SEXO

Si le preguntamos por España a un extranjero que no haya pisado la península obtendremos como respuesta que se trata de un paraíso sexual de mujeres fáciles. Esta opinión, supongo, está alimentada por otros extranjeros que si han visitado nuestro país.
Luego lee uno las estadísticas, o se mira al ombligo, y se entera de que vive en uno de los países donde menos se hace el amor – aunque sea mal – del mundo. Antes que acomplejarse, trata de entender las claves de ambos resultados, y llega a algunas conclusiones extrañas.
Los extranjeros que nos visitan, al igual que nosotros, no suelen tener muchos conocimientos de idiomas. Apenas saben decir algo más que sangría, gracias y paella. Las posibilidades de engatusar a una española, aun cuando sean más altos, o más guapos, o más rubios que los españoles, están más que limitadas. Su cultura, que les lleva a vivir en países donde la noche ocupa hasta las dos terceras partes del día, hace que cuando abandonan aquel reino de sombras, se trastoquen, sientan liberados y empiecen a desfasar.
Así, van a los bares, donde beben hasta perder el sentido. Están tomando el sol hasta que el encargado de recoger las sombrillas les recuerda que hasta el sol español tiene sus limitaciones. Con esta vida de ocio, no es difícil que encuentren a mujeres, de su propio país o similares, que se encuentre en la misma situación de dejadez, y que surja lo que tenga que surgir. Y entonces, el mito de España como paraíso sexual, más se torna en el de España como paraíso donde hacer el sexo, marchándose justo antes de rellenar el formulario de estadísticas. Porque para la inmensa mayoría de los extranjeros que pasan unos días aquí, que conocen a alguien del sexo opuesto, ese alguien es también guiri.
Tenemos dada la respuesta a la mitad de la pregunta, pero, ¿por qué entre nosotros nos llevamos tan mal? Ahí creo que habrá que dar múltiples aspectos que nos hagan ver por qué las cosas son distintas.


En primer lugar, ya somos miembros de Europa, lo cual, aparte de pagar una barbaridad por la gasolina, querer hacer vacaciones en el extranjero y cuatro minucias más, significa que nos hemos vuelto más egoístas, que pensamos más en nuestra felicidad que en aspectos como la familia o lo correcto. Antes se tenían niños, y no pasaba nada. La gente se la jugaba más. Ahora se planifican. Antes de la Riviera Maya e Indonesia nada de niños.
Y bueno, lo bonito de tener niños está en el hecho de intentarlo, pero si nos ponemos en el lado opuesto, la mejor forma de no tenerlos es no hacer porque suceda. La Iglesia siempre que puede indica que el mejor método anticonceptivo es la abstinencia. Qué gran verdad.
La europeización del precio de nuestras casas también aporta su grano de arena en la cuestión. Si llego a casa y solo tengo que dirigirme a la cama con mi amante, no hay excusa para no hacerlo. Pero si tengo que cogerle prestado el coche a mi padre, encontrar un lugar apartado donde dejarlo, engañar a mi novia para que venga conmigo, esperar a que no tenga la regla, a que no piense que es poco romántico, y aún a que yo tenga ganas, la media empieza a empeorar.
Finalmente, seguimos bajo el influjo de la religión. Casi no quedan cristianos pero todos estamos educados con sus reglas. Porque los niños siguen haciendo la comunión, con lo que tienen que oír la patochada de los actos impuros. Porque muchas quieren seguir casándose de blanco, y si no ellas, sus madres y padres, que ponen trabas innecesarias.
En muchas casas del extranjero esto no pasa. La niña de 16 años se encierra en el cuarto con un chico y los padres no harán preguntas. O las harán, pero sólo para sacarle los colores al chico. Eso en España es impensable, y, lo peor, es que también lo es cuando la niña tiene 20, 25 y hasta, a veces, 30.
Así, una piedrecita tras otras, ya hemos andado medio camino. Si queremos desandarlo, tendremos que eliminar todas estas dificultades. Algunas son fáciles, otras, no tanto.

4 comentarios en «SEXO»

  1. Pues eso, que se folla muy poco y por eso la gente está de muy mala hostia, muy buena la reflexión.

  2. Si al final en todas partes es igual.. se supone que aca en America del Sur deberiamos tener toda esa “pasion latina”, la sangre caliente y todas las tonteras que salen en las peliculas… pero, ni hablar, ahi que seguir todo un procedimiento para tener sexo con alguien, porque como podran suponer, si una dice que si altiro o toma la iniciativa los tipos se asustan o asumen que uno es casi una prostituta o cosas asi… los padres no ayudan mucho tampoco y al final todos creen que se tienen que casar para poder tener la libertad de acostarse con alguien y por eso existe tanto matrimonio infeliz y tanta gente con problemas sicosexuales

  3. Está el resto del mundo igual que aqui, se folla poco y mal, no creais que solo ocurre aquí. que va que va

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