Pagar por Gmail

La vida de cada uno a lo largo de direcciones de correo no es más que la historia misma de Internet. Empecé usando una cuenta de ole.com antes de que Terra incluso existiera. Luego me pasé a diversas cuentas, y como todo hijo de vecino tuve mis cuentas de hotmail. Hasta que finalmente acabé probando Gmail.
Mis opiniones sobre Google siempre fueron muy desafortunadas. La primera vez que me hablaron de Google como buscador dije “una empesa que haya elegido un nombre tan malo no va a ninguna parte”. Ni siquiera me preocupé de usarlo como buscador. Sería con el tiempo, cuando ya estaba en boca de todos, cuando me di cuenta de que realmente aquello era otra cosa. Mucho mejor que lo existente.
Cuando comencé a usar la cuenta de Gmail pensé “menudo agobio, esto está lleno de links y de botones, no hay quien se entere de nada”. De nuevo les presagié un amargo fracaso, por todo aquello de la usabilidad.
Sin embargo, un coche que tenga más funciones que otro tendrá que tener, por fuerza, más botones y mandos que el otro. Y es lo que ocurre con Gmail. La competencia tiene cuatro o cinco funciones (enviar, recibir, reenviar y borrar), Gmail está de nuevo a otro nivel.
Con el tiempo, de usar una cuenta pasas a tener algo más. De enviar y recibir correos, aquello acaba siendo un gran almacén de tu vida en la red. Cuando quieres guardar algo, aprovechas el espacio “ilimitado” de la cuenta para crearte un borrador de correo. Es una especie de disco duro en la red. También puedes reenviarte correos de otras cuentas a la de Gmail y administrarlos desde allí. Se acabó tener que visitar un reguero de direcciones. Así, llega un momento en que tienes algo más que una cuenta de correo. Tienes algo que te gusta y que necesitas. Y encima es gratis.


Como indicaba, cuando hablaba de la beta permanente, Google encima se guarda las espaldas para restringir los servicios o bloquear mi cuenta cuando la apetezca. Y eso me molesta porque no me deja trabajar con libertad. Quiero tener un sitio que almacene todos mis correos y alguien a quien poder gritar como se me borre uno solo. Donde pueda poner mi hoja de reclamaciones y pedir compensaciones económicas. En resumidas cuentas, me han enseñado una forma de hacer el correo electrónico como debe ser. Y ahora, como cliente, quiero firmar en alguna parte. Quiero comprar lo que me venden. Y sin embargo, ellos no venden nada. No hay opción de ser un usuario de pago. No hay seguridad, cualquier día lo cambiamos todo. Ponemos un banner para descargarte tonos de móviles y una sección de contactos.
Habrán hecho sus cuentas. Mantener un servicio de pago, del que quizás no obtendrían – a día de hoy – más de un millón de clientes. Y por el que no puedan cobrar más de 30 dólares. Son migajas comparado con lo que obtienen – a día de hoy – por la publicidad que muestran a esos usuarios. Además, se están ahorrando un servicio profesional de soporte y demandas por haber perdido algún que otro correo.
Son muy listos, se creen. Pero estoy esperando a que alguien de la competencia haga algo parecido y que funcione y que sea de pago, para dejarles. Sin embargo, la competencia parece que no se anima. Me toca esperar a que se acabe esto de la Web 2.0, hasta que llegue, la deseada por todos Web $.0.

Un comentario en «Pagar por Gmail»

  1. Yo suelo decir que Gmail es el único servicio de internet por el que estaría dispuesto a pagar a día de hoy.
    Si fuera una cantidad razonable, pongamos 10 euros/año, los pagaría encantado porque Gmail es radicalmente mejor a todos los demás gestores de correo web y software.

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