Crecimiento organico

Cuando el Director General de una empresa habla de los objetivos de futuro de su compañía, no es inusual que diga a la prensa algo como:

Pretendemos crecer con adquisiciones.

A mi sin embargo, siempre se me viene a la cabeza una imagen. Y es la de que una empresa que crece debería ser más alta. El edificio de su sede pasaría de diez a veinte plantas. Los directivos en vez de llegar en limusina al trabajo, lo harían en helicóptero, las gráficas muestran diagramas crecientes. Las secretarias visten tacones más altos y faldas más cortas.
Sin embargo estas empresas que crecen comprando a otras, más que más altas, se me antojan más gordas. Antes teníamos 3.000 nóminas que pagar y ahora son 5.000. Antes teníamos tres edificios y ahora tenemos cuatro.
Después de la compra, que suele hacerse a precios abusivos, toca la purga: llueven despidos sobre puestos duplicados, se revisan las comas de los convenios colectivos, se subcontrata. Como después de todo banquete opíparo, toca pagar los excesos en los días sucesivos.
El mismo directivo que enuncia aquello del crecimiento suele ser un tipo gordo, de los que han renunciado a intentar abrocharse el último botón de la chaqueta.
Qué fácil es hablar de crecer. Hoy recibía un correo eléctronico en que un compañero de trabajo anunciaba su despedida de la empresa. Suelen ser una de esas piezas literarias dignas de provocar el vómito. Me imagino que existen plantillas modelo distribuidas por la red. En esta no faltaba la consabida frase “han sido unos años en que he crecido personal y profesionalmente con vosotros”.
Y de nuevo me llegó la imagen del Director General de OPA en OPA. Igual que él, esa persona había subido por lo menos 10 kilos desde que entró en la empresa. A pesar de las muchas alegrías cotidianas fueron años llenos de sinsabores, de horas extra no pagadas, de golpecitos en el hombro, de vacaciones regateadas. El crecimiento profesional del que hablaba se había traducido en un engorde físico, alimentado con frustraciones, de almuerzos con dos platos y postre y cenas de pizza en la propia oficina. Es por algo que esa persona había decidido abandonar la empresa; porque como toda persona obesa que se pone a dieta, hay que seguir engordando, pero probando nuevos alimentos.

6 comentarios en «Crecimiento organico»

  1. Muy acertada la metáfora comparando engordar con crecer, y la comparación de los despidos tras una fusión con un régimen tras el atracón.
    Lo de los correos electrónicos me ha hecho recordar la época hace unos años en trabajaba en una consultora. Tras la crisis de las .com había épocas del año en que era frecuente recibir los jueves y viernes 3 o 4 correos de despedida de gente con la que no había coincidido. Venía bien para saber cuál era la realidad fuera de tu proyecto concreto, en este tipo de empresas estás tan absorbido por tu pequeño mundo que no te enteras de lo que ocurre fuera, pero siempre me pregunté a qué venía mandar un correo a todo el mundo de ese tipo, si posiblemente con limitarte a mandarlo a tu lista de contactos personales bastaba para que se enteraran más personas de las que realmente estaban interesadas, sobre todo si dejas un correo personal de contacto como ocurría en muchos casos, o hasta el móvil.

  2. “Crecer”, en el argot hispánico, es tener una hipoteca, un coche mas caro y los niños en el colegio concertado mas lejano de casa. Y los viernes por la noche cenar con los amigos en casa y tomar café en las tacitas de porcelana que te regalaron tus tios el día de tu boda.

  3. Me gustaría hacer un par de apuntes al respecto partiendo de las siguientes premisas:
    – Es condición necesaria para la existencia de cualquier entidad que ésta esté adaptada a su entorno.
    – En el entorno actual, la gordura (o avaricia, que más da) es la característica que a uno lo pone por delante.
    Pecaríamos de idealistas si quisieramos que las cosas fuesen diferentes sin plantearnos la necesidad de crear un entorno que lo posibilite. Mis preguntas, a las que todavía no he encontrado respuesta, son: ¿se puede salir del fango y buscar otro territorio en el que asentar unos fundamentos más sólidos? ¿Hemos pasado demasiado tiempo en el cenagal como para ahora querer buscar algo mejor? ¿Hay garantías de que la podredumbre que se nos ha pegado a la piel no contaminte el nuevo terreno y acabe por convertirlo de nuevo en una ciénaga?

  4. “Es condición necesaria para la existencia de cualquier entidad que ésta esté adaptada a su entorno.”
    Desde hace tiempo lo que hace el hombre es adaptar el medio si mismo. Y no al revés. Por poner un ejemplo: aires acondicionados, calefacciones centrales, complejos hoteleros con seguridad altisima en zonas con mucha delincuencia o pobreza.
    “En el entorno actual, la gordura (o avaricia, que más da) es la característica que a uno lo pone por delante”
    Conozco muchísima gente muy avariciosa y/o gorda que no ha triunfado en esta sociedad y, muy probablemente, nunca lo haga. Creo que tanto aquí, como en Pekín, lo que prima es la inteligencia unido a los “lanzado” que uno sea.

  5. Al haber otro post nuevo se me ha pasado entrar otra vez en este a ver los comentarios, lo siento.
    De empresas no se mucho. Pero supongo que las grandes empresas están gobernadas por personas al fin y al cabo. El concepto de mente colmena en una empresa aún no lo veo claro.
    Las grandes empresas no creo que se adapten al medio. Como mucho comprarán el medio y lo adecuarán a sus intereses. Las OPAs que tan de moda están ahora es mas o menos eso, no?.
    Saludos!

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