Suerte a borbotones

Un record Guiness realmente sorprendente es el que posee Betty Lou Oliver: es la superviviente a la caída más alta desde un ascensor.
Oliver sobrevivió a una caída de auténtico vértigo: 300 metros. O 75 plantas.
Su historia es un cúmulo extraño: varios sucesos increíblemente desafortunados seguidos de otros tantos sorprendentemente afortunados.
El 28 de Julio de 1945, un bombardero B-25 se estrelló contra el Empire State Building. Se estaba celebrando el fin de la Segunda Guerra Mundial. Había mucha niebla y los controladores sugirieron al piloto que aterrizara. Por desgracia, el piloto decidió continuar. Confundió su situación y bueno, acabó estrellándose entre las plantas 79 y 80 del principal rascacielos de Nueva York.


Pudo haber sido una catástrofe mucho mayor. Por suerte, era fin de semana así que no había tantos trabajadores en el edificio. El avión, al tratarse de un vuelo de exhibición, no llevaba ninguna bomba.
Eran las 9.40 de la mañana. Betty se encontraba en la planta 80 y sufrió quemaduras de cierta consideración. Tras la cura de primeros auxilios la pusieron en un ascensor, considerado seguro, para que la bajaran y pudiera llevársela una ambulancia.
Pero el ascensor había sufrido daños con la explosión. Los cables de seguridad habían sido cortados.
Por una extrañísima coincidencia, el freno de emergencia no funcionó. Y si lo hubiera hecho, habría resultado mucho peor, por cuanto habría quedado atrapada en la planta 35, sin que los operarios pudieran acceder a la cabina fácilmente. Para colmo de males, la cabina del ascensor había comenzado a arder. De haberse quedado parado, Betty habría muerto afixiada.
Así, el ascensor descendía en caída libre desde tan arriba, hasta que se estrelló contra el suelo. El cable roto había caído sobre el suelo de tal suerte que se enrolló, formando una especie de hélice que, como un muelle, amortiguó la caída.
Salvo la esquina del ascensor en que habían dejado a Betty, toda la cabina estaba llena de hierro, ladrillos y trozos del fuselaje del avión.
Los que la sacaron de allí dijeron que era un auténtico milagro que hubiera sobrevivido.
Como macabra curiosidad: Betty trabajaba en el edificio de ascensorista. En el momento del choque salió despedida de su ascensor (que se encontraba detenido). Tras curarla, la trasladaron en otro ascensor.
Fuente: Página oficial de Record Guiness.
Una detallada explicación del suceso del ascensor.
Una explicación detallada del accidente de avión.