Suicide chess

Sobre el juego de ajedrez hay cientos de variaciones. Dada la complejidad del mismo(muchas piezas distintas, tablero grande con casillas de distintos colores) el total de cambios en las reglas que determinan un juego muy diferente es casi infinito.
En mi vida he jugado a muchas de ellas. Unas son divertidas, otras angustiosas. Pero hay una variación de ajedrez, que fuertemente destaca entre las demás: el “suicide chess”.
Las normas son las mismas que en el juego normal, salvo las siguientes:
a) El rey es una pieza como cualquier otra: puede capturarse, puede coronarse un peón y solicitar un rey y no está permitido enrocar.
b) Capturar es obligatorio. En caso de poder realizar varias capturas, el jugador puede elegir.
c) Gana quien se queda sin piezas.


A poco que juegas algunas partidas a este juego te das cuenta de que no es nada fácil. Y de que, al igual que el ajedrez, es bello.
Aperturas convencionales, como 1.e4 (1.P4R) son perdedoras (fácil de comprobar). A diferencia del ajedrez normal, el porcentaje de jugadas perdedoras al comienzo de la partida es muy elevado.
Según contaba en un comentario en el blog de Juegos de ingenio al hilo de un buen post de su autor(este blog es muy bueno) una notable diferencia con el ajedrez estriba en que en el ajedrez el jugador con más ventaja tiene mayor libertad de elección y la probabilidad de que la partida “pegue un vuelco” es más bien baja. Como en la vida real, los pobres cometen más errores(graves). Es por eso que en el ajedrez, el que va ganando, suele ganar.
En el suicide chess no es así. En este juego, cuando tienes pocas fichas, no está claro que puedas encontrar una forma de forzar a tu rival a que las capture todas. Es por eso que la estrategia apenas si existe. Todo es muy concreto, no hay reglas.
Está demostrado que el juego es mucho más difícil que el ajedrez. En realidad, el nivel de los humanos es muy bajo, ya que nadie puede dedicar mucho tiempo a este delirante juego. Aún así, y teniendo en cuenta que el juego es eminentemente táctico, los (mejores) humanos vencen a los (mejores)ordenadores.
En el ajedrez convencional, capturar suele ser bueno. Eso es algo que muchos ordenadores nos han enseñado a los humanos. Sin embargo, en el suicide chess dejarse capturar es realmente difícil de evaluar. En cierto modo, los conceptos estratégicos del suicide chess son mucho más profundos que los del ajedrez, por lo que resultan mucho más dificiles de traducir en algoritmos que pueda usar un ordenador.
La dificultad de un juego no determina su éxito. El ajedrez, un juego con más de 3.000 años de historia, citado en los libros desde la Edad Media, no va a ser desplazado por un nuevo juego, por bueno que sea. Hay importantes factores psicológicos que potencian el interés del juego. Es una metáfora de la guerra, del consumismo, de la caza. El que más tiene es el que gana. Como en la vida, comienzas teniendo muchos recursos que no puedes usar para acabar con unos pocos que manejas a la maravilla. La vista de una posición con gran ventaja posicional es, para un jugador, tan placentera como la de un campo de trigo.
El suicide chess por el contrario, es un juego raro, artificial, en el que nunca puedes sentirte seguro. Nunca sabes si estás haciendo bien las cosas o no. Al terminar una sesión de partidas acabas con la cabeza embotada, y, aunque hayas ganado muchas partidas, te sientes mal. Creo que el suicide chess se parece mucho a la vida real, llena de contradicciones, dura y difícil, pero indudablemente bella.
Links: Entrada de Wikipedia: Variantes del ajedrez.
Entrada de Wikipedia: Suicide chess
Página de la Federación: ICGA. Con partidas muy interesantes

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