Los nórdicos, la gente casi perfecta


The Almost Nearly Perfect People: Behind the Myth of the Scandinavian Utopia, (La Gente Casi Perfecta: tras el Mito de la Utopía Escandinava) es un libro en inglés, publicado en 2015 sobre qué hay de cierto en la idílica vida en Escandinavia que continuamente vemos en los medios de comunicación.

El enamoramiento con Escandinavia se basa en tres pilares: la impecable neutralización de la división de sexos en Suecia, el primer puesto – casi perpetuo – de Dinamarca como el país con la gente más feliz del mundo y el ejemplar sistema educativo de Finlandia, que continuamente se usa como referente mundial. El autor toma un punto de vista muy complicado: hacer de abogado del diablo sin negarse a ver todo lo bueno que tienen esos países, desde la perspectiva de ser un periodista británico que lleva viviendo en Copenhague varias décadas.

Es un libro muy interesante, aunque solo sea por tratar transversalmente un tema del que sólo se suele ver lo blanco o lo negro. Os recomiendo encarecidamente su lectura, llena de datos curiosos. El autor dedica una serie de capítulos a cada país, dejando para el final a Suecia, que es el verdadero plato fuerte. Como el mismo escritor menciona, hay que aclarar qué es nórdico y qué es escandinavo. Técnicamente, Escandinavia no incluye a Finlandia, pero es un país muy similar a los otros, en el que incluso el sueco es un idioma oficial. El libro habla sobre Dinamarca (el que mejor conoce el autor), Islandia, Noruega, Finlandia y Suecia.

Dinamarca

Quizás los mejores capítulos de todos son los que tratan sobre Dinamarca. Habiendo leído también How to be Danish (Cómo ser danés) puede decirse que sé mucho más de lo que debería sobre ese país.

Dinamarca es famosa por su igualdad. Los salarios, después de impuestos, son muy similares entre todas las profesiones. La gente está mucho más conectada que en otros países. Los grupos de amigos son enormes y se extienden por empleos muy diversos. Una barbacoa de barrio y entre los invitados hay políticos, fontaneros, enfermeros y taxistas que conviven con total normalidad. Esto lleva a veces a una obsesión por el networking. Conocer por el simple hecho de aumentar la red de contactos. Y esto a a su vez lleva a una excesiva superficialidad en las relaciones. En cierto modo los daneses tienen redes de contactos similares a las que nosotros tenemos en Facebook: exageradas, interesadas e inconsecuentes.

Siendo el autor un extranjero que vive en Dinamarca, le cuesta creer como cierto el dato de que sea el país más feliz del mundo. Pero en gran parte es un círculo que se retroalimenta. Dinamarca es todo buen rollo y está mal visto no ser feliz, así que ante una pregunta de encuestador, nadie daría una nota baja. España, por el contrario, es el típico país donde la gente está visiblemente contenta pero se queja continuamente.

Un dato poco conocido sobre Dinamarca: es el país con mayores índices de cáncer del mundo, una terrible estadística que nunca vemos en las noticias porque España casi no aparece en dicho listado.

Dinamarca y sus altísimos salarios – que menguan mucho tras los impuestos – son otro cacareo de nuestros patéticos noticiarios. Un dato que recalca el libro es la deuda privada danesa. Tras haber sufrido una brutal burbuja inmobiliaria, ahora son el país donde la gente está más endeudada del mundo (en proporción a sus ingresos). La deuda per cápita es el doble que la de un español (es decir, si un danés gana 80.000€ al año y un español 20.000€, la deuda del español promedio es de 30.000€ y la del danés de 240.000€).

Otro mito sutil, en un país que ciertamente está lleno de atractivos, es el de su ecologismo. Aunque es a veces obsesivo, suspenden en las estadísticas por una desafortunada razón: la mayor empresa de contenedores de transporte marítimo del mundo, Maersk, es danesa. Esto lleva a que Dinamarca sea el cuarto país más contaminante del mundo, sólo por detrás de tres países del Golfo Pérsico. El transporte marítimo de mercancías es simplemente el factor contaminante más importante de todos, y muy de largo.

Islandia

Islandia es uno de los países menos mencionados cuando se habla del éxito nórdico, por múltiples razones. Tiene una naturaleza única en el mundo, pero no deja de estar físicamente aislado en una Europa muy conectada y con una población tan pequeña que la hace ser casi irrelevante.

Islandia fue devastada por la crisis financiera de 2008 que prácticamente les hizo viajar en el tiempo económicamente unos 30 años atrás. El gobierno decidió hacer un “simpa” de la deuda de los bancos, algo que se ha contado de formas muy peculiares en la prensa española, como ejemplo de gobierno valiente. Es, sin embargo, un proceso que sólo está en el principio. Básicamente el país está tratando de reorganizar su economía como puede. La idea de que todo el mundo viva del sector bancario, que les hizo vivir una prosperidad ficticia durante un par de décadas, les ha llevado a un proceso de reestructuración brutal. Ni siquiera se sabe si ese país volverá a ser significativo en algo – aparte de por sus majestuosos paisajes.

Islandia, con una población de 330.000 habitantes, tiene problemas específicos por la falta de habitantes. Casi todo el mundo tiene dos profesiones o más. Cualquier ‘Talent Show’ de televisión no acaba funcionando por falta de participantes. La prensa es irrisoria y al mismo tiempo, está manipuladísima, controlada por muy pocas personas.

No obstante el libro indica un par de curiosidades que merecen ser resaltadas:

Islandia consiguió su independencia indirectamente gracias a la Alemania Nazi. Islandia era territorio danés. Alemania invadió Dinamarca y los aliados ocuparon Islandia para evitar que fuera tomada. Aprovechando la coyuntura, los islandeses declararon la independencia.

Pero si hay un dato preocupante sobre este país es el hecho de que una parte elevadísima de la población cree en los duendes. Rodeados de volcanes, aguas termales y todo tipo de rarezas naturales, los islandeses están muy acostumbrados a mantener extraña relación con las fuerzas de la Madre Naturaleza. Un estudio del 2007 reveló que un 32% de la población pensaba que la existencia de los duendes era posible, un 16% la consideraba probable, mientras que un 8% la daba por totalmente segura. Esto en un país donde cree en Dios apenas un 45% de la población. Por desquiciado que parezca, cualquier proyecto de envergadura que implique grandes alternaciones en la Naturaleza, debe contar con consultores que opinen si el proyecto es ‘duende friendly’.

Noruega

Este es el país del milagro económico en forma de petróleo. Noruega es uno de los mayores productores de crudo del mundo y además tiene reservas previstas para muchos años. Intentar comparar sus condiciones laborales o sociales con cualquier otro país es un ejercicio infantil, que sin embargo tenemos que ver a menudo en la prensa española.

Un país productor de petróleo tiene una industria equivalente a una impresora de dinero. Se genera un beneficio puro, enorme y casi sin riesgo, que puede distribuirse de muchas formas a toda la sociedad. La mayoría de los países, sin embargo, acaban embriagados por esa economía fácil, que permite todo tipo de errores y abusos. Noruega ha administrado sabiamente gran parte de sus ingresos del petróleo, creando un fondo de inversión nacional. Este fondo es tan grande que posee ya el 1% de todas las empresas cotizadas del mundo y un 2% de todas las europeas.

Noruega siempre se ha caracterizado por ser el país donde no se ha caído en la indolencia de los petrodólares. Pero esto simplemente no es del todo cierto. También Noruega sufre la vida cómoda del petróleo. Casi todos los trabajos que tienen algo incómodo son relegados a extranjeros, principalmente suecos. Los niveles de absentismo laboral son bastante elevados, nadie se esfuerza demasiado. Tampoco los niños, que tienen puntuaciones bastante mediocres en los test comparativos con otros países. Y lo que es peor, su posición no para de bajar en dichos rankings.

Es un país plácido, donde nunca pasa nada. Apenas hay gente en prisión (3.500 personas en total), la tasa de asesinatos es ridículamente baja. Anders Breivik, con un solo atentado, multiplicó por dos la tasa nacional de asesinatos en ese año.

Es cierto que con Noruega cuesta encontrar hasta qué criticar. Son un país muy metido en sí mismo. Los más tímidos de todos los nórdicos – que ya es decir. Un defecto poco conocido: la empresa estatal petrolífera es tan poderosa, que acaba siendo la que dicta las relaciones internacionales del país. Es un lobby más grande que el propio gobierno.

Finlandia.

Finlandia es el paraíso de los estudiantes de primaria. Siempre mencionándose que tiene el mejor sistema educativo del mundo, lo cual es por un lado una exageración: el informe PISA sólo mide la calidad de la enseñanza a los estudiantes de primaria – y las universidades finlandesas no son especialmente buenas, y por otro lado es mentira: es el primer país europeo, o de la Unión Europea, pero Singapur o Hong Kong obtienen los mejores resultados mundiales.

Cuando se trata de entender las causas del éxito educativo finlandés, se suele hablar de profesores muy bien preparados, y aulas con pocos alumnos. El autor del libro apunta a dos razones inesperadas por las que su educación es mucho mejor: tienen muy pocos inmigrantes, y los que hay están repartidos de forma bastante uniforme. Esto fomenta que no haya manzanas podridas que arruinen la media de la clase. Y es que los niños inmigrantes suelen tener problemas en los primeros años en que tienen que adaptarse a un país e idiomas nuevos. La otra causa es quizás la más sorprendente y contraintuitiva: el idioma finlandés es muy fácil.

Una llamativa característica del idioma es que no hay forma futura para los verbos. Es algo que está en cierto modo en la esencia del país. En español tenemos el subjuntivo, una forma verbal no presente en otros idiomas. El subjuntivo “expresa una acción, un proceso o un estado como hipotético, dudoso, posible o deseado”, algo muy relacionado con la forma de ser de España y América latina. Pero para Finlandia, el futuro hipotético no tiene sentido.

Mientras que en inglés o alemán puedes decir “Voy a hacer esto o aquello”, o “Yo habré hecho eso”, un finlandés dice, “¿Cómo puedes confiar en gente que tiene diferentes formas de hablarte del futuro? O lo vas a hacer, y se considera cosa hecha, o no”.

La simplicidad aparente de su idioma se muestra de forma meridiana en los alumnos suecos. Finlandia tiene también el sueco como idioma oficial. Una gran parte de la población lo usa como primera lengua. Sin embargo las escuelas en zonas donde el sueco es el principal idioma obtienen notas mucho más bajas, casi en la media europea, en los estudios de calidad de la enseñanza. El hecho de que el 99% de los niños de las escuelas en finlandés ya hable el idioma, es determinante.

Un curioso estudio inverso, preguntaba a los alumnos si les gustaba su sistema educativo. Los escolares finlandeses, a pesar de tener su famoso sistema, eran los que menos felices estaban a la hora de tener que ir a clase.

Finlandia es un país lleno de rarezas y contradicciones, quizás el más fascinante de todos los países presentados en el libro. La gente habla tan poco que roza lo patológico, especialmente los hombres. Se entregan generosamente al alcoholismo y son de suicidio fácil. Cuando beben, los hombres se vuelven bruscos: sexualmente agresivos y algo violentos. Al mismo tiempo, es el país donde más helados se consumen de toda Europa. Y donde más se baila tango de todo el mundo, por delante incluso de Argentina.

Los finlandeses son personas muy trabajadoras, sufridas y valientes. Tuvieron su propia guerra civil en 1918, pero no han lloriqueado – y espero que tampoco hayan hecho tantas películas – como en España. Se han enfrentado a Rusia y Alemania durante las Guerras Mundiales, mientras el resto de países nórdicos elegía la forma en que bajarse los pantalones. Aún hoy en día ejercen de tapón entre Europa y Rusia, evitando caer en la trampa de Ucrania, con una diplomacia silenciosa, pero con un par de cojones.

Suecia.

Todo el rato el libro está adelantando datos sobre Suecia, el plato fuerte, el más nórdico de todos los países nórdicos. Pero cuando llegan sus propios capítulos, resultan bastante flojos y decepcionantes – el nivel general del libro es muy alto.

Suecia es el país que ha acogido el mantra de la acogida masiva de inmigrantes y que se permite dar lecciones morales al resto de Europa. Una posible causa de esta cruzada es tratar de lavar su imagen internacional. Con la excusa de la neutralidad, miraron para otro lado cuando la Alemania de Hiler invadía Dinamarca y Noruega. También ignoraron a Finlandia, cuando esta era masacrada por Rusia – los finlandeses, aún sabiendo que perderían estrepitosamente, se enfrentaron hasta las últimas consecuencias con Rusia. No estamos hablando de que Suecia ignorara a países vecinos y amigos, estamos hablando de países hermanos que habían sido territorio sueco no hacía mucho tiempo. Además Suecia se lucró sin ningún tipo de escrúpulos en estos tiempos de guerra. El paso de los años no ha hecho sino airear más sus vergüenzas: aparecer en el mapa como neutral no es suficiente.

El mayor problema de Suecia es, sin lugar a dudas, el pensamiento único. Sólo hay una forma de ver las cosas, la disidencia de pensamiento no está permitida. Hay una lectura única ante todos los problemas y los hombres, mujeres, niños y ancianos, son prácticamente idénticos en todo. El Estado suplanta los roles que anteriormente eran desarrollados por la familia.

Suecia tiene una de las economías más sólidas del mundo, bien diversificada, eficiente y productiva. Un ejemplo casi perfecto de cómo deberían hacerse las cosas. Pero no está exenta de grandes problemas. No se permite criticar la política de inmigración – quien piense que no es adecuada, debe ser sin lugar a dudas de extrema derecha.

La incómoda verdad del multiculturalismo sueco es que los inmigrantes y solicitantes de asilo son responsables de una cantidad desproporcionada de los delitos que se cometen en el país, especialmente crímenes violentos, sobre todo violaciones. En el libro “Fishing in Utopia” Andrew Brown escribe: Uno de los tabús que no se pueden mencionar en la sociedad sueca es que las tasas de delitos entre inmigrantes y sus descendientes son de al menos el doble que la población nativa – los inmigrantes cometen más de cuatro veces más asesinatos que los suecos y más de cinco veces más violaciones.

Pero en Suecia, quejarse está mal visto. Durante el parto, las mujeres tratan de gritar lo menos posible, y a menudo suelen preguntar, cuanto han terminado, si se han quejado demasiado. Se muestran muy orgullosas cuando les dicen que no. La gente evita todo tipo de situaciones comprometidas, por triviales que resulten. Subirse en el ascensor con desconocidos, que quizás puedan iniciar una conversación, les trae de cabeza hasta el punto de preferir usar las escaleras.

Suecia tiene la tasa de divorcios más alta del mundo, el mayor número de hogares unipersonales del mundo y es el país donde más ancianos viven solos. Para ellos, uno debe resolver sus propios problemas y sufrirlos en silencio. En Suecia estas estadísticas no se consideran negativas, sino todo lo contrario. No obstante ahora lideran una de las más preocupantes de todas: Suecia, el país donde más se ha luchado por la igualdad, es el país europeo donde se producen más violaciones.

Mis películas recomendadas

Tras la lista con mis libros favoritos, voy a seguir con mis películas preferidas. No pretende ser una lista con las mejores películas de todos los tiempos, sino aquellas que de alguna forma me han sorprendido en su momento, algunas de las cuales puede que no conozcáis. Un decálogo de nueve películas.

Personalmente soy una persona que ve muy poco cine. Soy muy crítico y exigente y prefiero no ver nada a ver una película que sólo es bastante buena. Con las series de televisión me sucede algo parecido. Hasta la aclamada Breaking Bad se me hacía un poco lenta, predecible y pesada. Ser de gustos exquisitos es una maldición que, afortunadamente, no arrastro en casi ningún otro aspecto de mi vida.


Fight Club (1999) 8.8/10 en IMDB.
Esta es la décima película más popular del ranking IMDB así que imagino que todo el mundo la ha visto. Basada en una novela de Chuck Palahniuk de bastante éxito, apenas si consiguió una nominación secundaria a los Oscar, pero el tiempo la ha convertido en una película de culto.

Recuerdo que vi Fight Club en un campamento. Tras estar trabajando toda la mañana y haber dormido bastante poco, ante la inminente siesta apareció el plan alternativo de ver la película. Nunca saltarse una siesta fue tan provechoso. La cinta me causó una impresión que pocas después han conseguido.
La primera mitad de la película es extraordinaria, pero hacia el final la historia decae. Siendo uno de los que se leyó el libro también, es muy interesante ver la primera parte de la película y continuar leyendo el tramo final, pues el ritmo del libro es justo el opuesto, yendo de menos a más.

Película contrapuesta: Matrix (1999). Matrix me parece una gran película, que da para ser vista más de una vez, pero que al mismo tiempo no me pareció nada sorprendente, aparte de por los efectos especiales.


Crash (1996) 6.4/10 en IMDB.
Tras una película Top 10, nos vamos a una que directamente tiene una nota bastante baja. Con la escasa salvaguarda del famoso director, David Cronenberg, estamos ante la típica película de estilo europeo, con demasiado sexo para ser estrenada en Estados Unidos. El argumento es bastante desquiciado, pero para muchos no es más que una película de softcore (porno suave, muy popular en los noventa) con demasiadas pretensiones.

La película tiene un ritmo casi onírico, en gran parte marcado por la excelente banda sonora. Las actuaciones son extraordinarias, las escenas de sexo, en sí mismas, no son un aliciente – salvo una de las finales. Puede decirse que Crash consigue plasmar el lado oscuro del sexo, sin caer en una sucesión de perversiones ya por todos conocidas. Lo que hay en el sexo más allá del placer físico, el animal o el lado emocional.

Crash es la típica película que me gusta mucho y que sin embargo no parece nada especial a nadie de los que se la recomiendo. De ahí su bajísimo 6.4. Pero es lo que la hace aún más especial.

Película contrapuesta: The Duke of Burgundy (2014).
Ante el aluvión de estrenos, esta obra quizás haya pasado algo inadvertida, pero también es una muy buena. No tiene la magia de la anterior, pero es una gran película sobre sexo, más erótica y menos profunda.

En general creo que una parte de mi generación se crió con el género híbrido de los thrillers eróticos, capitaneados por Instinto Básico (1992) – que por cierto tiene una buenísima banda sonora. Eran películas de intriga sustentadas con unas tensiones sexuales de medio pelo y escenas en que uno se imaginaba más de lo que veía. Al igual que con Internet, pienso que es una verdadera suerte haber nacido en ese territorio intermedio, lejos de las bruscas revistas pornográficas de nuestros padres y distanciados del porno a la carta de nuestros hijos. Me siento un afortunado por haber podido dar mi primer beso antes de haber visto un bukake en HD.


Un long dimanche de fiançailles (Largo domingo de noviazgo) (2004) 7.7 en IMDB.

La siguiente película que grabó el director de Amelie, también con la misma protagonista femenina. La mezcla de historia de amor, película bélica y thriller, es sencillamente genial. Al contrario de con los antes citados thrillers eróticos, que solían ser malos thrillers y peores películas eróticas, en este caso el autor deja una muy buena marca en cada uno de los géneros. La película es tierna, divertida e inteligente.

Mi generación también se crió con Amelie y muchos de los jóvenes de ahora se habrán acercado a ella años después. Pues si os gustó Amelie, esta otra quizás, como a mi, os guste aún más.

Película contrapuesta: Amelie (2001).
Todo se ha dicho y escrito ya sobre esta película, que también es una de mis favoritas. Para mi lo curioso es que, por extrañas coincidencias de la vida, la he visto tres veces en tres idiomas distintos, siempre con subtítulos: francés, alemán e inglés.

No soy un fanático de los subtítulos, sobre todo las comedias a veces pierden algo si no están traducidas. Opino que el principal defecto de las películas traducidas es la poca variedad de voces, especialmente entre los personajes secundarios. Los que se dedican al doblaje suelen tener voces demasiado perfectas y uniformes, haciendo las conversaciones poco realistas.


Being John Malkovich (1999) 7.8 en IMDB.
Recuerdo perfectamente cuando me enseñaron esta película. Un amigo me la recomendó, aunque no enfervorecidamente. Era una tarde de Semana Santa, al día siguiente me volvía a Madrid. Me dijo que no le importaba volver a verla de nuevo, que seguramente me gustaría. No estaba muy convencido, pero la acabamos viendo juntos. Me pareció en su momento, y es algo que no ha cambiado 15 años después, la película más complicada y genial que he visto jamás. Tiene un nivel de dificultad narrativa altísimo, sin caer en la pedantería o la complejidad inabarcable. Es una película divertida, brillante, sorprendente, cerrada sin fisuras. Cuando terminé de verla me quedé con la sensación de vivir en un mundo totalmente diferente. No solo es la película que más me ha gustado, es la película que más me ha sorprendido jamás.

Película contrapuesta: Eternal Sunshine of the Spotless Mind (2004) 8.3 en IMDB.
También bajo guión del mismo autor de la anterior, Charlie Kaufman, esta película es también brillante, pero con un trasfondo más romántico que la hizo aún más popular que su predecesora. A partir de aquí, sin embargo, el guionista empezaría un declive narrativo. Primero con su demasiado complicada Synecdoche, New York y luego yendo en picado con Anomalisa. Algo muy común en todas las artes, uno espera que su artista favorito siga haciendo lo que a uno tanto le gusta pero sin embargo éste tiene otro plan: evolucionar. En este caso, el escritor ha evolucionado tanto, se ha centrado tanto en sus contradicciones, que se ha olvidado de todo lo demás, a veces más importante: ser divertido, crear intriga.


Zero Effect (1998) 7.0 en IMDB.
De nuevo una película con una nota muy baja. Un género mixto, thriller y comedia. No es un guión brillante pero la historia tiene algo que te mantiene pegado a la pantalla. En lugar de ser un thriller moderno, donde se crea un misterio y 20 minutos antes del final te das cuenta de que hay un giro inesperado, para que 10 minutos antes del final otro giro vuelva a sorprenderte, aquí estamos ante una forma más original de sorpresa: empieza con un misterio, pero conforme evoluciona la película te vas interesando más por otro misterio, para terminar manteniéndote más atento a la posible historia de amor.

Como indicaba al principio, tengo gustos muy exigentes, pero si hay algo que me gusta de una película – y que casi todas las de esta lista tienen en común – es el ritmo. Me dan igual las malas actuaciones o los efectos especiales de medio pelo. Esta película tiene un ritmo pausado pero muy adecuado, jamás aburre y no se sostiene a base de trucos de guión. En muchas películas suele sobrar media hora. Esta se creó con material para hacer una mini serie.


Donnie Darko (2001) 8.1 en IMDB.
A mitad de camino entre un thriller y una película de ciencia ficción, ambientada como la típica película de instituto americano. Es otro clásico con una nota altísima por muchas razones.

De nuevo estamos ante una película en la que destaca sobre todo el ritmo. Comienza como una película de suspense y luego salta totalmente a una típica película romántica de institutos, para más tarde recordarnos que sigue habiendo algo sin explicar. La historia en sí misma no tiene ni pies ni cabeza y sólo se hace grande por la forma en que es expresada. Como muchas de las anteriores, no es para todo el mundo.

Película contrapuesta: Brick (2005) 7.4 en IMDB.

Una brillante idea: mezclar una película de institutos con el típico thriller. Recuerda, y mucho, a Donnie Darko por su extraña mezcla de estilos. Aquí vemos a personajes que están a medio hacer, intentando resolver un crimen. Si bien esta película no creo que aguante un segundo visionado, sí que tiene algo que la hace muy original y sorprendente.


Frequency (2000) 7.4 en IMDB.
Un thriller con algo de ciencia ficción, al menos tenía que recalcar una película con viajes en el tiempo. Puede que esta película esté muy superada hoy en día, pero qué duda cabe que es porque las hijas han aprendido mucho de esta cinta.

Recuerdo que la primera vez que la vi era en un viaje en AVE. No se sabe muy bien por qué, pero en los trenes siempre suelen emitir películas mediocres, muy blandas y “para público familiar”, así que empecé a ver esta con muy pocas expectativas. Sin embargo también recuerdo cómo me quedé solo sentado viendo el final mientras todo el mundo ya estaba en el andén con las maletas bajadas. Muchas veces lo que cuenta más es el estado de ánimo con el que se ve una película. Las bajas expectativas, totalmente desbordadas, hacen que tenga a esta como una de mis favoritas. También pienso que el haber visto una película en un lugar público multiplica las sensaciones.


Dawn of the Planet of the Apes (El amanecer del planeta de los simios) (2014) 7.6 en IMDB.

Las películas sobre “El planeta de los simios” son una reedición de una saga que se creó en 1968. Sin tener el éxito comercial de otras franquicias, esta ha tenido un éxito de público bastante aceptable y para 2017 se tiene que estrenar la tercera película de la serie.

Un amigo mío me había recomendado la anterior, “El origen del planeta de los simios” que es de 2011, pero la historia de los monos inteligentes luchando contra los hombres me parecía una analogía mil veces contada de otras formas, con distintos buenos y malos. Ignoré su consejo, para que tres años más tarde, me volviera a recomendar esta otra película, El amanecer del planeta de los simios. Como persona razonable que soy, volví a ignorar su recomendación.

Una de mis manías para el cine es que no me gustan los personajes que no son humanos. La saga Star Trek, con gente de orejas puntiagudas, el mono peludo o los robots de Star Wars, los personajes con cabeza de cono, películas en las que el protagonista es un perro…ese tipo de actores tienen todo mi rechazo a priori.

Tiempo más tarde, volví a hablar con él para preguntarle por posibles sugerencias de películas. Me empezó a enumerar una larga lista, y todas las había visto ya. Al final, me volvió a preguntar, ¿Viste la del planeta de los simios? Le dije que no y, sabiendo de mi reticencia, me dijo que le diera una oportunidad, al menos a la segunda parte.

Con tan bajas expectativas, acabé viendo las 2 horas 10 minutos sin pestañear. Una buena señal de si te gusta una película es si no has mirado cuánto le queda ni una sola vez. El Amanecer del planeta de los simios es una película espectacular. Y tras la bizarra forma en que la vi, os sugiero el orden cambiado: ver primero la segunda parte y luego la primera (que es también excelente).

No estamos ante un clásico del cine, ni algo que vaya a pasar a la historia, pero si ante una película con garantía 100% de que va a gustar, algo muy poco frecuente hoy en día. En contraposición con muchas de las señaladas más arriba, que son muy personales, esta es incuestionable.

Película contrapuesta
: Star Wars: Episodio VII 8.1 en IMDB
Aclamadas y con millones de fans, especialmente entre la gente de mi generación, las películas de Star Wars me despiertan total indiferencia. He visto las tres primeras, la cuarta y la sexta. Los efectos especiales perfectos, la complejidad de los mundos, no me aportan nada. Se supone que tiene una historia profunda, pero es más previsible y sencilla que el mito de Edipo, que es del siglo V a.C.
Algo parecido me ocurre con las películas de Harry Potter (no he visto ninguna) o las de El Señor de los Anillos (he visto la primera).
Por favor no comentéis para convencerme de que son buenas películas, es algo obvio, pero sólo quiero mencionar que no son para mi.


Exit Through the Gift Shop (2010) 8.0 en IMDB
Un documental muy interesante pero con giros propios de un thriller que, además, tiene partes de realidad y de ficción que no son fáciles de distinguir. La película dirigida por Banksy es un gran documental sobre el mundo del arte urbano, pero también es una historia con un personaje sorprendente. Que siete años después todavía no se sepa si es un falso documental o uno auténtico, dice mucho de la calidad de la obra.

Película contrapuesta: Hoop Dreams (1994) 8.3 en IMDB.

Un documental sobre la trayectoria de dos chicos muy prometedores en su camino hacia convertirse en jugadores de la NBA. Cuando ves esa película te das cuenta del esfuerzo y milagro que es convertirse en deportista profesional. Para ser profesor de matemáticas de instituto sólo hay que hacer una cosa: estudiar, y aún no demasiado. Para trabajar de cajera de supermercado, algo menos. Sin embargo, son profesiones que tienen tendencia a decir cosas como “he trabajado muy duro para conseguir esto y ese gana X millones por darle patadas a un balón”.

Esta película habla sobre el lado menos dorado del mundo del deporte: lo complicado que es conseguir llegar a la cima, a pesar de tener el talento y el esfuerzo. El entorno, la competición de otros que intentan lo mismo que tú, los problemas familiares o las lesiones, acechan a cada uno de los aspirantes. Una carrera hasta la élite sólo se puede conseguir con talento, trabajo incansable y suerte.