De Borbón y Borbón

Los reyes, por lo general, no suelen tener apellidos. El rey de España nació con el nombre de Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón-Dos Sicilias. Su padre se llamaba Juan de Borbón y Battenberg – nunca llegó a ser rey – pero ya su abuelo no era más que Alfonso XIII de Borbón, con un solo apellido. El bisabuelo de nuestro rey actual se llamaba Alfonso XII de Borbón.

La reina de España se llamaba al nacer Sofía de Grecia y Dinamarca. Su padre, rey de Grecia, se llamaba Pablo I de Grecia.

El primogénito de los reyes de España se llama Felipe de Borbón y Grecia. Cuando sea rey – si es que esto ocurre – pasará a llamarse Felipe VI. El nombre de Felipe le viene por el de Felipe V, primer rey Borbón de España.

Un hecho trivial es que si los reyes hubieran aplicado la herencia de apellidos de acuerdo al criterio alfabético, tal y como se está discutiendo mucho hoy en día por una modificación en una ley de reciente publicación, nuestro rey tendría los apellidos de “de Austria y de Austria”. Y curiosamente no haría falta remontarse a la época de la dinastía de los Austrias, la predecesora de los Borbones. Retrocediendo tan solo cuatro generaciones tenemos al Archiduque Carlos Fernando de Austria (que habría dejado su apellido a Alfonso XIII y de ahí al rey actual) y por otra rama del árbol genealógico a la Archiduquesa María Teresa de Austria. Estas ramas están ubicadas de tal forma que habrían dejado a nuestro rey, de tener que trasmitirse el primer apellido por orden alfabético, como Juan Carlos de Austria y de Austria.

Es decir, que ni la endogámica y elitista estirpe de los Borbones sería capaz de persistir a la furia alfabética de los Austrias, que paradójicamente les precedieron en la monarquía española.

Fuente: Wikipedia

6 comentarios en «De Borbón y Borbón»

  1. Todos los comentarios de crítica a la monarquía española serán borrados, simplemente porque no tienen nada que ver con el tema y el que quiera debatir u opinar sobre eso que elija cualquier otro lugar de Internet.

  2. (Lo de la preferencia alfabética es sólo en caso de que no haya acuerdo entre los cónyuges, algo poco probable en este caso ¿No crees?)

    [Comentario zrubavel: Efectivamente es sólo en caso de desacuerdo, con lo que es absurda la polémica que se ha levantado al respecto. También está legislado el caso de que los padres no den un nombre a su hijo – también si no se ponen de acuerdo – pero esto a todo el mundo sí le parece improbable.
    Sin embargo el valor por defecto aquí tiene mucha importancia porque necesitas un motivo para dar el apellido alfabéticamente desfavorable. En las negociaciones de cara al apellido se pueden generar conflictos familiares considerables, ya sucede con los nombres de los niños, no quiero ni pensar lo que sucederá con los apellidos. En realidad mucha gente prefiere no tener que elegir.

    El uso del orden alfabético en organizaciones de grupos y sorteos es muy común en las administraciones públicas y está demostrado que es un sistema muy injusto con ciertos apellidos, pues la distribución de los apellidos no es aleatoria. Un García Zunzunegui (el último apellido dentro de un apellido muy común) está sufriendo discriminaciones que ni se imagina.]

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  4. Pues yo debo ser raro paco, pero el comentario 1 me parece totalmente lógico, vistos los antecedentes. Que basta que se toque de refilón algún tema “caliente” para que se desvíe la atención del motivo central del artículo y esto se convierta en una cueva de trolls.

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