Bela Bartok

Cuando empecé el blog pensaba que al final acabaría hablando de los libros y de la música que me apasionan. Soy el primer sorprendido de que no haya sido así.
Un músico cuya música me parece fascinante es Bela Bartok. Es un compositor húngaro de principios del siglo XX, del que, sorprendentemente, apenas hay melodías conocidas. Cualquiera con una mediana cultura musical ha oído hablar de él pero no tantos sabrían reconocer una obra suya. Y son menos a los que les atrae su música.
El estilo es el muy comienzos del siglo XX. Algunas disonancias pero sin que se le vaya la pinza demasiado. Música muy viva, pero sin contrastes muy bruscos.
Lo que me fascina de Bela Bartok es su facilidad para hacer simple lo complejo.


Muchas de sus piezas tienen varias melodías totalmente heterogéneas, que cualquiera entendería como imposibles de utilizar al mismo tiempo. Y él lo logra con una sencillez que maravilla.
Sonata para dos pianos y percusión. Creo que hizo semejante combinación de instrumentos mediatizado por las circunstancias. Su mujer y él a los pianos. Era más fácil encontrar quien tocara la percusión que contar con toda una orquesta. El piano lleva una melodía. La percusión otra. Como un mago, unas pocas notas perfectas y ya no sabes dónde está el piano y dónde la percusión. Consigue entremezclarlos de una manera brutal. Todo es una misma música, fantástica. Se pulsan unas teclas del piano y un par de golpes de timbal, luego el piano, otro piano. El xilófono. Suena claro, parece fácil. Pero sobre el papel es una tarea inhumana. Esa música no existía antes. Un hombre, en este caso Bela Bartok, ha escrito todo eso en un papel, él ha visto que era posible.
La música de Bela Bartok es difícil, al principio. Si queréis iniciaros en él, os recomendaría el Concierto para Orquesta, que es de lo más asequible, y es una catedral de la música. Una de sus últimas obras, escrita a disgusto en el exilio. Estaba quemado porque en su país, Hungría, él era una celebridad. Y en Estados Unidos no lo conocía casi nadie. Un director le solicitó que compusiera algo para él. Y le hizo este concierto. La obra tuvo un éxito tremendo, pero ya a Bartok le quedaban pocos meses de vida.
Si queréis intentarlo, oidla al menos 5 veces. No tienen que ser seguidas, simplemente 5 veces. Si no os gusta, pues os pido perdón. A mí no me gustó la primera vez que la oí.
Ahora me parece una obra insultante hacia los otros compositores. Un autor para el que la profesión no tiene secretos, que engancha una nota con otra, todas perfectas. Usando toda la amplitud de la orquesta. Como un malabarista profesional que se ríe de lo que somos capaces de hacer con 3 naranjas. Pero en este caso, los otros son también profesionales.
Su obra cumbre debe ser el “Concierto para cuerda, percusión y celesta”. Aquí se me va la pinza, es una música para la que no tengo palabras.
Algo que también me gusta mucho de él es su forma de rebajar al piano a su status real, como instrumento de percusión. Su capacidad para usarlo de forma percusiva, sin que sea una matraca, es algo que nunca nadie conseguirá, salvo él. El último movimiento del segundo concierto para piano tiene una parte en que consigue hacer desaparecer por completo al piano que conocemos, y luego lo rescata, mostrándote todo lo que a la música le quedaba por inventar.

Un comentario en «Bela Bartok»

  1. Gracias por tus comentarios. Conozco desde hace muchos años el “Concierto para cuerda, percusión y celesta” pero no he oído nada más de Bartok. Lo conocí porque venía en la segunda cara de un disco de los de vinilo. En la cara A estaba la “Consagración de la primavera” de Stravinsky.
    Mi profesor de Historia de la música en la Universidad de Barcelona – Oriol Martorell- siempre nos decía que para que a uno le guste la música sólo debe oírla varias veces. Más o menos lo que tú aconsejas con el Concierto para Orquesta.
    Llegúe a tu blog por casualidad. Un saludo desde la Costa Brava.
    Montse

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