Apología de Halloween

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Halloween es una de las fiestas que más gustan. Y no porque sea un fanático del cine de terror o los disfraces.

Por un lado es una fiesta muy breve: apenas si dura una noche, aunque en LIDL estén vendiendo disfraces, caramelos y decoración varias semanas antes. No llega a ser algo tan agotador como la Navidad española. La Navidad es tan brutal que se empiezan a vender los dulces en octubre y es casi imposible encontrar existencias a finales de diciembre. Llegado reyes, no hay quien tenga estómago de tomarse otro mantecado y aunque nadie quiere volver al trabajo o a la escuela, la sensación es de asco y saturación.

Halloween es una fiesta muy libre. Realmente no está claro lo que uno debe hacer. ¿Disfrazarse? ¿Dar caramelos a los niños? Lo mejor de todo es que puedes ignorarla con toda tranquilidad. Intenta comportarte como si no pasara nada el día de Fin de Año.

No gira en torno a nada. Al contrario que la cansina Semana Santa. Halloween es una idea abstracta y sobre todo lo que cuenta es pasárselo bien. No es necesario quedar con la familia por obligación, o una cena opípara. Ni siquiera arreglarse para salir.

Es una tradición que los hijos inculcan en los padres. Al revés que todas las demás. Los niños se disfrazan en el colegio, hacen cosas y obligan a los padres a participar en el circo, por presión del grupo. Los padres odian Halloween porque implica gastarse dinero en un horrendo disfraz de único uso, pero pasan por el aro viendo que los niños se sienten a gusto con la idea.

La base de Halloween es el miedo. Reírse del miedo. Reírse de la muerte. La mayoría de las tradiciones son super aburridas en su esencia. Lo único que las salva es el comer y beber mucho, pero Halloween no pone trabas ante esto.

La mayoría de los que critican Halloween lo hacen argumentando que es una tradición importada que no tiene arraigo en España. ¿Acaso eso importa? La bizarra costumbre de las uvas en Fin de Año tiene mucho menos años de los que imaginas, ¡Posiblemente menos que tú! Las más asentadas tradiciones han ido evolucionando y cambiando. La Semana Santa es una evolución de una festividad romana. Y la Semana Santa del siglo XXI es totalmente diferente a la del siglo XIX.

Un dato curioso de Halloween es que es una fiesta anglosajona, pero el día 1 de noviembre no es festivo en ninguno de estos países, mientras que en España sí que lo es. ¡Hasta nos viene bien por fechas!

3 comentarios en «Apología de Halloween»

  1. Como sopecho, por la lectura, que no sabes, te comento que el día 1 de noviembre es festivo en España por la fiesta de Todos los Santos, tradicional día de asitencia a los cementerios para llevar flores a los difuntos; cuasi oriental. Pero seguro que podemos hacer una mezcla; para que los mayores estemos contentos, vamos al cementerio, y para que los jóvenes estéis contentos (in), en vez de flores, llevamos calabazas. Lo curioso es que todavía no haya llegado el black day, o la acción de gracias. Seguro que lamentas que tomemos nocilla (pralin, tulicrem,…, vino con azúcar) en vez de pasta de cacahuete.
    Sobreabundando, cualquier motivo es bueno para hacer fiesta, incluso Navidad, Semana Santa, Semana Blanca, Reyes, San Valentín, Rebajas, Comuniones, Cumpleaños, Vacaciones, Vuelta al cole, Jaloguin, y los No Cumpleaños. Incluso San Zacarías, que hoy celebramos. Pero podemos pasar de todas ellas, de todas, y centrarse en el tripalium.
    Kind Regards.

  2. Me da la impresión de que el único motivo por el que te gusta esta fiesta es porque no tiene aparejada una serie de “obligaciones” que conllevan las demás con mayor arraigo en nuestro país. Obligaciones entre comillas, impuestas casi por nuestra conciencia, ya que en la actualidad se nos permite pasar de todo, hasta de la Navidad, cosa impensable hace años.
    No sucumbas al peso moral de las tradiciones, disfruta de la vida.

  3. Estrasburgo responsabiliza a los medios digitales de los comentarios de sus lectores
    Europa Press | Madrid
    Actualizado miércoles 23/10/2013 16:37 horasDisminuye el tamaño del textoAumenta el tamaño del textoEl Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha avalado que los medios digitales se tengan que responsabilizar de los comentarios ofensivos publicados por sus lectores, al dar la razón a los tribunales de Estonia que habían condenado a un medio de ese país por los comentarios de sus lectores a una noticia.

    Delfi, uno de los sitios de noticias más grandes de ese país, había apelado al TEDH tras ser considerado culpable por la justicia de Estonia por los comentarios difamatorios vertidos por sus lectores debajo de un artículo. En su recurso al tribunal europeo, el medio señaló que la condena suponía una interferencia en su libertad de expresión, protegida por el artículo 10 de la Convención de los Derechos Humanos.

    Estrasburgo le ha dado la razón en este punto, pero ha añadido que se trata de una restricción a la libertad de expresión “contemplada en la ley” con un objetivo legítimo, como es la protección del derecho al honor de otra persona, una excepción prevista en el propio Convenio de Derechos Humanos, por lo que el fallo que le condenó está justificado.

    Así, el tribunal europeo ha determinado que, como editor profesional, Delfi debería haber valorado el riesgo que podía provocar la publicación del artículo y haber actuado para eliminar rápidamente cualquier comentario ofensivo. En este sentido, el TEDH señala que, aunque el portal eliminó los comentarios cuando se le pidió que lo hiciera, no tenía los instrumentos necesarios como para prevenir la publicación de comentarios insultantes de una manera automática.

    Además, señala que, dado que culpar a los autores de los comentarios “hubiera sido extremadamente difícil”, ya que el medio permite a los lectores hacer comentarios de manera anónima, responsabilizar al editor es “razonable”, ya que el portal obtiene un beneficio comercial de la página web, cuyo parte de su contenido son los propios comentarios.

    La Unión Europea de Radiodifusión (UER) ha advertido de que el fallo puede tener implicaciones para todos los portales de Internet que tengan abiertos foros o la posibilidad de que sus lectores hagan comentarios. El fallo puede ser recurrido ante la Gran Sala del TEDH.

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