Sinpa

No sé si se pueden patentar los juegos de palabras -las esquinas redondeadas sí – pero igual que The Economist jugó con el paralelismo Spain-pain (España-dolor) me atrevo a apuntar que Spain es un anagrama de Sinpa (una palabra con las mismas letras, pero escritas en otro orden).

Sinpa no significa nada, pero Simpa sí, coloquialmente significa irse de un sitio sin pagar (de ahí el nombre) la cuenta.

La clave de un buen simpa está en que no puedes volver al sitio donde no quisiste pagar. Y claro está, si lo haces de un bar no hay problema, porque “será por bares”. Pero imagina que haces un simpa en la Seguridad Social. O de la empresa de aguas. O de Azucarera Española. No tienes alternativas y son servicios casi imprescindibles.

A nivel mundial, cuando un país deja de pagar, se tiene que buscar nuevos socios. Es lo que hiciera Islandia en su crisis bancaria. Y claro está, son amistades extrañas, países que estaban ahí desde siempre y con los que nunca hubo verdadero contacto comercial.

Para un país como España, los posibles nuevos aliados serían China, Rusia (el amigo que se buscó Islandia). Hay mucho riesgo en elegir semejantes amistades.

Cuando comenzó la crisis griega, se oyeron comentarios del tipo “que vendan las islas”. Según la Wikipedia, Grecia tiene unas 6.000 islas. Está claro que perder unas pocas no tiene por qué ser un problema mayor al que ahora tienen. Lo que sí que es un problema es perderlas para capear el temporal durante unos meses, seguir con una deuda atroz. La venta de las islas sería una acción brutal, aunque perfectamente posible. No deja de ser una medida realizada ocasionalmente, desde que el mundo es mundo.

En realidad sería algo similar a las ocupaciones militares. Alemania se deja ocupar el Ruhr porque es un perdedor de la I Guerra Mundial, lo asume y se resigna. Pero cuando pasan unos años, cuando se deja de sentir así, quiere recuperarla y toma las medidas que considera pertinentes. Seguramente esa pérdida de las islas sería algo temporal.

Cuando se habla de vender islas siempre se piensa en hacerlo a los acreedores. Pero esa actitud es tan equivocada como dejarse embargar un piso. El acreedor es el peor pagador que puedas encontrar. Alemania no estaría nada interesada en comprar una isla griega. Ahora bien, no puede decirse lo mismo de otros países. China estaría encantadísima y seguramente pagaría sin muchos regateos. ¿Os imagináis una colonia china en medio del Mediterráneo? A principios del siglo XV China realizó ambiciosos viajes de exploración por todo el mundo. No eran el cutrerío de los Reyes Católicos, tres barcos raquíticos, sino que se embarcaron en misiones masivas, con cientos de barcos a la conquista del mundo. Luego se aburrieron del mundo exterior, olvidaron su flota y se encerraron en sí mismos. Sólo a finales del siglo XX comenzaron a enmendar ese error.

Pero una forma mucho más constructiva de hundirse es intentar vender las islas a compradores particulares. Nada de gobiernos, personas físicas que no comprarían una isla, sino un nuevo país. Petalas es tuya, pero no quiere decir que puedes edificar un rascacielos, tras pagar los impuestos correspondientes, quiere decir que en esa isla, no respondes ante nadie. Te vendo la soberanía de Petalas.

Ante una opción así, no serían muchos los particulares capacitados para semejante compra, pero desde luego, se despertaría un enorme interés. No es lo mismo que tener tu propio avión privado. Ni que tener un rancho de dimensiones obscenas. Es ser rey, es dar el nombre a un trozo del mapa de la tierra, es poder participar en las competiciones de todos los deportes. Tener sillón en la ONU. Lady Gaga o Tom Cruise pedirían autógrafos al dueño de un sitio así.

Vender territorio es una buena forma de desestabilizar un mundo que se tambalea bajo tus pies. Puede conseguirse mucho dinero, tal vez el suficiente, si se organiza con mucha mano izquierda. Además, dejarías a los socios con bastante mal cuerpo. Podrías negociar con amenazas de venta a países hostiles. Podrías dejar una Europa con 200 nuevos países. Las opciones son inquietantes pero no causan ese dolor de cabeza del no saber qué hacer para resolver el problema.

Si España se viera en una situación similar, y quisiera vender territorio, Ceuta y Melilla aparecen como las candidatas perfectas. Perfectas para deshacerse de ellas, no para encontrar un buen comprador. Igual que no sería nada realista intentar vender una región con pretensiones independentistas. Reino Unido mataría por ampliar el territorio que rodea Gibraltar. Podría venderse una de las regiones más pobres de España con el metro cuadrado a precio de Moraleja. Estados Unidos estaría encantado de comprar alguna islita buena en el Mediterráneo. China, quizás también. O Rusia. Paradójicamente, Alemania no ganaría tanto con un buen pedazo de Mallorca.

Se habla mucho de “el ejemplo de Islandia”, cuando en realidad se trata de un país de casa de muñecas. Para ellos las deudas eran una parte inasumible de su capacidad económica, pero para los acreedores no significaba su ruina, caso de no cobrarla. Islandia quedó un poco mal con algunos países, nada más. Los problemas para el país vendrían a la hora de realizar importaciones de productos extranjeros. Su moneda pasó a valer mucho menos de lo que solía valer.

En España nos costaría mucho ese brutal cambio de precio. Todavía son muchos los que no se han recuperado de la entrada del euro, del café que pasó de las 100 pesetas a un euro (166 pesetas). Y de eso hace ya una década. Pensar que el iphone libre costaría 1.000 euros, o tal vez 2.000, daría escalofríos a más de uno. Y con él, un montón de cosas en las que no piensas. Las máquinas de café, todas importadas, también multiplicarían su precio, y con él, el de tus cafés. El azúcar, afortunadamente, no cambiaría de precio.

No tengo ni idea de si sería bueno o no para España realizar un simpa. Lo que sí que tengo claro es que el juego de palabras lo habrá inventado otro antes que yo.

Un comentario en «Sinpa»

  1. Bueno, de alguna manera España ya ha vendido parte de su territorio/soberania a EEUU, para el despliegue de su escudo antimisiles en Europa. El triangulo se completa con Rumanía y Turquía (vamos, que nos codeamos con los grandes).

    Ahora en serio, la venta de territorio me parece una medida absurda, pan para hoy y hambre para mañana. Por lo tanto tiene bastantes números de que se acabe llevando a cabo.

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