Gavión atlántico

La gaviota del Atlántico es oportunista y consigue la mayoría de su comida de la basura (esta llega a ser más de la mitad de su dieta) y capturando pescado. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de las gaviotas, son muy depredadoras y frecuentemente cazan y matan a presas más pequeñas que ellas mismas, comportándose más bien como un ave rapaz más que como una típica gaviota.

No disponiendo de los talones curvados y afilados como cuchillas, capaces de arrancar de una rapaz, el gavión atlántico depende del asalto, fuerza física y resistencia mientras caza, atrapando la presa, reduciéndola a una posición de la que no pueda escapar y sea incapaz de defenderse efectivamente (por ejemplo clavándola en el suelo o manteniéndola en el aire) y dejándola que luche hasta la exhaustación. En ese momento, la gaviota cambia de posición a su captura tratando de partirle el cuello de un bocado o de un fuerte zarandeo, o le reventará el cráneo a picotazos.

El gavión atlántico puede también intentar aprovecharse del entorno en su favor, manteniendo la cabeza de víctima bajo el agua, hasta ahogarla, machacándole el cráneo contra el suelo o una roca, o dejándola caer desde alto contra una superficie dura, seguido de un golpe letal con el pico. Este comportamiento puede verse a menudo en zonas urbanas y en los vertederos, donde estas gaviotas se alimentan de palomas salvajes, ratas y ratones. A menudo roban a otras aves marítimas sus capturas y se las ha visto siguiendo a ballenas jorobadas, marrajos sardineros o atunes rojos tratando de robarles algo de pescado traído por estos animales mucho mayores.

El gavión atlántico es uno de los principales depredadores de aves marinas menores, matando y comiéndose sus huevos, crías y hasta pájaros adultos. Frailecillos del Atlántico, araos comunes, gaviotas de razas menores, golondrinas de mar, charranes rosados, pardelas, somormujos y gaviotas son capturados habitualmente por el gavión atlántico. Generalmente buscan crías porque son fáciles de encontrar, transportar y tragar. Pueden tragarse enteros a frailecillos (los pingüinos del Atlántico norte), gaviotas y patos pequeños.

[…] El águila calva y el águila de cola blanca son las únicas aves capaces de cazar gaviones atlánticos adultos y sanos. Las ballenas asesinas y los tiburones también pueden capturarlos.

La edad máxima que se ha registrado para un gavión atlántico es de 27 años y medio.

Salvo por algunos puntos y aparte, la descripción del comportamiento de este tipo de gaviota, ubicua en el norte de Europa, es más brutal que un episodio de Dexter. Teniendo un rango de alimentos casi infinito, capturando animales de todos los tamaños, tipos y desarrollos. Sin hacerle ascos a basuras. Un animal brutal, fuerte e inteligente (se ha visto a gaviotas usar trozos de pan para pescar peces). Además, es un animal que vive muchos años y sin apenas depredadores. Luego con razón se puede ver el indicativo de “Con el mínimo riesgo de extinguirse”:

En la búsqueda del animal mítico e indestructible estas gaviotas se han ganado un lugar de privilegio.

7 comentarios en «Gavión atlántico»

  1. Desde luego que el págalo se las trae, es más brutal incluso que esta gaviota.
    Ataca a pájaros incluso más grandes que él (que ya es grande), se atreve hasta contra el gavión atlántico. Y no lo hace por deporte, sino para tratar de comérselos o robarles la presa recién capturada.
    Una de sus formas de ataque es agarrar por un ala al otro ave, en pleno vuelo, haciéndola caer al mar, donde se enzarzan en una batalla que acaba ganando este fortísimo ave.

    Y en su estatus de supervivencia:

    Debido a su tamaño, naturaleza agresiva y férrea defensa de su nido, el págalo casi no tiene nada que temer de otros depredadores.

    De las gaviotas del atlántico lo que destaca es que están por todas partes, como las palomas en otras ciudades. Uno le toma algo de cariño a estos pájaros sin saber que está tratando con despiadados asesinos en serie.

  2. Yo en Gijón las he visto cazar palomas en grupo, acosando a la víctima por turnos hasta que se la paloma acaba por rendirse.
    Se te olvida señalar que sus cagadas son muy corrosivas (y muy grandes), con el consiguiente perjuicio para las carrocerías de los coches.

  3. No es por contradecirte, pero esas gaviotas que hay en el norte de España no son gaviones atlánticos (sólo se dan más al norte de Europa) y serían potenciales presas de estos pajarracos tan despiadados.

  4. Aunque los págalos son terribles y no dudan en atacar a humanos y herirlos si se acercan a sus nidos, sin duda alguna el ave que no me gustaría tener a menos de medio kilómetro de distancia es el casuario. Merece un artículo propio: es una criatura que parece originaria del mismo Infierno, por su aspecto y por su peligrosidad.

Los comentarios están cerrados.