El concepto de la caducidad, aplicado a los productos industriales, me resulta interesante en grado sumo. Según mi diccionario, la caducidad es la “pérdida o fin de la validez o de la efectividad debido especialmente al paso del tiempo.”
Centrándonos en los alimentos, se suele tomar un sentido único de dicha definición: los alimentos, pasada esa fecha, están corruptos, están rancios. Si los tomas, te sabrán mal y te sentarán peor. Por una vez, la definición creo que es más acertada que lo que pensamos de ella. Basta pensarlo un poco, para darnos cuenta de que es un poco absurdo.
Tengo una caja de galletas, que compré hace seis meses, que caduca mañana. Si me las tomo hoy, nada me ha de pasar, porque la compañía asevera que el producto está bien. Sin embargo, si lo hago mañana, me sentarán fatal. Apurando más, podría cenar la víspera del vencimiento, con la certeza de la satisfacción, pero si uso las mismas para desayunar, ay de mí, me esperará un suplicio de visitas al cuarto de baño.
Lo que es capaz de aguantar estoicamente seis meses en el paquete, ¿no habrá de hacerlo un día más? Supongo que la caducidad es un tanto como la edad. Cualquiera pensará sin dudar que viviremos más allá de los 30 años. Pero si tratamos de hacernos un seguro de vida con 70 años en la aseguradora se nos reirán en la cara. Y sin embargo, como dice el adagio, no hay hombre tan viejo que no crea que pueda vivir un año más. La fecha de caducidad es un requisito legal que establece la empresa fabricante, que adopta el papel de la aseguradora ante los clientes. Ellos se comprometen a que, antes de esa fecha, el producto estará bien. Después, que cada cual haga lo que quiera, suyas serán todas las responsabilidades.
Las normativas sobre alimentos son otro tema fuera de las habituales conversaciones que tienen bastante interés. La mayoría de la información que vemos en los envases, salvo el autobombo y los dibujos de familias felices, es información obligatoria que exige el gobierno de la UE. Así, las fechas de caducidad también vienen establecidas.
Los gobiernos establecen unas marcas mínimas, y máximas, dependiendo del caso. Así, al fabricante no le interesa que su producto tenga que moverse de las estanterías del supermercado a los dos días de haber llegado, no les resultaría rentable. Pero los gobiernos no se fiarían de que los fabricantes tomaran riesgos innecesarios y aseguraran que su producto resistiría durante jornadas imposibles de cumplir. Así, la fecha, suele estar prácticamente establecida por el gobierno pertinente.
Estas fechas varían dependiendo del producto. Algunos, como la carne, apenas soportan un par de días. Otros aguantan jornadas inusitadas. Las latas suelen dar registros increíbles. Cuando Napoleón convocó un concurso para mejorar las condiciones de mantenimiento de los alimentos, no podía imaginar que el producto ganador marcaría tales registros. Me voy a la cocina y echo un vistazo: una lata de cocido para una comida de supervivencia que aguantará hasta el 2008. Una tétrica lata de tomate triturado que en el 2006 estará más fresco que una lechuga.
Leí en un foro en cierta ocasión la opinión de una persona que se preguntaba cuál era el producto con la fecha de caducidad más avanzada. Él había comprado una crema en la farmacia y según versaba esta, debería estar en unas condiciones óptimas hasta casi el final del siglo XXI, lo cual no deja de asombrar, inquietar y preocupar.
Si lo pensamos, el establecimiento de estas marcas es algo imposible de precisar. Una empresa de tomate, en pleno funcionamiento, decide sacar un producto nuevo. Lo montan, lo embalan y esperan 5 años hasta que ven que es a partir de esa fecha cuando se descompone. Tampoco pueden acelerar el proceso, decir que si tras 2 meses el grado de deterioro es del x por ciento a los 4 años será de un múltiplo de x. Tampoco se puede simular el deterioro ambiental de 4 años de tiempo. Supongo que, en cierto modo y, hasta donde la normativa lo permita, las fechas serán establecidas un tanto al azar.
Vistas así las cosas, resulta interesante ver que hay productos que no tienen fecha de caducidad, como la sal que tengo en casa. Pero más interesante es considerar hasta que punto podemos saltarnos las reglas de la caducidad con los productos que si la tienen. Como antes argumentaba, el deterioro ha de ser gradual. Dependiendo del producto, esta gradación será tolerable o no. Personalmente creo que hay que utilizar esa fecha como una cifra orientadora.El pan de molde caducado se pone verde pasados pocos días de la fecha crítica. Otra cosa sería hablar de si ese verdor es peligroso o no. En cualquier caso, el más básico de los productos se nos ha vuelto fino. La carne pasada es incomible y hasta peligrosa. Pero otros productos, en mi opinión, pueden permitir que olvidemos la fecha fatídica.
Los yogures no dejan de ser leche en mal estado, leche que ha sido atacada por una bacteria. ¿Qué bacteria ataca a otras bacterias? así, se puede establecer el postulado más teórico que práctico, de que el yogur no puede caducar. En la categoría de productos incaducables añadiría algunos otros.
Las especias en general no caducan. Pueden perder sus cualidades, pero no por ello se vuelven malsanas o peligrosas.
Los congelados no caducan, otra cosa es que si los descongelas tras varios años tengan alguna propiedad nutritiva o no, en cualquier caso, deberían ser comestibles sin problemas.
Las galletas no caducan. Cualquiera que haya leído una novela de aventuras sabe que eran el pan nuestro de cada día en las interminables travesías marítimas. Si en el pasado resistían, ¿por qué no habrían de hacerlo ahora mucho más, con el avance tecnológico y la profusión de conservantes?
Mi madre afirmaba que las medicinas no caducan. Al ser compuestos altamente elaborados, su abundancia de productos químicos hace pensar que es absurdo que hayan tenido reparos en echarles un par de potingues más para que el mejunje aguante unos añitos más.
Agradecería vuestros comentarios sobre productos que creáis que no caducan apenas, si es que comulgáis con la exposición presentada.
Actualización 26-04-05.
Una normativa de la Unión Europea obliga a los fabricantes de cosméticos a indicar en la etiqueta la fecha de caducidad y el tiempo que pueden permanecer en buen estado una vez abiertos para los medicamentos que duren más de 30 meses.
los comentario o redacción de este articulo no me resulto lo que yo esperaba viendolo del concepto de definicion legal de una empresa.
me gustaria saber mas del tema.
QUIERO SAVER SI UNAS LATAS DE FANTA ESTAN VIEN FECHA QUE FIGURA EN LAS LATAS.09AG008 F LK0511B4 GRACIAS POR TODO.
QUIERO SAVER SI UNAS LATAS DE FANTA ESTAN VIEN FECHA QUE FIGURA EN LAS LATAS.09AG008 F LK0511B4 GRACIAS POR TODO.
Tranquilo, EDU, ese lote caducará en el 2016. Puedes beberte las Fantas sin problemas.
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Una aclaración con respecto a lo que comentas, zrubavel: La “Fecha de consumo preferente” es un valor indicativo y aproximado (no indica el día y a veces si quiera el mes) a partir del cual el producto puede perder algunas de sus cualidades, sin estar en mal estado y siendo por lo tanto seguro su consumo. Las patatas o las galletas pueden reblandecerse “después del fin de…” la fecha indicada en el envase, pero no habrán caducado. La leche y el yogurt en cambio sí llevan una fecha de caducidad. La ley obliga al fabricante a indicarla, para que todos sepamos que pasada esa fecha, no se puede garantizar el buen estado bactereológico del contenido. Es decir, podría haber aparecido una cepa nociva para nuestra salud, o el producto se puede haber descompuesto en otras sustancias, generando algún compuesto pernicioso. Evidentemente, cuando un producto como un tetra brick de leche puede durar casi un año, unos días más o menos no afectarán a su estado. Pero ojo, que si no se ha conservado “en un lugar fresco y seco”, tal y como recomiendan, el producto también puede estar en mal estado, o haber perdido alguna de sus propiedades, antes de la fecha indicada en el envase.
Mi queja es para los garrulos que fabrican las impresoras fechadoras. ¿Por qué maldita razón no pueden usar una tinta que contraste con el fondo y que tenga un tamaño adecuado? ¿Por qué tienen que ser impresoras de 7 agujas cuyos sietes parecen treses, unos o doses? ¿Acaso no conocen la tecnología ink-jet? y, ¿Por qué han de representar el año antes que el mes y el mes antes que el día?
Por último, comentar que una vez tuvimos que devolver toda una caja de cervezas (sí, en esta casa la cerveza se compra por cajas), ya que en la etiqueta ponía: “Consumir preferentemente antes de ver tapón”. Y ya habíamos visto todos los tapones. ¡Mira que es difícil abrir una botella sin mirar el tapón!
Hola el motivo por el cual me tome la molestia de buscar informacion acerca de consumir productos caducados fue por que el dia de hoy mi hermano y yo fuimos a un expendio de pan bimbo y desidi no comprar el pan ya que este tenia dos dias de aber caducado, entonces mi hermano me miro de manera rara y me dijo que era absurdo que crea que realmente el pan se descompone y te ace daño a dos dias solamente de aver caducado y fue asi como empeso una discusion que termino al llegar a la casa, creo que puede pareser ridiculo o algo por el estilo pero creanme solo tomo mis propias precausiones, jejeje que increible hoy en dia te miran raro por acer lo correcto?
xD