Éxitos en video

Frank Darabont y Cadena Perpetua.


Sinceramente, no encuentro explicación a por qué le dejaron dirigir la película “Cadena perpetua” (The Shawshank Redemption) a Frank Darabont.
Frank Darabont tuvo que pelear muy duro dentro de Hollywood para conseguir sus primeros trabajos. Comenzó su carrera con brillantez, en 1983, con el corto “The Woman in the Room”, adaptación de un relato corto de Stephen King. Por este trabajo llegó a las semifinales en la lista de los Oscar. Pero luego le tocó trabajar en el equipo de vestuario mientras intentaba conseguir establecerse como escritor. Hasta 1987 no consiguió aparecer como co-guionista de Pesadilla en Elm Street 3. A partir de ahí consiguió algún tipo de éxito, con otras adaptaciones como en La Mosca II (también compartida). Llegó a dirigir una mala película para la televisión en 1990.
Así, la carrera de Frank Darabont era demasiado corta para emprender una película del calado de Cadena Perpetua. Es cierto que actores hoy en día muy reconocidos como Tim Robbins o Morgan Freeman, en aquella época no eran tan famosos como ahora, pero ya el segundo poseía dos nominaciones a los Oscar y Tim Robbins arrastraba buenos papeles en buenas películas y algunas actuaciones suyas habían recibido el elogio de la crítica.
Posiblemente Darabont estaría ahora planchando una camisa para un extra de una película de segunda categoría si no fuera por la sorprendente flexibilidad de Stephen King.
Muchos escritores basan su carrera en una continua lucha por los derechos de autor de sus obras, reclamando mucho dinero por cada uso de lo que ellos han escrito.


Pero para desesperación de sus representantes, desde los inicios de su carrera Stephen King instauró el Dolar Baby, un trato con talentosos autores jóvenes que quisieran realizar adaptaciones de bajo presupuesto a sus relatos cortos. Según dicho trato, sólo tendrían que pagar un dólar simbólico por los derechos de autor y el compromiso de enviar una copia de la obra finalizada. Esta voluntaria renuncia a algunos millones de dólares es algo que parecen no entender sus abogados. Sin embargo, para Stephen King, sin problemas económicos de ningún tipo, la posibilidad de aumentar la difusión de su obra, y de facilitar la vida a jóvenes realizadores es más importante que esperar a que unos grandes estudios se decidan a adaptar su trabajo, aun cuando estos no tuvieran muchos escrúpulos a la hora de pagar la cantidad que se les exija.
Stephen King permitió a Frank Darabont la adaptación de “The Woman in the Room” en uno de esos Dolar Babies. El escritor quedó encantado con el resultado del trabajo de Darabont. Habían pasado 12 años de aquello, pero cuando el guionista se decidió a adaptar el relato “Rita Hayworth and Shawshank Redemption”, solicitó el permiso correspondiente a King. Ya no era un joven buscando que le regalaran los derechos de autor. Ahora, el cliente bien tratado, estaba dispuesto a pagar el millón de dólares o lo que fuera. Y el escritor, tras saber que de la primera historia había salido una buena película, dejó hacer.
Hay sin embargo un momento crucial, y es aquel en que Frank Darabont consiguió, no sólo adaptar el guión, sino adjudicarse la dirección de la película. Su curriculum era demasiado corto para una tarea de tanta responsabilidad. A falta de leer el libro The “Shawshank Redemption” en que se narra como consiguió hacerse con algo así, sólo se me ocurre teorizar que el guionista agarró el toro por los cuernos, y tras conseguir el visto bueno de Stephen King, con la colaboración de este, presionaron a los productores para que fuera él o ningún otro quien realizara la adaptación. Al final, se llevó el gato al agua.
La película, sin embargo, no tuvo gran éxito. Obtuvo siete nominaciones a los Oscar, pero no ganó ninguna. En lo que a la taquilla se refiere, funcionó muy mal. La verdad es que 1994 fue un año muy malo para estrenar una película. Y es que había que competir con obras maestras como Forrest Gump o Pulp Fiction, grandes películas de acción como Speed y algunas bastante aceptables como Cuatro bodas y un funeral o Quiz Show.
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