¿De qué te ríes?

Cuando hacemos una broma tenemos varias actitudes:
Normalmente, esperamos a ver la respuesta del oyente y luego, nos reímos con ellos. Esto es correcto y muy humano.
Si nos reímos antes que quienes nos oyen corremos el riesgo de que ellos no lo hagan. Mucha gente hace un chiste y cree que es tan divertido que comienza a reír. Es patético, aunque fuera algo muy gracioso, ese no poder contener las emociones ni un segundo.
La tercera actitud es la más brusca, no reír. Entonces se crea un conflicto en el público. No estando seguro de si se trataba de una broma, se ponen a la defensiva, es como si les das una moneda y les surge la duda de si es falsa. No solo no se alegran, sino que se enfadan.
Estos tres comportamientos se refieren a tres tipos de personas distintas.


El que ríe a posteriori es el social, el que entiende el humor como algo valioso cuando es compartido. A estas personas les gusta no estar solas, sentirse bien con los demás. Son personas normales, la mayoría de nosotros.
El que ríe con anticipación es persona egoísta. Alguien que se ríe para sí mismo. Que hace bromas porque le gusta oírlas, no porque le guste agradar. Huid de esta gente, porque se comportará en todas las situaciones de forma similar.
El que no ríe es el tipo raro. Es una persona que necesita manual de instrucciones. Puede ser un asesino en serie, o un santo, puede ser el raro del grupo o el líder. Es alguien fuera de lo normal, y merece ser tratado como tal.