Rusas

tromso

Hay muchos destinos turísticos que todo el mundo recomienda, como Roma. Otros que tienen opiniones contrapuestas, como Perú o Miami. Pero sólo conozco un país del que nada más que recibí opiniones negativas: Rusia.

La mayoría de las opiniones eran de personas que no habían viajado a Rusia, como suele suceder. Pero aún entre los que sí la habían visitado, la opinión general era que hay muchos otros destinos mejores.

Mi interés por Rusia siempre ha sido muy grande. Destaca sobre todos los demás en tres de mis mayores pasiones: el ajedrez, la música clásica y las mujeres. Por más que me dijeran, no podía ignorar un país asín.

El rechazo a Rusia viene por muchas vías. De un lado, tienen un montón de vecinos que los odian. Las antiguas repúblicas soviéticas, que no son pocas. Antiguos países invadidos por ellos, como Finlandia. Y una larga lista de naciones que tienen conflictos de definición de fronteras con Rusia. Luego el eco del comunismo y un gobierno que actúa con mano muy dura – llamado totalitario o de falsa democracia con demasiada ligereza – hace que resuene como un destino “no democrático”. Lo que importará el sistema de votación a la hora de visitar un lugar.

Otro motivo de queja es el idioma. El uso del inglés no está tan generalizado como en otros países y el ruso es un idioma con un alfabeto algo diferente al occidental. Se presupone mucha corrupción y una policía en la que no se pude confiar.

El hecho de que sea necesario un visado para ir a Rusia, y que no sea barato, es un motivo que echa para atrás a algunos turistas.

Finalmente las personas. He oído que los rusos son agresivos, poco hospitalarios y ante todo personas muy interesadas.

Casi todas las quejas que se puedan aplicar a Rusia son extrapolables a un destino tan recomendado – especialmente para los amantes de novedosas experiencias sexuales – como Tailandia. Es cierto que si le preguntas a una persona aleatoria en la calle por algo en inglés lo más normal es que no te entienda. Pero eso sucede en la misma España.

A pesar de tantas voces en contra, decidí aplicar el sentido común y viajar a Rusia.

La primera dificultad con la que me encontré fue el visado. La solicitud no es trivial, debe realizarse en gran parte online y está llena de exigencias. Desde luego, parece que no quisieran que vengas. Has de justificar cada uno de los hoteles donde pretendes alojarte, incluso dar información sobre tu puesto de trabajo. La sensación general es la de un proceso ofensivo.

Leyendo información en los foros, se explica la causa de que sea así: los requisitos para el visado que tienen los turistas rusos que quieren visitar Europa son aún peores. Rusia se ha limitado a replicar parte de las condiciones que se exigen a sus ciudadanos. Una de las condiciones, totalmente abusivas, es exigir que el solicitante del visado tenga un vuelo de ida y vuelta ya pagado. Si no te conceden el visado, tienes un vuelo pagado que no puedes tomar. Incluso hablan de que un ruso desea visitar a unos amigos – sin alojarse en un hotel – tiene que demostrar la amistad, por ejemplo enseñando fotografías donde estén con esos amigos.

Basta saber eso para relajarse un poco y entender que la postura rusa es perfectamente razonable, igual que la de Brasil cuando represalia que sus turistas sean tratados como potenciales inmigrantes.

El conseguir un visado a Europa es tan incierto, que muchos optan por solicitar un visado para ir a Finlandia – vecino que no pone tantas dificultades y que está en la zona Schengen. Eso explica las extrañas rutas de muchos turistas, que prefieren hacer escala en Finlandia, en lugar de tomar vuelos directos más económicos, para evitar estas molestias.

Para obtener el visado hay que tener bastante humildad. Se nos olvida cómo era el trato con los administrativos del gobierno hace décadas – cuando aquello del ‘Venga usted mañana’ – no se pude llegar avasallando, exigiendo trato prioritario y que perdone cualquier falta. Es otro país, tienen otra forma de hacer las cosas, aunque a veces sea peor que la nuestra. La burocracia rusa es inflexible y en caso de duda, la culpa es tuya.

Tras conseguir el visado no volvería a tener ninguna otra dificultad. Me encontré con un país bien preparado para los extranjeros. Más uso de inglés al presentar la información que en muchas capitales españolas. Respeto por parte de los locales, aún cuando no te entendieran.

La única queja, común en muchos países, es la poca confianza que dan los taxistas, hasta el punto de que tienes que vivir como si no existieran. Es en países como estos donde las famosas aplicaciones de internet, como Uber, tienen un éxito fulgurante. Puedes saber lo que te va a costar una carrera desde A hasta B y encima tendrás a un taxista más o menos honrado. La versión rusa tiene matices locales: no pagas online sino al taxista, pero una tarifa definida. Un servicio así tiene poco sentido en países como España, con tarifas bastante ajustadas y taxistas honrados. En países donde intentar cobrarte más del doble es habitual, incluso a los locales, y donde muchos conductores parecen extras de Prison Break, aplicaciones así tienen que funcionar muy bien.

En lo que a música clásica se refiere, Rusia es una potencia que eclipsa a casi todo occidente. En San Petersburgo, uno de los principales teatros de ópera tiene representaciones diarias de distintas óperas y calidad de primer nivel. Lo que en en Madrid se anuncia cada varios meses como un hito cultural, ahí sucede varias veces a la semana. Que en una misma semana, y en el mismo teatro, puedas ver Madame Butterfly, La Flauta Mágica o Eugenio Oneguin, es tan increíble que pensé que estaba entendiendo mal la información desde Internet. Es como si un teatro diera tres musicales diferentes a la semana – y a la semana siguiente otros tres o cuatro nuevos. Y además, hay otros auditorios donde oír más música de primer nivel, y ballet…

Algo que me gustó – aunque pueda pensar que me perjudicó – es el hecho de que tienen distintas tarifas para extranjeros y locales. Los rusos – o personas que saben hablar en ruso – pagan la mitad por ir a la ópera. O los turistas pagan el doble, según se mire. Me parece una medida muy justa para potenciar la cultura entre los locales. Muchos se llevarían las manos a la cabeza, pero en mi opinión es aún más lógico que dar descuentos a estudiantes.

En el teatro de la ópera me fascinó ver la diferencia con respecto a España. Siempre que he ido a oír música me he encontrado con un público que tiene 20 años más que yo de promedio – lo cual es una locura teniendo en cuenta que no tengo nada de joven. En Rusia me encontré con justicia siendo el viejo del teatro. Muchas parejas jóvenes super arregladas, incluso de amigas, para hartarse de hacerse fotografías y poder alardear en Facebook. Me puede dar envidia que tengan algo mejor que nosotros, pero cuando ves que encima será así por lo menos en los próximos 30 años, te quieres morir ya.

Pero si hay algo que despierte opiniones fantásticas sobre Rusia, son sus mujeres. Perdí la cuenta de personas que me preguntaban si iba a Rusia a casarme con una local. O que tuviera cuidado de que no me acabaran enredando. O personas que asumían que la probabilidad de que no volviera solo eran elevadísimas.

Mi conocimiento sobre mujeres es muy superficial, pero cuando paseas por las calles te das cuenta de que en general las mujeres rusas son muy atractivas. Un país con excelente ADN, pero que además se ha mezclado con los nórdicos, los turcos y los asiáticos sólo puede generar algunas de las mujeres más espectaculares del mundo. Y una variedad de mujeres, sin ser extranjeras, que quizás no tenga ningún otro lugar del planeta – está claro que hablo de las grandes ciudades rusas.

A diferencia del primer mundo, donde hasta la chica más pobre tiene un armario sólo para zapatos, las rusas visten con mucha más limitación. Ropa de peor calidad y que hay que repetir más a menudo. Está claro que esto bien empleado, en lugar de ser un defecto, se convierte en una virtud. Vestuario mucho mejor elegido y versátil, sacando partido a lo que no venden en las tiendas, pero sin enseñar demasiado. Y sorprendentemente con poco perfume.

Desde luego que no todas tienen figura de modelo, pero la calidad media es muy alta. Y lo peor de todo es que, en general, las mujeres rusas suelen tener una muy buena educación. Muchas tienen títulos universitarios y saben varios idiomas. Pero no sólo eso, sino que suelen ser bastante comedidas – no es fácil acostarse con una chica así en la primera noche y no suelen beber hasta perder el sentido los fines de semana.

Es por todo ello que las rusas despiertan un odio ancestral entre las mujeres occidentales. La dificultad para encontrar una buena pareja – en un país donde hay más mujeres que hombres y donde hay tasas altas de pobreza y alcoholismo entre los hombres – ha convertido además a las mujeres rusas en jugadoras activas de las relaciones de pareja. En general – y todo este artículo obliga a peligrosas generalizaciones – son conscientes de que, por encima del amor, lo importante es encontrar a un buen hombre. Todo ese odio se ha canalizado en el único punto débil que parecen tener estas mujeres: son insensibles y muy interesadas en las relaciones de pareja.

De ahí todos los cantos de sirena que me alertaban de los peligros de viajar a un país así. Las rusas siempre han sido una fauna fascinante de los portales para encontrar pareja. De un lado, rusas que viven en su país pero que contactan a hombres por toda la geografía mundial. Por otro, emigradas desde sus países. Aunque está claro que hay estupendos fraudes a la vuelta de la esquina, en general la mujer rusa tiene una actitud proactiva a la hora de encontrar marido. En España, por ejemplo, tiene un halo deshonroso para las mujeres el hecho de buscar pareja. Y son muchas las que en sus perfiles de contacto suelen indicar que “no buscan nada, pero que si surge el amor, bienvenido sea”. Que es como estar en una tienda y decir “no tengo intención de comprar, pero si encuentro algo que me gusta, me lo llevaré”.

Una mujer rusa que viva en España actúa a cara descubierta: quiere un hombre que trabaje, y si gana mucho dinero, mejor. Las españoles incluyen filtros por edad y por altura. Y por supuesto, que no estén calvos. Las rusas a veces se atreven a hablar de un salario mínimo. En mi opinión ambas actitudes son respetables – o carentes de todo respeto.

El miedo a las mujeres rusas, totalmente razonables, está en que su estrategia es ganadora e irrefutable. Luchan por ser atractivas, femeninas, educadas, con buenos modales y hábitos saludables. En occidente hemos elegido la vía de las tetas operadas, las extensiones, la ropa ajustada y el braguetazo con un famoso.

Me recuerda a la comparativa con los estudiantes chinos, que suelen tener curriculums insuperables comparados con los de occidente. En ese caso se trata de decir que “aprenden como robots”. Simplemente trabajan más duro y son mejores. Que cada uno piense lo que quiera para dormir mejor.

Hablando con una chica rusa que había viajado muchas veces a España, me fascinó que para ella el mayor problema que había encontrado en mi país era la dificultad para hacer amigas. Ni una sola amiga para una chica muy sociable – que sin embargo había tenido que suplir con muchos amigos. Como digo, estas mujeres producen verdadero miedo entre las occidentales, nadie las quiere cerca.

Lo peor de todo es que las mujeres rusas son unas románticas patológicas. A pesar de la fama que tienen de interesadas, están locas por enamorarse y tienen ideas de cortejo propias del siglo XIX. Han encontrado la ecuación perfecta: buscan enamorarse de un hombre que les convenga.

Así, entiendo el miedo que despiertan estas mujeres: son un enemigo imbatible a la hora de llevarse a los mejores hombres. No obstante, la mayoría de los occidentales somos como nuestras mujeres esperan. Sin educación, con menos romanticismo que un pop-under en Xvideos.com, siempre luchando por sobrevivir económicamente. Chicas no tengáis miedo, las rusas no nos quieren.

Nota: Las chicas de la fotografía son el equipo olímpico de ajedrez de Rusia 2014. Imaginad si hubiera buscado el equipo de voley o simplemente chicas que no fueran famosas por lo inteligentes que son.

18 comentarios en «Rusas»

  1. Interesantísimo artículo. Envidia por lo de la música, no tanto por lo de las mujeres: estoy a dos velas y, por tanto, no contaría para ellas.

    Sobre la foto de las ajedrecistas, hay que hacer notar que parecen haberse levantado de su precario sueño en la butaca del avión, sin pizca de maquillaje. Un poco de pintura y parecerían modelazos.

  2. Sorprendente que no vivas en la “Madre Rusia”, y vivas en la “pobre España”.
    Por otro lado, la nota final parce indicarnos que las chicas que se dedican al ajedrez son menos atractivas que las que hacen voley, si por atravctivo te refieres al físico, como es normal; dicha nota es como el sudor bajo la colonia.
    Pero en fin, como siempre, la capacidad crítica desde la observación es excepcional, y me ha resultado muy agradable e interesante leer tu artículo.
    Quisiera hacer notar que la ¡”sociedad occidental”!, en su hipocresía máxima, no permitiría una dictadura comunista en Irlanda o un estado islámico en México, sin intervenir, aunque sea humanitariamente. O un estado judío entre Siria, Jordania, Egipto, Turquía,… O un asentamiento palestino en pleno Israel. Ucrania no es Polonia, ni Hungría,… Conclusión, en nuestro furo interno, algo tenemos de nazis, todos.
    Uhhhh, me he pasado.

  3. Claro, Juan Manuel, la excepcional capacidad crítica desde la observación para clasificar a las mujeres que se follaría y a las que no es digna de admiración.

    Triste que un viaje con posibilidades literarias/descriptivas tan interesantes se haya traducido en uno de los artículos más sexistas que recuerdo en este blog. Por la frase “todo este artículo obliga a peligrosas generalizaciones” imagino que todo esto ya lo sabía el autor, pero aun así no sirve como excusa: las generalizaciones resultantes son aburridas, sexistas y, obviamente, erróneas.

    Está el artículo tan carcomido por una mirada equivocada que realmente no sabría por dónde empezar a criticarlo. Si tu conocimiento sobre las mujeres es superficial (lo cual no hubiera sido necesario que hicieras notar), pues hombre, escribe sobre algo que conozcas mejor. Desde luego, si fuera mujer y leyera esta simpleza no volvería jamás al blog.

    Señalo como despedida el párrafo más insultante de todos:

    “Luchan por ser atractivas, femeninas, educadas, con buenos modales y hábitos saludables. En occidente hemos elegido la vía de las tetas operadas, las extensiones, la ropa ajustada y el braguetazo con un famoso.”

  4. No soy capaz de ver dónde está el machismo en el artículo y me ha entrado curiosidad. Si L.P. fuera tan amable de desasnar a este ignorante, recibiría mi gratitud.

  5. “No soy capaz de ver dónde está el machismo en el artículo”.

    Bueno, mced, ahí está el problema en gran parte: lo tienes normalizado. Aun así, ya que lo pides, voy a intentar señalarlo.

    Antes de empezar me gustaría resaltar que en mi comentario utilicé el término general “sexismo”, y no “machismo”, como mal has señalado. Esto es importante porque el artículo no es exclusivamente machista (aunque sí en gran parte) debido a este fragmento que benévolamente voy a considerar como serio y no como un intento de humor: “la mayoría de los occidentales somos como nuestras mujeres esperan. Sin educación, con menos romanticismo que un pop-under en Xvideos.com, siempre luchando por sobrevivir económicamente”. De ahí que decidiera usar el término más correcto de sexismo, una buena definición del cual puede ser la siguiente:

    “El sexismo se refiere a todas aquellas prácticas y actitudes que promueven el trato diferenciado de las personas en razón de su sexo biológico, del cual se asumen características y comportamientos que se espera, las mujeres y los hombres, actúen cotidianamente”.

    Sin embargo, como la mayor parte del artículo se centra desproporcionadamente en las mujeres, tampoco sería incorrecto tildarlo de machista, y es la parte a la que me voy a referir en este comentario. Como no me gustan los debates en los que se discute una y otra vez sobre la interpretación de una determinada palabra en lugar de atender a los argumentos o ejemplos, y más en un tema como la igualdad de género, nos referiremos al machismo como una forma específica de sexismo hacia las mujeres (curiosamente en inglés no hay una palabra específica para esto, y simplemente se habla de sexismo hacia las mujeres), sin entrar en definiciones más complejas¹.

    Algunos ejemplos del artículo:

    “Está claro que esto bien empleado, en lugar de ser un defecto, se convierte en una virtud. Vestuario mucho mejor elegido y versátil, sacando partido a lo que no venden en las tiendas, pero sin enseñar demasiado”.

    Virtud de la mujer: vestir “sin enseñar demasiado”. ¿Suscribirá el autor el pensamiento de que el acoso sexual en parte es culpa de la forma de vestir de la víctima?

    “son conscientes de que, por encima del amor, lo importante es encontrar a un buen hombre. […] son insensibles y muy interesadas en las relaciones de pareja”.

    Según el autor todas las mujeres rusas son insensibles y solo buscan en la vida encontrar a un hombre. ¿En serio, mced? ¿No ves nada un poco raro aquí?

    “Luchan por ser atractivas, femeninas, educadas, con buenos modales y hábitos saludables. En occidente hemos elegido la vía de las tetas operadas, las extensiones, la ropa ajustada y el braguetazo con un famoso.”

    Recapitulando: ser una mujer femenina es… no enseñar demasiado, no ponerse extensiones, no someterse a cirugía estética, etc. Gracias, Zrubavel, por venir a ofrecernos una definición tan completa de lo que es una verdadera mujer. ¿Al resto que no cumplan esto cómo las clasificamos?

    “Lo peor de todo es que las mujeres rusas son unas románticas patológicas. A pesar de la fama que tienen de interesadas, están locas por enamorarse y tienen ideas de cortejo propias del siglo XIX. Han encontrado la ecuación perfecta: buscan enamorarse de un hombre que les convenga.”

    Una repetición de la misma basura de antes.

    Aun con todo, esta percepción de las mujeres que tiene el autor es más machismo casual, inconsciente, arraigado, que deliberado. Es decir, es bastante probable, quiero pensar, que el autor considere que las mujeres pueden ser tan buenas en el ajedrez como los hombres, pero aun así mantiene una cierta visión anticuada de la de los atributos que determinan la feminidad: ropa poco ajustada, ausencia de promiscuidad, etc.

    Mced, si aun así sigues pensando que todas estas frases que dan a entender cómo deber una mujer como Dios manda, cómo son millones de rusas y cómo son millones de españolas no son machistas, yo ya no sé qué decirte.
    ______________
    ¹Como por ejemplo la que establece Victoria Sau en el Diccionario ideológico feminista: “El machismo lo constituyen actos físicos o verbales, por medio de los cuales se manifiesta de forma vulgar y poco apropiada el sexismo subyacente en la estructura social […] El machista generalmente actúa como tal sin que, en cambio sea capaz de explicar o dar cuenta de la razón interna de sus actos. Se limita a poner en práctica de un modo grosero, aquello que el sexismo de la cultura a la que pertenece por nacionalidad y condición social le brinda”.

  6. L.P. como es habitual cuando se habla de estos temas, te has pegado un salto mortal enorme al partir de una afirmación y presuponer mucho más de lo que se dice. Típica falacia non sequitur. En concreto,

    “Virtud de la mujer: vestir “sin enseñar demasiado”. ¿Suscribirá el autor el pensamiento de que el acoso sexual en parte es culpa de la forma de vestir de la víctima?”

    ¿En serio te parece que decir que le gusta que una mujer vista sin enseñar demasiado es lo mismo que justificar el acoso? Lees lo que quieres leer.

    De nuevo, la parte que habla de la feminidad de las rusas no dice en ningún momento que lo contrario no sea ser mujer, sino que al autor (y en general, a la sociedad) le gusta o asocia esas características con mujeres femeninas. Que no estés de acuerdo con estos roles de género es una cosa, pero que asumas que el autor no considera mujeres a las que no lo cumplen, muestran lo poco que estás usando la lógica y el razonamiento.

  7. Victor (sic), como es habitual en estos temas, has escrito un comentario que no solo no tiene nada que ver con el tema sino que además es erróneo. ¿Qué te parece?

    Las falacias son errores lógicos en argumentos utilizados para defender una determinada posición. En mi comentario he demostrado la naturaleza machista del artículo de Zrubavel en base a una definición y exponiendo numerosos ejemplos. La parte que señalas es simplemente un recurso retórico para avivar la discusión y que no forma parte de mi argumento. No es un argumento ni está relacionado con uno, por lo tanto no puede ser falaz. Si lo hubieras tildado por ejemplo de sensacionalista no hubieras quedado tan mal.

    Que te hayas centrado en esa parte en exclusiva de todo mi comentario, que es bastante extenso, y que además utilices de forma incorrecta la alusión a la falacia, ya me dice todo lo que tengo que saber sobre ti: que eres capaz de dar vueltas en torno a un fragmento irrelevante con tal de no aceptar el machismo imperante en el artículo.

    Si aun así no te acaba de quedar claro lo fuera de lugar que está tu comentario, lo profundamente estúpido que resulta, te recomiendo esta lectura: The Ad Hominem Fallacy Fallacy.

    Recibe un cordial saludo, y más suerte para la próxima vez.

  8. Qué cansino que cada vez que se hable mujeres alguien grite “machista!!!”.
    Ten cuidado que te acusarán de apología de la violencia de género o algo asín.

    Con lo que sí tengo yo otra impresión es con lo de que beben poco… aunque mi muestreo es escaso me parece que beben bastante más que las españolas.

  9. Yo solo voy a intervenir para defender un poquito a Zrubavel.
    Ha comentado un poco de todo. La última parte, que se refiere a las mujeres rusas, es menos de la mitad y ha sido simplemente para crear cierta polémica… estoy segura de que las mujeres españolas le encantamos ;)

  10. Las chicas de la foto han ganado la medalla de oro en las olimpiadas de ajedrez esta semana. Felicidades a ellas!

  11. L.P.

    Me jugaría mi poderoso y estimado órgano reproductor a que, aunque hayas afirmado lo contrario, eres de género femenino, y número clausus…

    Me encanta ver rabiar y lanzar espumarajos por la boca a las feministas. No será por envidia quizá?

    Venga chica, que la vida es corta para que molestes por artículos como el que nos ocupa.

    Un besito y paz y amor!

  12. Te acepto la apuesta. Muchos de los más fervientes feministas son hombres que han tenido poco éxito con las mujeres y proyectan el odio hacia los otros hombres.

  13. Se ha dicho “Venga chica, que la vida es corta para que molestes por artículos como el que nos ocupa.”
    Es cierto, de hecho yo no me preocupo ni cuando un hombre o mujer mata a su cónyuge, o a sus hijos los ahoga; me la suda: la vida es corta. Cuando hay bullyng a los niños, me la suda, cuando los pederastas actúan, no me preocupo mucho. Ya se arreglará; la vida es corta. ¡¡Que inventen ellos!! Me la suda, en referencia a mi “poderoso y estimado órgano reproductor” donde, por otro lado, se encuentra el 99% de mis neuronas.

  14. A mí personalmente me encantó el artículo. Como es habitual, me parece que aportas ideas que no son lo habitual que se encuentra en otras partes de internet (para turistas, o interesados por la cultura rusa/las rusas).

    Por otra parte, se te está llenando el blog de intolerantes… qué curioso!

  15. No se trata de intolerancia. A veces las palabras sí importan. De ahí mi comentario borrado por el censor.

  16. Algunas cosas, aunque sean dichas en broma, no se pueden dejar publicadas por cuestiones legales. A ETA en España no se la puede ni mentar.

  17. Eso me recuerda a siniestro total que en sus conciertos ya no le canta al “hállatola”, por decirlo de alguna manera.
    En fin, entiendo perfectamente la cuestión, agradezco la correción, pido disculpas, y procuraré leer, reflexionar, y dormir.

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