Toda empresa virtual, por muy de pacotilla que sea tiene que cumplir el requisito de tener un blog corporativo. Se supone que es un canal de comunicación de los eventos que se vayan celebrando en torno a la compañía: novedades, menciones en prensa, datos relevantes, etc.
Lo cierto es que la mayoría de estas empresas tienen más de virtual que de ninguna otra cosa. Pero aún así hay que aparentar seriedad, prosperidad y perspectivas, como siempre en la vida.
Pero al final la mayoría de los que alaban las nuevas tecnologías, el 2.0, el futuro de la red, el abandonar la economía del ladrillo, la comunicación social y todo eso, usan blogs con la instalación por defecto.
Asín que te quede claro: una instalación de un sistema de blogs es como una casa de nueva construcción. Puedes vivir con los casquillos de las bombillas colgando del techo y sin un triste cuadro en las paredes. Pero no se acaba todo con la entrega de llaves, hay que darle un mínimo lavado de cara.
Y no pretendo dar lecciones con el ejemplo, pero esta no es más que una página personal. Si fuera un gurú de las nuevas tecnologías daría el paso de gigante de cambiar el theme (la plantilla de diseño) que tienen el 99,99% de los blogs de spam, el 99,9999% de los blogs de amas de casa mayores de 50 años, el 99,9% de los blogs de clases desfavorecidas intelectualmente. Y me tomaría la tarea de instalar cualquier otro cachivache que mínimamente lo diferenciara.
Otra cosa aún peor es cuando el blog está en castellano y todo está lleno de textos en inglés (por usar una plantilla en inglés) y al autor del blog aquello no parece molestarle lo más mínimo. Si para comentar dice algo como:
(Name and email address are required. Email address will not be displayed with the comment.)
Al dueño del blog, al fin y al cabo empresario en ciernes y persona moderna ciudadana de un mundo sin barreras, esto no parece importarle un bledo.
Parte del éxito de la segunda herramienta corporativa que se precie, Twitter, se debe a que en dos segundos ya está funcionando y no haces un ridículo espantoso. Y como encima no hay que decir siquiera cosas interesantes, con la excusa de la brevedad, Twitter pasa a ser la herramienta de comunicación empresarial por excelencia.
En resumen: un blog con el diseño por defecto es como un coche sin estampita del santo ni chorradas colgantes en el parabrisas. Peor que un anónimo choche de alquiler. Es como un Portal de Belén con el mínimo de Jesús, José y María.
Luego está el hecho de que a pesar de tener esas herramientas de comunicación, que se alaban como el no va más, a pesar de estar en una dinámica startup (que es una excusa para justificar errores y falta de rentabilidad) hay algunos de estos blogs que se pasan meses sin contar nada.
De nuevo justificando que en los blogs la mitad de los que hablan mucho, creen poco. Pero el colmo es ver como algunos de los gurús que han escrito libros sobre el fenómeno blog, han estado en rankings de blogs, han dado conferencias sobre el tema, abandonan el suyo cuando dan un cambio de tercio a su vida. Esto ya es poco comprensible, pero ocurre con frecuencia. Si no voy a vivir de los blogs, ¿Para que tener uno?
Y mil otros aspectos de dejadez, como no responder a los pocos comentarios, o no borrar el spam, o no leer los comentarios. No cuento esto por un caso aislado sino porque es de lo más frecuente y a veces es páginas muy modernas y supuestamente sociales.
Mi preferido es el generalizado portmanteu de un post con estadísticas cada mes y recopilaciones de lo mejor de cada uno de los blogs de la empresa -o, como hoy en el caso de WSL, el “nacimiento” de uno nuevo. Es muy fácil de mantener.
Por cierto, no sé cuando has cambiado el aspecto visual pero me gusta infinitamente más que el anterior. Aunque el fondo de las botoneras de las barras (tanto superior como inferior) se comporta incorrectamente (a mi ujuicio) cuando realizas un mouse-over, se queda corto y sólo cambia una parte.
Ah, vale, que te has pasado a WordPress, eso explica el Gravatar.
A mi lo que me pone malo es cuando escribo a alguna empresa, por cutre y sin importancia que sea, y no me contestan el correo. Me parece algo totalmente fuera de lugar.
Pues yo contesto a los comentarios y además he cambiado la plantilla, juasjuasjuas.
Bah! Con los blogs, corporativos o no, pasa que mucha gente se cree que es muy fácil, que no hay que hacer nada… y luego llevan un montón de trabajo detrás. La gran mayoría de los blogs están abandonados…