonable para una persona de su edad y altura.
Fuente: Wikipedia. La muerte de Atkins (inglés).

3 comentarios en «La muerte de Atkins»

  1. Creo que esta un poquito exagerada la idea de que no hay verduras ni frutas, si las hay pero depende de cada persona. Siuna persona es muy sensible a los carbohidratos y no hace NADA de ejercicio deberá restringirse mucho en la dieta, obviamente se debe prescindir de papas, batatas, pastas, pan, azucar (en que dieta hipocalorica no, despues de todo?). Si no, se puede agregar una lista muy larga de vegetales y fibra, junto a proteinas y grasa.
    Es mi opinion despues de leer su libro.
    Gracias por la nota

  2. Pido perdón por la fecha pero estoy en mi tiempo dedicado al repaso y puesta al día en este contenedor de pensamientos y opiniones, que me gusta.

    Y como he comido y he tranquilizado mis estimulantes de apetito, y estoy en plena digestión de más de dos horas, y mis neuronas estomacales están satisfechas, digo que si este atkins no es el padre del de la colonia.

    Y esto lo digo porque se que en una entrada del 2008 nadie me va a leer.

    Pero mesaocurrío y lo suelto.

  3. @ Juan Manuel., podrias ser mas especifico en tu comentario? lo siento no se entiende lo q kieres decir.

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