Animales

Hoy he estado de visita en el zoológico. De salida, indicar que estoy totalmente en contra de estos lugares. Son los restos de una aberración histórica que ha continuado perpetrándose a lo largo de los siglos.
Los reyes y figuras renombradas de la antigüedad recibían como regalo todo tipo de objetos exóticos de otros países remotos. Ellos no tenían la oportunidad de ir allí a visitarlos, así que la única forma que encontraban era esa.
Los romanos(y me refiero a la escasa clase alta; los pobres a pan y agua como siempre) tenían especial predilección por la carne de los animales extraños. En realidad, para ellos el acto culinario era más psicológico que físiológico. Un plato muy bien presentado, distinto, era mejor que algo fácil de preparar y a lo que estemos acostumbrados. Por eso, comer un animal jamás visto era algo a lo que pocos podían negarse.
Con el paso del tiempo nos tocaría a los españoles traer la fauna y flora americana, con algunos nativos como souvenir. Siempre aportando nuestro granito de arena a la civilización.
Ni que decir tiene que en el siglo XXI esto no tiene ningún sentido. Cualquiera puede ver los animales en los documentales, o hacer un safari fotográfico en Kenia. Sin embargo, no nos planteamos lo bárbaro que resulta todo esto.
Y lo dice un defensor de los toros, en el que al animal se le da una oportunidad de vivir más que digna. Porque pienso que la forma de morir de un ser atenta menos contra él que la forma en que viva. Y es que estos animales se pasan el día aburridos, sin nada que hacer, sólo esperar la comida. En un ambiente extraño, no se pueden sentir cómodos con las constantes miradas de las personas. Aislados por un foso de agua y una valla electrificada para mayor seguridad.
Cuando me acercaba a la zona de los monos pude comprobar algo que siempre he oído, que los animales enjaulados se encuentran tan mal que se masturban compulsivamente. Efectivamente, veías a algunos de ellos más que entretenidos.
Es por todo esto que creo que el zoológico es un sitio al que la gente racional puede ir un par de veces en su vida. Sales con un malestar que difícilmente te invita a repetir.