Cómo Argentina entró en crisis

He sacado estos comentarios del foro de Idealista. Los firma fluke.
De nuevo ha surgido el tema de Argentina hoy. Por si contribuye a aclarar cuento lo que sé, ya que viví del 95 al 2001 en Argentina y durante los últimos años de decadencia me interesó conocer el porqué.
Argentina tuvo en los 80 una etapa de hiperinflación que tuvo tremendas consecuencias en la economía y sobre todo, en la sociedad. Cuando Menem llegó al poder, Cavallo llevó su receta de patrón monetario para terminar con la hiperinflación y se instauró la ley de convertibilidad: el estado garantizaba el cambio de un dólar por cada peso, para lo cual era necesario que el banco central argentino tuviera en depósito dólares suficientes para cambiar toda la masa monetaria de pesos por dólares con cambio 1 a 1.
En el corto plazo el éxito fue total. El prestigio de Menem y Cavallo creció en el mundo, acompañado además de las medidas de política neoliberal que llevaron adelante las privatizaciones de empresas públicas y permitieron que Argentina fuese considerada por el Fondo Monetario Internacional como alumna aventajada y por lo tanto, destinataria de tanto crédito como quisiera.


Hasta aproximadamente 1997, el país vivió en un sueño y la gente creyó que los fantasmas de la hiperinflación y las crisis económicas habían desaparecido para siempre. En 1997 se empezaron a notar en la calle los síntomas de un cambio de tendencia. Lo primero que se notó fue una escalada de actos delictivos que terminaron con la Buenos Aires plácida. Decenas (si, decenas conocidos por mi personalmente) de colegas de trabajo y amigos fueron atracados en taxis, que les llevaban a un cajero automático para sacar lo que podían y, si era necesario, haciendo uso de violencia física.
A este punto se llegó como consecuencia de las políticas económicas de los 90, básicamente: la paridad monetaria forzada, el endeudamiento y la fiesta.
El tipo de cambio forzado peso-dólar tuvo como consecuencia un aumento extraordinario de las importaciones, y una destrucción casi total del tejido productivo del país, ya que era más barato comprar todo fuera que hacerlo en el país. Las empresas industriales se fueron al garete, y con ellas mucho, muchísimo empleo.
Por otra parte, en esos años entró mucho dinero al país que no tuvo como fin precisamente el desarrollo del país y la mejora del nivel de vida de la gente. En Argentina las desigualdades son muy grandes, y el dinero fluye, por vías legales o ilegales, de los que menos tienen a los que más tienen.
El dinero entró en cantidades ingentes: a través de los ingresos por privatizaciones (del cual las empresas adjudicatarias sacaron mucho más dinero del país procedente de la gente corriente), y a través de los créditos del FMI y de otros.
¿Qué pasó a fin de los 90?
Un país con su tejido productivo extremadamente deteriorado como consecuencia de la política cambiaria que había llevado a un nivel de desempleo muy elevado. Un 20% de desempleo en Argentina no es como un 20% de desempleo en España. Allí no hay el mismo nivel de cobertura social que aquí y además, los salarios bajos son de miseria, y no como en España que son simplemente de pobreza.
Un país que estaba sometido por los pagos de intereses de la deuda externa, que junto con la caída de la actividad económica interna mermaban sus reservas de divisas.
Un estado que, según disminuían las reservas, se veía que iba a ser incapaz de hacer frente a su compromiso de cambiar cada dólar por un peso.
Una clase dirigente que lo sabía y sacó su dinero, convertido a dólares, del país, antes de que sucediera lo inevitable, contribuyendo a mermar las reservas.
Y lo inevitable fue el corralito y la devaluación que no fueron causa, sino consecuencia totalmente inevitable ya que, sencillamente, en el país no había dólares para mantener la farsa.
A partir de ahí es todo conocido, ya que Argentina pasó a las portadas de toda la prensa mundial.
¿Similitudes con España? Sí, muchas, sobre todo a nivel cualitativo: la soberbia de nuevos ricos, el endeudamiento como sostén de la economía, el corsé monetario, pero con importantes diferencias, ya que sin duda España parte de una base mucho más sólida en cuanto a desarrollo, las desigualdades son muchísimo menores y, aunque aquí se robe mucho, allí se roba todo. En definitiva pienso que hay mucho que aprender de la experiencia argentina, y que aquí pasarán algunas cosas que se podrán describir de forma similar, pero la magnitud de lo que pasó allí será la gran diferencia. Igual que un huracán afecta de distinto modo en USA que en Honduras.
Fdo. Fluke.