Bodyline

Aunque la normativa del juego de cricket resulte un poco oscura para los que no hemos sido colonia inglesa, el juego es, a grandes rasgos, muy similar al béisbol que hemos visto en tantas películas. Un tipo lanza una pelota que un bateador debe intentar detener. En el béisbol, la pelota la debe coger un compañero. En el cricket, la pelota debe tocar en tres palos casi unidos que hay justo detrás del bateador, clavados en el suelo. En el béisbol, la pelota se lanza directa; en el cricket suele lanzarse con un bote previo.
Se realizan numerosos disparos, hasta eliminar al bateador. Lo normal es que este batee a la pelota, pero no tan fuerte como en las películas sobre béisbol de la épica americana. Los palos a los que hay que apuntar están en el suelo y la postura del bateador es bastante artificial para poder recibir la pelota. Así, se batea con mucha frecuencia, pero la pelota no suele ir muy lejos. El bateador es eliminado cuando la pelota toca los tres palos, cuando el bateador golpea la pelota pero un jugador del equipo que lanza la captura antes de que caiga al suelo, o cuando la pelota toca el cuerpo del bateador.
Como ya digo, se tarda mucho en eliminar a un bateador, que consigue puntuar mucho para su equipo. De ahí que cada vez que un bateador es eliminado, el equipo que lanza lo celebra como un gol de un partido de fútbol.

I


Don Bradman fue uno de los mejores deportistas de todos los tiempos. Sus puntuaciones como bateador en el cricket nunca han sido superadas, y como muestra de su superioridad sobre el resto de bateadores en la historia, basta ver la tabla que muestra la Wikipedia, con los resultados de los diez mejores bateadores de todos los tiempos.
La mejor puntuación corresponde a Dan Bradman, con una media de 99.94. El segundo mejor bateador consiguió una media de 60.97, los restantes se mueven en cifras similares, teniendo el décimo una media de 58.22. Simplemente impresionante.
En 1930, la selección de Inglaterra estaba de gira por Australia. Lo hacía cada dos años. Ellos eran la estrella, pero en aquel tour, la selección australiana, gracias sobre todo al impresionante trabajo de Dan Bradman, consiguió una victoria parcial en todos los encuentros. Este bateador consiguió una media de 139.14 por partido, un valor que simplemente pulverizaba todos los registros anteriores.
En su vuelta a Inglaterra, los educados chicos ingleses de la selección de cricket, entre taza y taza de té, y aún escocidos por la derrota, planeaban una forma en que poder afrontar la habilidad de Bradman. Douglas Jardine era el capitán del equipo inglés y fue el artífice de la macabra Bodyline.
Jardine había demostrado un odio casi patológico hacia los australianos en su visita del año 1928. Suya es la frase:

Todos los australianos son maleducados, y una turba de criminales.


En la visita de 1930 Jardine había preferido quedarse en casa, pero a la vuelta del resto de sus compañeros, mostró mucho interés en saber sobre Dan Bradman. Su capacidad para anotar no podría igualarse por parte de los bateadores ingleses, así que se buscaron formas para que el australiano no consiguiera sumar tantos puntos. Por aquel entonces existía la técnica llamada leg theory. Como antes he indicado, el lanzador apunta a los tres palos anclados en el suelo. Hay un palo que se encuentra en la postura normal del bateo, otro se encuentra donde se coloca el bateador y el tercero suele coincidir con donde tiene este las piernas. La leg theory sugiere apuntar al palo de las piernas del bateador, desde donde éste no podrá batear cómodamente.
Esta técnica era conocida desde hacía mucho tiempo, y tenía un éxito relativo. Ante bateadores nerviosos, podía funcionar muy bien, por cuanto tener que batear de revés puede poner de los nervios a más de uno. Pero ante bateadores tranquilos la técnica se volvía contraproducente, por cuanto podían puntuar incluso mejor.
Así, Jardine y sus compañeros diseñaron la teoría a que llamaron fast leg theory. Lo que bajo el nombre parecía una forma evolucionada de una técnica muy vieja, no era sino una antiética forma de jugar: el lanzador apuntaría al cuerpo del bateador. Además, el equipo que lanzaba colocaría muchos jugadores cerca de él, esperando que en un acto reflejo, en que éste bateara corto, pudieran capturar la pelota en el aire, eliminándolo.
Tenían tiempo para practicar sus ideas. Nottinghamshire, el equipo de uno de los miembros fundadores de esta técnica, la puso en práctica en las series inglesas, obteniendo muy buenos resultados.
Por fin llegó la gira de 1932-33, en que se esperaba la revancha sobre Australia. Los lanzadores ingleses apuntaban sin disimulo sobre el cuerpo del bateador. Ante esto, cabían dos posibilidades: batear o esquivar la pelota. Ambas eran bastante complicadas y la forma de jugar de los ingleses, claramente orientada hacia el bateador, no resultaba muy ética aunque perfectamente legal. En ese primer partido, el público mostró ostensiblemente su enfado ante la que era una forma de jugar tan inusual.
El mayor éxito de esta técnica no estuvo tanto en el terreno deportivo, sino en el lingüistico. Y es que el mayor acierto de todos estuvo en la elección del término fast leg theory. Parecía como una evolución de una técnica muy conocida. Los australianos sin embargo la acabarían llamando bodyline.
Los titulares de los periódicos australianos hablaban de juego sucio por parte de los ingleses. De una técnica sucia que atentaba al honor del juego. Los diarios británicos sin embargo, ridiculizaban a los australianos, por no conocer la técnica del leg theory; para ellos eran unos perdedores y quejicas además de unos analfabetos de los elementos del cricket.
Con la evolución de la gira inglesa, los ánimos fueron encrespándose más y más. Como sistema antideportivo su éxito fue total. Bradman apenas si pudo puntuar con 56.57 de media, cifras muy bajas comparadas con su promedio y con las obtenidas dos años antes. La bodyline desesperaba a los bateadores, que cometían numerosos errores. La atención del juego ya no estaba en los tres palos, sino en el cuerpo del bateador.
El mayor incidente ocurrió en un partido en Adelaida. En él, una de las bolas golpeó al bateador por encima del corazón (sirva de muestra de hacia donde apuntaban estas bodylines). Cuando bateaba Inglaterra, el jugador que coge la bola recibió un golpe accidental por parte del bateador – posteriormente el receptor reconoció que fue culpa suya por ponerse tan cerca – y acabó con una fractura en el cráneo. Este incidente nada tuvo que ver con la bodyline, pero fue una gota más en un vaso que estaba a punto de colmar. Bill Woodfull, que fue el herido en la cabeza, calificó de este modo lo que estaba ocurriendo en el terreno de juego:

Hay dos equipos ahí fuera. Uno está intentando jugar el cricket y el otro no.

La situación había ido demasiado lejos. Los miembros de la Federación Australiana de Cricket querían interrumpir la gira. Sin embargo, aquello podría entenderse como un insulto hacia Inglaterra. En una reunión entre dirigentes de la Federación y el gobierno australiano, se llegó al acuerdo de continuar con la gira, pasara lo que pasara, para evitar que se deterioran las relaciones comerciales con Inglaterra.
Volvieron los ingleses a su tierra y la tensión entre ambos países no disminuyó. Se estableció un boicot de facto de un país hacia el otro, en el que los australianos tenían las de perder. Los ingleses no habían podido ver por televisión los partidos y ni se imaginaban lo que habían hecho sus chicos en tierras australianas. Y estos, no paraban de echar leña al fuego, ante la insistente antideportividad de los británicos con la bodyline. Las exportaciones de Australia hacia Inglaterra y las colonias británicas cayeron en picado. No sería hasta la Segunda Guerra Mundial en que las relaciones internacionales se normalizarían por completo.
Tras la triunfal gira de Inglaterra, la bodyline se había convertido en la técnica más eficaz del juego de cricket. Su irrupción en las ligas inglesas fue inmediata, causando el estupor del público ante tan novedosa forma de juego. Aún así, no sería examinada y juzgada hasta que el equipo de cricket de las colonias de Centroamérica, en su visita a la selección inglesa en 1933, empleara la bodyline contra sus propios creadores. Inglaterra perdió en su bautizo ante la bodyline.
En 1934 se cambiaron las normas del cricket para que, si el árbitro juzgaba que el lanzador estaba apuntando al cuerpo del bateador, fuera sancionado.
Breve y curiosa la historia de la bodyline. Esta historia, sin embargo, supone el mayor punto de inflexión en la evolución del cricket. Hay un antes y un después de la bodyline.
Existe una serie de televisión llamada Bodyline, producida en Australia en 1984 y se han escrito varios libros sobre ella.
Como ya he indicado, lo sorprendente no fue la técnica en sí, que era bastante burda, sino la confusión que el nombre dado a esta generó. El término bodyline proviene de una rácana medida por parte de un periodista deportivo, que en un telegrama pretendía decir “en la línea del cuerpo”, pero el ahorro de palabras acabó generando un término nuevo.
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Un comentario en «Bodyline»

  1. Para que esta estrategia de lanzamiento obtuviera el éxito deseado, la línea de ataque debía de combinarse con un bote corto de la bola (short). Este bote, que en terrenos propicios para los lanzamientos rápidos, como habitualmente son los terrenos australianos,hacen que la bola se eleve por encima de la cintura del bateador, es el que hace que el lanzamiento se vuelva incómodo o intimidatorio para el bateador.
    El ataque a la línea de las piernas pero con bote profundo (full) es considerado defensivo y de mal boleador, aunque, digámoslo todo, también da sus réditos.
    ¿ Que diría?, o… mejor dicho, ¿Qué idearía el ínclito Douglas Jardine para vengarse de una afrenta como el 5-0 infligido a Inglaterra por AUS en los últimos “Ashes”?

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