Inmigrantes

Durante las últimas semanas se ha incrementado masivamente el número de inmigrantes ilegales que entran en Europa. Gran parte de ellos provienen de Siria, un país destrozado por complicados conflictos internos y externos que van más allá de una guerra civil.

En muchos países europeos se ha planteado el debate de si debe acogerse a toda esa población y, en caso de que sí, cómo debe hacerse. Se han discutido cuotas y se ha hablado de países solidarios e insolidarios.

El debate que se ha puesto sobre la mesa me parece absolutamente fuera de toda sentido común. Se ha producido una crisis humanitaria sin precedentes y los periodistas se han encontrado con mucho interés por parte de la opinión pública. El mismo interés que pueden ocasionar asesinatos de niños, casos de maltrato o escándalos financieros. Los periodistas detectan que a la gente le interesa y hablan más sobre el tema, la gente, bombardeada por la información, adopta una postura más firme en torno a este problema y se produce un círculo virtuoso o vicioso, según se mire.

La postura inicial de España en este problema ha sido la de siempre: no queremos inmigrantes ni en pintura. Poner todo tipo de trabas para que puedan quedarse legalmente, facilitar todo tipo de mapas donde se indique claramente dónde está Francia y en qué dirección se va hacia Alemania.

El gobierno no adopta esta estrategia porque sí. Ni exclusivamente porque sea un gobierno de derechas. Simplemente hace lo que cree que la gente, o al menos sus potenciales votantes, quiere. Es por ello que se han encontrado con una necesidad de cambiar de rumbo bastante paradójica. Ahora la gente quiere otra cosa.

¿De verdad quiere la mayoría que se acojan a todos los sirios que sea posible? En mi opinión es un caso más de borreguismo provocado por los medios de comunicación. Este tipo de espejismos se provocan por la continua polarización de todos los temas que se tratan en la televisión. O blanco o negro. O Cataluña o España. O derechas o izquierdas. A favor de los toros o en contra. Solidario o insolidario.

La mayoría de la población española es solidaria – ojo, sólo en este mediático asunto – por ceguera económica. A diferencia de otros países, en España los gastos indirectos nunca nos han preocupado demasiado, porque la gente está acostumbrada a ignorar que todo gasto del país está siendo sufragado por sus bolsillos. Si sube el IVA del pan un céntimo, se puede desatar una nueva Guerra Civil, pero si se grava con un impuesto ecológico de 5 céntimos por kilo de trigo a los productores, a la gente le dará absolutamente igual.

Así, la solidaridad que se espera con los refugiados sirios es – salvo los casos de personas que realmente se han implicado a nivel personal, a veces hasta ofreciendo espacio en sus propias casas – una solidaridad que se espera que ejerza el gobierno sin preocuparse de los gastos o problemas que pueda acarrear.

Recuerda la postura de un niño pequeño que ve un perro en la calle y quiere adoptarlo. Son los padres los que ven los problemas, los gastos y sobre todo la certidumbre de que ese niño, cuando pase un tiempo, se olvidará del perro.

La superficialidad del debate sobre los refugiados sirios lleva al punto de que todo lo que escriba aquí será reducido a ‘un artículo donde se compara a los sirios con perros’.

Uno de los aspectos más miserables de la crisis humanitaria Siria es la omisión del resto de crisis simplemente ‘porque los niños sirios se parecen a nuestros niños’. Del África subsahariana han estado llegando miles de personas todos los años y la opinión pública mayoritaria siempre ha sido el rechazo. Vidas miserables de venta infructuosa en el top-manta, alejados de la realidad social. Siempre solos o con otros compañeros de sus países de origen, las opciones de integración para los subsaharianos han sido, en gran parte, inexistentes. No hay mayor miseria que el aislamiento social al que se les somete y las vidas perpendiculares al mundo de riqueza donde se encuentran. Muchos pasan de un mundo sin oportunidades para nadie a un mundo sin oportunidades…para ellos.

También se habla de que los emigrantes sirios son clases medias, muchos con estudios universitarios, muchos saben idiomas. Se supone que por ello será fácil integrarlos. La realidad es que España es un país que estaba lleno de jóvenes de clases medias con estudios universitarios e idiomas que se tuvieron que marchar del país. Se va a producir la delirante situación de acoger a algunas decenas de miles de sirios tras haber tenido que dejar marchar a cientos de miles de españoles.

¿Cuántas profesiones de refugiados sirios son compatibles? Desde luego que los médicos y enfermeros pueden trabajar inmediatamente en nuestro país. Pero, ¿De qué nos sirven policías, funcionarios, traductores, comerciales, profesores o fruteros? El verdadero drama de España es que no hay trabajo para casi nadie, si entra más gente, que además tiene el hándicap del idioma, la cultura y la falta de contactos, ¿Cómo se van a poder integrar?

A mi no me preocupa tanto si España debe o no acoger refugiados sirios como el hecho de pensar que no estamos en condiciones de acoger a nadie. Y la misma gente que se queja de la falta de perspectivas profesionales para sus hijos, pide que se acojan a más personas sin siquiera considerar que son más bocas que alimentar, que tendrán que buscar trabajo, alquilar pisos y, si se hace como parece que la gente pide, eso se tendrá que pagar de nuestros impuestos, al menos al principio.

Un problema real que han vivido muchos países de Europa – y no España – es el haber acogido muchos inmigrantes de países musulmanes sin control. Luego se han encontrado con guetos que han crecido hasta dimensiones preocupantes. Hay barrios enteros de Berlín donde sólo viven turcos. 1.500 franceses se han ido a combatir apoyando al Estado Islámico. Un cuarto de la población de Bruselas es musulmana. Normalmente se habla en términos multiculturales de forma positiva. Pero aquí estamos hablando de casos de no integración, de mundos aislados dentro de un país. Que una mujer no pueda caminar tranquila por ciertas calles de Bruselas si no lleva pañuelo no es preocupante, sino lo siguiente.

¿Es la población Siria fácil de integrar? Según con quiénes se los compare. De nuevo se ha entrado en la descalificación a cualquier argumento negativo, diciendo que hablar de que entre los refugiados tiene que haber posibles integristas es de una total xenofobia. Pero sí, claro que los habrá y por supuesto que no hay que pasarse de guays, dando palmaditas en el hombro.

Lo que no se puede hacer es denegar sistemáticamente el acceso a argentinos, peruanos, ecuatorianos, colombianos, que se integrarían en España en un abrir y cerrar de ojos y luego aceptar sin pestañear a todos los sirios simplemente porque salgan en televisión.

No tengo una postura definida en este conflicto, a pesar de las críticas. Me parece demasiado complicado. Lo que me indigna verdaderamente es la superficialidad rozando la infantilidad con que se juzgan todos los problemas. Porque este es el país donde se supone que, tras tantos años viviendo en él, debería estar integrado.

4 comentarios en «Inmigrantes»

  1. Tiempos complicados nos han tocado vivir.

    La gente es cada vez más manipulable , desde un Pablo Iglesias en los debates con “que la crisis la paguen los ricos” como solución y ahora con los medios bombardeando con que hay que acoger porqué “la culpa la tenemos nosotros los europeos”.

  2. Estoy de acuerdo con una parte de tus argumentos (el económico o la superficialidad del tratamiento de este tema), pero creo que confundes el fenómeno de la inmigración con el de los refugiados.

    Siria es un país en guerra, con 7 millones de desplazados de una población de 23 millones. Se habla de 4 millones de refugiados. Hagamos el esfuerzo de imaginarnos un equivalente para nuestro país.
    Los refugiados no son personas migrantes que buscan una vida mejor en países más desarrollados, son personas que huyen de la muerte en un conflicto bélico.

    Si aceptamos esta distinción, no podemos comparar la inmigración latinoamericana, que efectivamente se integraría muy fácilmente con nosotros, con los refugiados sirios. Además, entiendo que los refugiados retornarían a su país al final del conflicto en gran medida.

    Un saludo.

  3. Aplausos. Has venido a expresar lo que he estado pensando sobre este tema.

    Carlos, suponer que retornarán motu proprio es eso, una suposición. Y en el hipotético caso de que el conflicto cese a corto plazo.

  4. Hace mucho tiempo que sigo esta página y hoy es la primera vez que he tenido el impulso de comentar, tal ha sido mi alegría al leer a alguien con el que comparto su visión y pensamiento sobre este tema.
    Encima los 3 comentarios (hasta la fecha) también la clavan desde mi punto de vista.
    Simplemente quiero decir “chapeau” a todos por expresar de manera tan clara algo que lleva tiempo en mi mente y no supe ponerle orden. Gracias.

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