Shabbat y tecnologia

Éxodo 23:12 Seis días trabajarás, y al séptimo día reposarás, para que descanse tu buey y tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero.

Éxodo 20:10 mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.

Éxodo 31:13 Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico.

Éxodo 16:29 Mirad que Jehová os dió el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día.

Isaías 58:13 Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras,
58:14 entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado.

Deuteronomio 5:14 mas el séptimo día es reposo a Jehová tu Dios; ninguna obra harás tú,ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú.

Shabbat

La observación del día de descanso, el Shabbat, es mucho más estricta entre los judíos que entre los católicos. Los primeros, que sólo aceptan el Antiguo Testamento, tienen la Biblia plagada de referencias que encomian a la retirada y el descanso en el séptimo día.
Los católicos sin embargo tienen también referencias en el Nuevo Testamento que contradicen la severidad del Shabbat:

Marcos 2:27 También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo.

Colosenses 2:16 Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo,

Romanos 14:5 Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente.

Jesucristo era judío, pero entre sus enseñanzas estaba la de que no había que tomarse tan en serio la observación del Shabbat. Para los cristianos (por creencia o por educación) el alcance de la celebración del Shabbat nos es desconocido. Nos imaginamos una fiesta similar al domingo cristiano: Misa y descanso.

Judíos ortodoxos

Sin embargo los judíos ortodoxos, los que cumplen las leyes en su vida cotidiana, y que son cerca de un millón sólo en Estados Unidos, el cumplimiento de las normas del Shabbat es un quebradero de cabeza.
Vaya por delante la explicación, en mi opinión necesaria, de que el Shabbat no se corresponde con el día del sábado. Esto es, no va desde las 00:00 de la noche hasta la noche siguiente. Es un día que parte de la caída del sol del viernes hasta el anochecer del sábado. De ahí que se reparta entre dos días.
Las normas se recogen en las 39 tareas prohibidas, que van desde la imposibilidad de hacer un nudo, hasta la prohibición de sembrar. Las tareas son muy variadas (pueden leerse aquí ) pero en general se resumen en lo siguiente: En Shabbat no se debe trabajar.
El objetivo del Shabbat es recordar el gesto de Dios que tras crear el mundo se detuvo a observar lo realizado. No fue tanto un descanso, innecesario en un ser todopoderoso, sino un parar, evaluar lo hecho en los días anteriores. El día sagrado de los judíos no es un castigo que pone difícil el convivir con la religión. En el Shabbat las actividades permitidas y recomendadas son el comer, el sexo, estar con la familia, visitar a los amigos, cantar, reflexionar, rezar, leer. No es ni mucho menos un infierno, antes bien, una comunión entre el hombre y Dios.
Sin embargo la vida moderna dificulta la evasión de las 39 tareas prohibidas. El no sembrar es bastante llevadero, pero una de las más difíciles normas es la que se refiere al fuego: no encenderás o apagarás un fuego en el día de Shabbat .

Electricidad y Shabbat

Y aunque para los no fumadores esta prohibición del fuego sea algo sencillo de realizar a diario, la norma no está anclada en el pasado sino que se ha ido actualizando conforme la tecnología iba avanzando. Equivalente a encender un fuego es encender un interruptor. Tampoco está permitido apagarlo. Internamente se produce una reacción que provoca una llama que enciende un filamento. Así es como lo entienden la mayoría de los rabinos, que impiden por lo tanto el uso de la luz eléctrica.
Ahora bien, los judíos pueden ser los religiosos más cumplidores del mundo, pero tienen un sentido práctico que les ha hecho prosperar siempre. No se trata de un hecha la ley, hecha la trampa, sino que dentro de la legalidad, tratan de mantener algunos aspectos imprescindibles para la vida moderna. Si fueran pocos, serían unos hackers, como son una enorme comunidad de varios millones de personas en todo el mundo, son un interesante mercado en el que las empresas se han fijado, para hacerles la vida más fácil. La tecnología Kosher, compatible con el Shabbat .
La preparación del judío para el Shabbat empieza ya el mismo viernes. Hay que organizar todo tipo de tareas para que el día sagrado estén dispuestas. Para no incurrir en las prohibiciones, los nudos se atan, las semillas se plantan. Pero también se cierran los cabos laborales (no está tolerado el siquiera pensar en el trabajo en ese día), se prepara la comida – no habrá horno al día siguiente ni microondas, ni fuegos de la cocina. Se hace la compra, pues tampoco está permitido comprar al día siguiente. Toda una serie de tareas que con la rutina semanal resultarán normales y rara vez se olvidarán de algo importante.
El sábado por la mañana suena el despertador. Está permitido haberlo configurado por la noche, pero no por la mañana (sería trabajo). No se puede interrumpir el sonido con la mano: sería interrupción del sonido estridente, algo no permitido (igual que tampoco lo está el producir sonidos muy fuertes). Además, si el reloj es eléctrico se interrumpiría una corriente – un fuego – lo cual está también vedado.
No hay problema porque existen los despertadores kosher, respetuosos con la religión y homologados por los rabinos:
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Estos despertadores permiten varias alarmas programadas que se autoextinguen (por ejemplo una a las 7:30 otra a las 7:35 otra a las 7:40 otra a las 21:00 y otra a las 15:00). Además la pantalla es opaca (muy importante que no tenga luces y que no haya un display que pueda ser interrumpido, otra prohibición importante es la de escribir o borrar lo escrito).
No se puede usar el agua caliente para la ducha, pero la higiene es fundamental para un día así de celebración familiar y hacia Dios. Aquí hay poca solución posible. Tras vestir las mejores prendas posibles, uno se prepara para el desayuno, en familia y un acto más de la celebración. Pero un drama espera en el frigorífico.
Si el frigorífico es de los que accionan una luz al abrir la puerta, un judío ortodoxo no deberá abrirlo. Lo habitual es desenroscar la bombilla el día antes para evitar este problema. La nueva tecnología sin embargo no lo pone tan sencillo al ser un mecanismo incluido en el propio refrigerador.
Hay un problema añadido: el termostato. Si abres la puerta, el frigorífico se calienta, con lo que se acciona el motor que trata de igualar las temperaturas. Por eso un practicante fiel tiene que estar atento y no abrirlo hasta que el motor esté en uno de esos momentos de funcionamiento.
Afortunadamente la tecnología se ha preocupado por ellos y existen varios frigoríficos de primeras marcas que ya disponen de un modo Kosher (compatible con el Shabbat). Entre ellas Eletrolux:
Estos productos son todo un desafío tecnológico. Por un lado, tienen que formar parte de un frigorífico convencional, pues no sería rentable fabricarlos por separado. Las modificaciones afectan a aspectos que son fundamentales en el uso en modo “no Shabbat” como la luz que se enciende o el termostato. Además, debe recibir la sanción oficial de un rabino. Existen algunas empresas de certificación de productos como “Apto para Judíos Ortodoxos”, casi todas radicadas en Israel.
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El producto tecnológico por excelencia para el Shabbat es la vitrocerámica con “modo Shabbat”. La prohibición más clara es la de encender un fuego de ahí que sea una de las más controladas por los practicantes. Las vitrocerámicas, cocinas y hornos deben tener un modo de funcionamiento “sin botones”, que permitan calentar la comida preparada previamente, sin interacción clara del cocinero, pero con la flexibilidad de adaptarse a la necesidad de subir y bajar el fuego. No he conseguido entender del todo bien cómo funcionan. Me imagino que los fuegos permanecerán en stand-by si no sienten que hay algo encima y los habrá a distintas temperaturas.
La activación de los modos “Shabbat” es normalmente compleja para evitar que una persona ajena a las tribulaciones de los judíos no se encuentre por accidente con uno de esos frigoríficos que no iluminan o una cocina que no se apaga. Así, el ama de casa judía ortodoxa tiene que tener un alto conocimiento de la tecnología para no equivocarse con las configuraciones. Lo sorprendente es que la existencia del sábado en lugar de hacer a los judíos ortodoxos menos tecnológicos los convierte en más preocupados por los avances que ningún otro.
Como curiosidad, la mejor tienda de fotografía de Nueva York (y por ende una de las mejores del mundo) es gestionada exclusivamente por judíos ortodoxos. Cierra los viernes por la tarde y todo el sábado, para abrir en domingo.

Gramma

Las prohibiciones invaden todas las actividades cotidianas de ese día. No se pueden tocar instrumentos musicales, pero sí cantar. No se puede ver la televisión (desde luego no encenderla) y tampoco el ordenador. Los teléfonos móviles están descartados, sólo pueden usarse en caso de emergencia y también sólo unos modelos especiales, sin luces y sin displays del número entrante (prohibición de escribir). El ejército israelí es el mayor demandante de estos teléfonos, para sus soldados judíos ortodoxos.
Una prohibición curiosa es la que se refiere a la escritura. No está permitido escribir. En este caso se refiere por escribir “unir más de dos letras”. En general están prohibidos los actos de unir (como hacer un nudo) y separar (como abrir un fieltro), la escritura está entre el trabajo (prohibido) y este propio acto de unión.
Uno puede sobrevivir sin escribir durante un día a la semana. Sin embargo esto causa problemas en los hospitales, donde hay que ir rellenando el historial del paciente. Es algo inevitable, de ahí que el ingenio judío haya salido en ayuda. Existen unos bolígrafos de escritura temporal, la tinta se borra a los pocos días de ser escrita. Esto permite tomar las notas pertinentes y luego al día siguiente, con autorización, reescribirlas con tinta permanente, antes de que se pierdan.
La tecnología curiosa invade la cotidianidad. Hay coches aptos para judíos ortodoxos (no se debe viajar en sábado, encender el motor o apagarlo son infracciones, las puertas no deben abrirse tampoco, toda una cadena de dificultades). Recientemente se inventó la lámpara para sábados: es una lampara convencional sólo que en lugar de encenderse o apagarse cuenta con una mampara que la hace opaca según se gira. Así, está encendida todo el día, pero no tiene que estar emitiendo luz y no se apaga nunca.
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Estos inventos recuerdan a épocas pretéritas, pero son tecnológicamente todo un reto y son de lo más puntero que existe.
Uno de los conceptos más fascinantes que giran en torno al Shabbat es la Gramma. En términos generales están prohibidas las acciones directas: pulsar un botón. Encender una luz, abrir una puerta, golpear un tambor. Son acciones que provocan una reacción directa, no autorizada.
Sí se permiten sin embargo las acciones no intencionales. Un ejemplo de debate continuo son las luces que se encienden automáticamente cuando se entra en una habitación o las puertas de los centros comerciales de acción automática. Uno no las abre propiamente pero en cierto modo las provoca. Si existe un lucro en la acción, además de un conocimiento de lo que se está realizando, esta no está permitida. Sin embargo cuando se produce de forma indirecta, no voluntaria, entonces sí. Uno por ejemplo puede encender una de esas luces automáticas sin ser consciente de ello, entonces no incurre en infracción. Si la habitación estaba suficientemente iluminada y provoca esa iluminación no hay infracción; Al no haber un beneficio directo no existe correlación entre el acto y la consecuencia.
Esta falta de causalidad, a veces un poco forzada, es la denominada Gramma. Si hay Gramma, el acto está permitido. Casi toda la tecnología que se crea para funcionar en Shabbat está basada en este principio. Para ello uno de los métodos más eficaces es el de la aleatorización.
Mediante la aleatorización una acción puede provocar una respuesta no del todo predecible, por lo que es permitida. Por ejemplo: si al pulsar un botón este provoca, en función de una determinada función de probabilidad, que una luz se encienda (o no) podemos estar evitando las prohibiciones. Si uno acaba encendiendo esa luz el resultado es inesperado, al no depender plenamente de uno mismo.
Otra forma de aleatorización es el retardo voluntario. Por ejemplo pulsamos un botón y este produce una reacción, pero a posteriori, tras un tiempo de espera aleatorio que bien puede ser de pocos segundos o casi un minuto. Nuestra acción no produce un efecto conocido e inmediato, de ahí que sea en ciertos modos permitida.
No deben confundirse estos ardides con que todo truco es permitido. Una acción que trate de evadir el principio fundamental del Shabbat , de retirada, no está permitida por mucha tecnología que incluya. Por ejemplo, los ascensores de los edificios donde habitan judíos, y hay barrios enteros, no funcionan de forma habitual, sino que van haciendo un recorrido por cada una de las plantas, parando siempre y abriendo siempre las puertas de forma automática. Aunque cumple estrictamente la legislación, su uso no es recomendado al ser un descarado rodeo para evitar enfrentarse a la cruda realidad de las escaleras.
Un saludo afectuoso para todos los lectores judíos de esta página.
Fuentes: Todas en inglés. Aparte de las ya citadas:

6 comentarios en «Shabbat y tecnologia»

  1. Muy interesante artículo. Conociendo el lado pragmático de la sociedad judía (y que le ha permitido ocupar siempre elevadas posiciones en todas las sociedades), uno se pregunta si, en el seguimiento de estas normas, tiene más peso la ortodoxia religiosa o el mantenimiento de esa pujante industria de artículos ‘kosher’.

  2. Increíble. Hay artículos con los que te luces y éste, sin duda, me ha sorprendido por completo. No sabía que llegasen a tanto las prohibiciones (y que se hubieran ido actualizando) pero jamás hubiese imaginado la cantidad de productos inventados para evitarlo. Curioso mercado el kosher.
    Saludos.

  3. los preceptos que el señor entrego al pueblo de israel, son eso, preceptos para el pueblo de israel, si los gentiles los vamos a analizar, no hagamos como que no queremos cumplirlos o buscando excusas para no hacerlo, o mostrandolos como algo rigorista, por que no son para nosotros, ovio que para una cultura como en la que vivimos, estos preceptos pareceran algo casi imposible de hacer, pues simplemente no es parte en nuestra cultura, mas de los judios la es, y lleban milenios, cumpliendolos, si vos vives en israel, te daras cuenta que el shabbat es un dia de descanso como decir aqui el domingo, acaso por ser domindo no laboran los hospitales??, por encima de muchos preceptos incluyendo el shabbat, prima la vida misma, claro debe quedar esto, debemos tener cuidado con lo que decimos de estos preceptos por que recordemos que son palabra del señor, y para andar por ay diciendo que lo que manda el señor son cosas rigoristas, o que no nos parece lo que hace el pueblo de israel, tendriamos que enfrentarnos al señor y a 5700 años de historia del pueblo judio. saludos hermanos.

  4. Esros no son prohibiciones del señor, las prohibiciones de El para shabat solo son 4, el resto se lo inventaron los judios y si los volvieron mandamientos, le estan añadiendo a la torah, y esto si que es quebrantar un mandamiento.

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