Lotería de penaltis


Siempre que hay tandas de penaltis para decidir el vencedor de un encuentro de fútbol, se oye a varios de los jugadores que dicen que los penaltis “son una lotería”.

Con esto tratan de decir que el resultado es del todo impredecible. A mi sin embargo me sorprende un poco el ver cómo muchos equipos se dejan llevar a los penaltis con cierta inercia, nos encanta dejar que algo se decida por azar, en lugar de por nuestro esfuerzo (que puede ser vano).

Si a un equipo lo eliminan en los penaltis, no importa que el resultado haya sido prácticamente aleatorio. Los periodistas tienen argumentos suficientes para justificar su derrota y la consiguiente victoria del rival.

Lo más triste de los penaltis es lo injusta de la memoria de los aficionados, que simplifican el resultado de la tanda de penaltis a lo que hiciera el último jugador que falló.

Así, en las Semifinales de la Champions League de 2012, el Bayern Munich venció al Real Madrid en la tanda de penaltis. Del Real Madrid, fallaron tres jugadores su lanzamiento: Cristiano Ronaldo (considerado por algunos como el mejor lanzador de penaltis del mundo), Kaká y Sergio Ramos. Pero todo el peso de la derrota se centra en el último fallo del último lanzador. Hasta el punto de que he tenido que consultar internet para saber quién había fallado el segundo disparo del Real Madrid (Kaká). Mientras que de Sergio Ramos se hicieron todo tipo de bromas y descalificaciones.

Igualmente, el portero nunca es el culpable de la derrota. Pero sí el artífice de la victoria. Es igual de injusto. Si el portero alemán, en el anterior ejemplo, paró tres penaltis, y el español sólo dos. ¿No es la derrota, en gran parte, culpa de tener “peor” portero?

Pero hay una gran verdad detrás de que las tandas de penaltis son una lotería. De hecho, el momento más importante es el que no se suele ver: el del sorteo. Se lanza una moneda antes de empezar, según el equipo que gane, puede elegir entre ser el primero, o el segundo en disparar. Pues bien, está demostrado estadísticamente (PDF del estudio completo) que el que empieza disparando tiene un 60% de probabilidades de ganar, que son muchas más que su rival.

Aún sin saber esto, casi todos los deportistas profesionales prefieren empezar disparando, para presionar a los rivales. Aún sin saber que matemáticamente es una ventaja, psicológicamente ya lo entienden, acertadamente, como ventajoso.

Así, los aficionados del Real Madrid, o de la Selección Española, cuando felicitan a su portero por la actuación en los penaltis, deberían entender que gran parte del mérito de su éxito se debe no tanto a las meritorias paradas. Sino a su habilidad como capitán en el anodino arte del cara o cruz.

Piratear el Kindle

Veo que mucha gente estaba llegando a la página porque no sabe cómo leer libros pirateados en el Kindle. Y las páginas dan una visión muy complicada del proceso.

Una idea importante: los libros que vende Amazon no se pueden piratear. O sí se pueden, pero de momento es algo muy complicado de hacer y no ocurre como con el cine y la música que todo se encuentra en Internet a los pocos minutos de su estreno.

Otra idea importante: en el Kindle se pueden leer libros comprados en Amazon pero también libros sin protección anticopia. Si tu encuentras un libro sin protección, no es un libro pirateado. Es un libro que puedes leer en tu Kindle, en el ordenador o en tu móvil, si sabes la forma de convertirlo al formato adecuado.

Una conclusión inicial: los libros que vas a leer gratis en tu Kindle no son exactamente libros pirateados. Lo que está claro es que el autor o el editor no van a cobrar ni un céntimo por que tú los leas. Seguramente a ti eso no te importe un pimiento porque te los imaginas nadando en la abundancia.

Los libros que puedes leer en el Kindle son de diferentes formatos y cada uno tiene su truco. Vamos por orden:

Libros originales de Amazon.

Son los mejores, tienen un formato perfecto (casi siempre) se ven de lujo y además son legales al 200%. Estos libros se compran en la tienda de Amazon y casi por arte de magia aparecen en tu dispositivo, listo para ser leídos. Es tan fácil y bonito que dan ganas de comprar más.

Libros en formato PDF.

Son esos documentos bonitos en los que no se puede seleccionar texto y hacer copiar y pegar. Así que no te extrañe si luego no se pueden redimensionar fácilmente. Estos suelen ser de tamaño grande, a veces tamaño folio. Y en el Kindle te toca verlos en formato muy pequeño o pasando páginas continuamente. Estos libros sólo hay que copiarlos a la carpeta “Documents” y ya se pueden ver tal cual.

No obstante, si la visualización es muy molesta, los documentos pueden convertirse a un formato similar al de los libros. Para realizar esta conversión hay varias alternativas. Una de las más sencillas es enviar un correo a Amazon, a tu cuenta de usuario (mi-usuario-lopez-ramirez@free.kindle.com) y muy importante, incluir en el Asunto la palabra “Convertir” (o “Convert”) y Amazon entonces te convertirá el PDF al formato normal de los libros. La calidad de esta conversión dependerá de cómo sea el fichero original.

Libros Epub.

Son libros en un formato “libro electrónico”. Se ven tan bien como los que vende Amazon, pero se pueden conseguir por la patilla en el Emule, Ares, uTorrent y todos esos lugares básicos para el intercambio de información.

Estos libros se tienen que convertir a “formato Kindle”. Para eso hay un programa perfecto, que se llama Calibre. Es un programa muy bien hecho y que además tiene versión en español. Con él puedes convertir cualquier libro el-quijote.epub en un formato que el Kindle entienda. Y luego tomas ese fichero, lo copias a Documents en el Kindle y a disfrutar.

Libros Mobi.

Pues es otro formato de libros electrónicos, pero este funciona perfectamente en el Kindle. Copiarlo y del tirón.

Libros Word (.doc y .rtf).

Algunos libros están en formato Word. Para poder leerlos en el Kindle hay que convertirlos primero. Esta vez Amazon ofrece ese servicio gratuitamente. Tú le envías a tu cuenta de correo de usuario (mi-usuario-lopez-ramirez@free.kindle.com) con el documento adjunto y ellos te responden a tu cuenta de correo, ya convertido y para que lo pases a la famosa carpeta Documents.

Páginas web que molan.

Si te gustaría poder leer una página bastante larga en tu Kindle, o hacer una colección de ellas y leerlas plácidamente sentado en el WC, existe un servicio (en inglés) que se llama Instapaper. La idea es que te vas guardando las páginas que te gustan ahí y luego le dices que te genere un libro con todas esas páginas. Con esto incluso te puedes hacer un cóctel de varias páginas que te interesen (por ejemplo la página de la wikipedia sobre cada jugador del Real Madrid) y crear un libro con todos ellos.

Estas son todas las opciones que creo que te pueden llegar a interesar. Luego está el miedo: ¿Y si Amazon se entera de que tengo el Kindle hasta arriba de libros pirateados? Hay gente tan asustadiza que no quiere usar la sincronización de Amazon, para que “Amazon no vea lo que tengo”.

No tengo ninguna relación con Amazon, pero puedo decirte que:

  • Amazon pasa de tu vida como de la mierda.
  • Amazon no es la policía.
  • Amazon ha ganado dinero de ti al venderte el Kindle. Si luego consigue ganar algo más vendiéndote libros, pues mejor para ellos. Pero no están tristes porque no les compras libros.
  • Amazon no sabe lo que pirateas. No es una biblioteca donde alguien recibe un correo con tu libro presumiblemente pirata, lo mira, anota qué libro es y el autor. Ellos reciben un montón de bits de información y te devuelven otro tanto. Les da igual si es La Iliada, un libro de Dan Brown o la lista de la compra.

Algo que a veces cuesta entender: Amazon no sabe qué libros tienes, pero puede saberlo cuando quiera. Amazon puede saber si tienes Fortunata y Jacinta en tu Kindle, pero no puede crear una lista de clientes que tengan ese libro.
Imagina tu taquilla del gimnasio. Nadie sabe lo que hay dentro, pero cualquier conserje puede comprobarlo cuando quiera. Nadie va a mirar en tu taquilla si no tiene un motivo para hacerlo.

Así que vive tranquilo y no tengas miedo de enviar un Word con el título de un libro de actualidad, para que te lo conviertan.

Con esto del pirateo uno a veces se olvida de que Amazon vende algunos libros muy baratos. En la medida de sus posibilidades que cada uno haga lo que quiera, pero a veces compensa pagar un poco por conseguir el libro que quieres, de inmediato. No te obsesiones con el todo gratis, también podrías comprar libros en Amazon.

Pearls Before Breakfast

Uno de los reportajes periodísticos con mayor difusión de los últimos años, al margen de sucesos históricos o noticias muy relevantes, fue el que narraba la experiencia de un violinista de renombre, tocando un Stradivarius, en el metro de Washington.

Detrás de la noticia que todos pudimos ver en televisión y leer en la prensa, había un artículo escrito por Gene Weingarten para el Washington Post. La noticia era una simplificación y un resumen de ese artículo escrito por Weingarten y titulado “Pearls Before Breakfast” (perlas antes del desayuno).

Un resumen de un artículo dio para miles de noticias en periódicos de todo el mundo. Pero ese artículo original, al margen de tratar una historia excelente, es una joya en sí mismo. Hasta el punto de que su autor ganaría con él un Premio Pulitzer del 2008.

Pero además, ese periodista, Gene Weingarten, es el único que ha ganado dos veces el Pulitzer en la categoría de artículo. El otro premio fue por un artículo sobre padres que olvidan a sus hijos en el coche y estos se mueren, que más parece un grupo de Facebook.

Me sorprende que ese tipo de artículos no tengan traducciones al español. Lo que ha hecho todo dios es reescribir la historia en base a la información de dicho artículo. Ni aún después de ganar el premio, nadie se ha preocupado de hacerlo.

Así, si puedes leer inglés, te lo recomiendo, será quizás el mejor que leas en todo el año. Con tan funestos precedentes, intentar resumirlo es prolongar una aberración.

Lo más curioso del texto es que no tiene ningún párrafo destacable. Es algo que ya había leído, pero que he constatado de casualidad. Un texto bueno, muy bueno, pero que no tiene ninguna frase lapidaria, nada digno de ser subrayado (no tengo ni una nota sobre todo el artículo en mi Kindle, otros artículos están llenos).

Pearls Before Breakfast.