Analisis de sangre

Hace poco fui al médico a hacerme un análisis de sangre. Los que tenemos la suerte de no tener que visitar a estos profesionales muy a menudo no estamos familiarizados con procedimientos más o menos rutinarios que ocurren en la consulta del médico todos los días. En mi caso, me muevo de forma torpe, porque no sé qué es lo habitual.
Una vez allí pude constatar algo habitual en España: la incapacidad de la gente para organizarse, ya sea de forma espontánea o mediante algún sistema, dentro de una fila.
Lo veo en el supermercado. Según estudios los estudios más elementales de la Teoría de Colas el tiempo medio de espera de las personas disminuye en más de un 30% si se usa una fila común para todas las cajas y la gente sólo se mueve cuando queda algún puesto libre.
En lugares infectos – no por las cajeras sino por los clientes – como el DIA%, cuando a veces se consigue llegar a este formato ideal, siempre aparece un indeseable que entiende que si el conjunto se ahorra un 30% él podría ahorrarse mucho más si pasa a ser el primero de su propia cola. Lo malo no es que se aproveche de los demás, sino que provoca que automáticamente se rompan filas, volviendo al sistema ineficiente pero libre de suspicacias.
En la consulta de mi médico no es diferente. Aunque este pone una lista con las personas y su orden de prelación, la gente prefiere guiarse por la costumbre, con lo que se ignora esa lista y se pasa al criterio de primero en llegar primero en ser atendido – modelo FIFO ( First In First Out ) o modelo ¿Quién es la última?.
Lo más siniestro de esta absurda lista de prelación que no se respeta es ver los tiempos estimados para cada paciente. Tres minutos. Se entiende que un porcentaje más o menos elevado de pacientes no asista a pesar de haber reservado cita. Pero tres minutos es realmente poco tiempo. La Sanidad Pública es una ficción de bienestar – que explotará junto con el sistema de pensiones a su debido tiempo. Hoy en día las únicas enfermedades para las que se puede esperar un trato excelente son las muy graves – cánceres, rehabilitaciones de accidentes de tráfico, transplantes.
No es que me sobre ética – cualquier día os cuento una historia sobre cómo ganar a la ruleta de forma infalible, mediante anuncio patrocinado – pero en el médico iba con la idea de no gastar más de esos tres minutos. Así, apenas si saludé y antes de sentarme ya estaba buscando mi expediente. En menos de diez segundos lo había encontrado y en otros tantos me había dado un diagnóstico.
No soy tan iluso como para pensar que el médico, antes de mi visita, había pasado algún tiempo repasando los análisis diversos que le habían llegado. En esos escasos segundos bien aprovechados pasó la vista por la hoja, con la mirada experta del médico. El formato era un dechado de usabilidad:
Sangre Tipo A…………………….3,4……………………..Optimo 3-5,2
Sangre Tipo B……………………6.000……………………Optimo 3.000-8.000
Sangre Tipo C…….***………….5,99……………………..Optimo 6-8
Sangre Tipo D……………………150,3……………………:Optimo 60 – 200


El médico se limitó a recorrer el listado, buscar un asterisco y darme la monserga correspondiente al déficit de Sangre de Tipo C. Estoy seguro de que lo que me dijo no era correcto, no sé mucho sobre medicina pero reconozco a un mal mentiroso a la milla. No digo que me quisiera engañar, sino que dijo cosas incoherentes. Lo peor de todo es que me recetó un medicamento y me dijo que viniera en un par de semanas a hacerme el análisis de nuevo.
Si habéis perdido algún segundo más que él os fijaréis en lo que sucede en la derecha del apartado Sangre de Tipo C. Esta bien que la máquina detecte que 5,99 es menor que 6, pero la intervención de un humano habría bastado para darse cuenta de que prácticamente es 6 (no estamos hablando de una medida cuyo mínimo posible fuera, digamos 5,8). Apurando mi segundo minuto, el médico me garrapateo la medicina de rigor y me despidió con viento fresco. Con la duda de si no sería perjudicial para el sistema el que una persona pasase menos de tres minutos en la consulta, salí de allí. Antes de que pisara la calle tenía en mis manos una receta partida en trocitos pequeños.
Para los fanáticos de la automedicación, la siguiente página es excelente para entender los resultados de un análisis de sangre. Donde se quite la Sanidad Privada, que se ponga Internet.

8 comentarios en «Analisis de sangre»

  1. Hola. Me gusta tu blog, lo tengo agregado, pero no me ha gustado lo que dices del supermercado Dia. Lo cierto es que tu post original, enlazado, no tiene desperdicio. Lo siento, es que ya he visto en otra gente esa opinión snob de: “Uy, el Día, está todo sucio, los clientes son lo peor”.
    Parece que te moleste que permitan la entrada a las personas, que sea barato y que la gente reutilice, como debe ser, las bolsas de plástico (y cuando necesitas más, haces la compra en otro sitio y punto). Aquí en Suecia, por cierto, te cuestan 12 céntimos de euro, como mínimo. No, yo tampoco hablo de la situación laboral de las cajeras (pobres, yo siempre he tenido buenas experiencias con ellas). Clientes maleducados te los encuentras en todas partes.
    En fin, yo en el Dia me lo paso estupendamente y siempre he encontrado lo que he querido. Si tú en cambio quieres ir a encontrarte con el “yuppie, a la top model comprando lechugita, a los pequeñoburgueses”, vete a otro sitio donde te cobren un 30% más por la misma calidad, o abre tu supermercado ¿con derecho de admisión? O ve al LIDL, je, también te he leído, me alegro de que ese te guste más.
    Pero te vuelvo a decir, enhorabuena por el blog.
    [Comentario zrubavel: Si no fuera un asiduo cliente del DIA% no hablaría de él. En mi opinión es un descenso a los infiernos, sobre todo si se va un sábado por la mañana, pero no deja de ser una toma de contacto con la realidad. Y eso es siempre beneficioso.
    Lo de las bolsas de Suecia es diferente; tienen un precio disuasorio para que la gente no las compre, porque al final es algo que acaba en la basura y contamina. Una vez estuve en una isla del norte de Europa y allí era mucho peor. De salida no existían las bolsas de plástico y cada bolsa de papel valía más de 50 céntimos de euro.
    Que las bolsas valgan dinero es positivo, pero en España como somos muy finos para llevar la bolsa desde casa y muy listos como para pagar por ellas, optamos por llevar muchas cosas en una misma bolsa, a riesgo de que esta ceda. Insisto en que la culpa no es del DIA% sino de la gente que va al DIA% que en muchos casos – obviamente no todos y tal vez ni siquiera la mayoría- es auténtica chusma.
    Me alegro de que te guste el blog.]

  2. Sobre las colas y los supermercados, totalmente de acuerdo.
    Sobre la sanidad pública, ni de coña. Y aclaro que no tengo ninguna relación con ellos: ni trabajo en la SS, ni tengo parientes o amigos que lo hagan, ni relaciones económicas de ningún tipo con ese organismo, subcontratas, etc. Nada.
    Dicho eso, en el último par o tres de años he visitado muchos médicos (el de cabecera, cinco o seis especialistas, me han hecho análisis de sangre, un TAC, resonancia, etc.). Nada grave: ni cánceres, ni transplantes, ni rehabilitaciones de ningún tipo. Y mi experiencia ha sido siempre muy positiva: poco tiempo de espera (sobre todo desde que hace unos años implantaron la cita previa para el médico de cabecera), excelente atención, explicaciones detalladas de todo lo que se iba a hacer… Fantástico. Ni siquiera puedo decir que las consultas se hayan hecho esperar: de los tres últimos especialistas a los que me enviaron, dos me atendieron en menos de dos semanas; y los análisis fueron incluso más rápidos.
    Estoy seguro de que no todo el mundo tiene la misma experiencia con la SS; pero desde luego la mía ha sido muy buena.
    Ahora bien, cuando quieras hablamos de urgencias… Una vez fui con un ataque de lumbago que me impedía incluso estar de pie, y no te creas que me ayudaron a salir de allí, no. Al ir a pillar un taxi para volver a casa prácticamente tuve que arrastrarme a cuatro patas, mientras la gente me observaba a medio camino entre la indiferencia y la diversión.
    En fin.

  3. A mi siempre me pasa lo mismo en el medico. Tardo aproximadamente 3 minutos entre que entro y salgo. En cambio los abuelos y abuelas tardan aproximadamente el triple. No es que me moleste esperar a que el médico les haga el reconocimiento a conciencia y después se esmere en concretar un diagnóstico correcto. Lo me fastidia es que una gran parte de los ancianos van al médico para entretenerse como si fueran al bar a tomarse un quinto, o al mercado a hablar con el carnicero sobre el precio de la vida. Un porcentaje muy alto de los integrantes en las colas del médico son las personas mayores. También son ellos, en muchos casos, los que se cuelan en las colas, y los que pelean por conseguir cosas gratis. Ya he visto varias veces abuelos metiendose de leches por una pieza de fruta gratis y abuelas llenando garrafas entera de horchata gratis que no se beberán en la vida pero que “como es gratis”.

  4. Si señor, un enlace genial el de la interpretación de los análisis.
    Estoy totálmente a favor de lo que dices del Día, pero de todos modos el auténtico descenso a los infiernos ha pasado a ser el Burguer King de Cuatro Caminos, he estado más de una vez a punto de escribir un post sobre ello pero he desistido porque sería demasiado cruel.

  5. Vaya, pues en España quizá se la sanidad pública pero por estos lares de América del Sur hasta en los hospitales privados hacen eso.
    Ya vas y pagas un ojo de la cara por una consulta… esperas a que te llamen, el médico te hace la pregunta de rigor: ” ¿Qué siente? ¿Qué tiene? ¿Qué te pasa?” No te deja hablar mucho, y te mand a hacer unos exámenes.
    Debes volver la siguiente semana para que te den los resultados y esperemos la solución a tu malestar. A pagar nuevamente (como si fuera otra consulta) a esperar que te llamen… y juas! entras el médico casi ni te saluda, te dice en 10 segundos lo que tus análisis indican y en otros 10 te receta algo, en 5 te despide. =) Sí que son eficientes con sus “clientes”.

  6. me hacen muchisima gracias esos y esas personajillos personajillas que van de listos listas,van de ,,,,,, yo jamas ire a comprar a ese sitio cutre,pero lo mismo mandan a alguien a que les haga la compra del mes,son gente que se viven como pobres para morir ricos ovivesn como ricos para vacilar.a lo mejor lidl dia o cualquier supermercado de bajos precios nunca lleguen a ser ni hipercores ni cortes ingles pero cada uno tiene su calidad.

  7. Me acaban de dar los resultados de un análisis de sangre y me he acordado instantáneamente de este post.
    En una de las variables tengo un asterisco, resulta que el valor normal está entre 0 y 150 y yo tengo 151.

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