El turning point inmobiliario

Ya me he pronunciado al respecto sobre la burbuja inmobiliaria. Me han hecho la pregunta del millón: “¿Cuándo los precios volverán a la racionalidad?”
Ante todo, creo importante distinguir tres fechas, el turning point, la fecha de cota inferior y la fecha de normalidad.
El turning point es la fecha de cambio de tendencia. Los precios suben y bajan, hasta ahora han “subido” de forma monótona creciente ( sin descensos y hacia arriba ). Luego puede suceder un corto periodo sin tendencia definida ( subidas y bajadas, pequeñas ). Cuando llegue la fecha del turning point, los precios dejarán de subir y comenzarán a bajar, de forma también monótona pero ahora decreciente.
La fecha de cota inferior es aquella en que los precios alcanzarán su mínimo. Así, si los precios bajan durante tres años, la fecha de cota inferior será tres años después del turning point. Es el momento en que más barato se podrá comprar una vivienda.
Finalmente, está la fecha de normalidad. En que los precios vuelvan a una situación racional, en que la gente pueda comprar o no, acorde a sus salarios. Aunque ese precio se tocará en el momento de la bajada, no se llegará a esta fecha sino algún tiempo después.


Hasta un marmolillo se da cuenta de que hay una burbuja inmobiliaria. Sin embargo, ni la más preclara mente en materia económica se atreve a dar una fecha, tan difícil es la situación. Así, lo que diga no es más que una opinión personal.
Creo que a la situación le queda mucha leña. En idealista prácticamente están dando por hecho las siguientes fechas: turning point: octubre de 2006 ( dato dado por el forero Ir que comienza a tenerse por tan cierto como la fecha del descubrimiento de América ). Cota inferior: nunca antes del 2009. Situación de normalidad – quizás a partir del 2011.
También hay que tener una cosa muy clara: es muy distinto poder comprar una cosa y que esa cosa tenga un precio asequible. En la vivienda, hace unos meses cualquier retrasado con contrato precario y cuatro duros en el banco podía comprarse una vivienda – entrampándose de por vida e implicando en el “negocio” a toda su familia.
Lo que muchos deseamos es que las viviendas tengan precios razonables, por el simple hecho de que esto sea sano para la economía y la sociedad. Así, si las fechas que doy aquí se cumplieran, quizás un trabajador necesite el 2006 el 70% de su salario para pagar una vivienda pero pueda comprarla, y en el 2012 necesite un 30% de su sueldo pero no pueda comprarla, ya que depende de la actitud de los bancos a la hora de conceder préstamos. Personalmente, prefiero la segunda situación.