El pésimo sistema de gestión de los aeropuertos con el equipaje provoca fáciles engaños. Dado que perder una maleta puede entenderse como algo probable, dos personas que vayan de viaje juntas – por ejemplo una pareja, o dos amigos, pueden pactar lo siguiente:
Cada una factura sus maletas por separado y cada cual guarda la tarjeta de resguardo de la maleta. Pueden volar juntos sin ningún miedo a llamar la atención. Cuando llegan las maletas, una de ellas recoge las maletas de los dos y se marcha. Cuando ha traspasado la zona de seguridad – donde pueden llegar a registrarle el equipaje – manda un SMS a la otra, o simplemente le hace una llamada perdida. Si para ese entonces no han salido ya todas las maletas, se espera, y a continuación, pone la correspondiente reclamación.
La indemnización se estima en función del peso de la maleta perdida, en unos 25,5 € por kilogramo de equipaje. Ni que decir tiene que la maleta perdida será tan pesada como sea posible. Incluso puede ponerse peso suplementario hasta los 20 o 25 kilos de máximo admitido por maleta, por ejemplo rellenando la maleta con papeles.
En modo alguno quiero incitar a que la gente realice estos engaños, lo que quiero es que las compañías aéreas mejoren su sistema de gestión de equipajes, tan ineficiente.