Todo el mundo escribe su lista de perogrulladas sobre lo que hay que hacer para escribir un blog o dejar de hacerlo. Lo gracioso es que a los que lo suelen escribir les ha quedado mucho por aprender. Voy a intentar cometer ese mismo error, pero dando algunos consejos no tan típicos y con los que quizás no estés de acuerdo:
a) Si no sabes qué escribir, no escribas.
Cada post cutre que escribas estarás más cerca de que un lector que descuidadamente haya caído en tu blog te rechace con un simple click. Cuando alguien tropieza con un blog, no lee más de tres entradas para hacerse una idea ( si lee más es porque ya le ha gustado ). Si dos de esas tres son flojísimas, tu blog pasará al olvido.
Sobran blogs en Internet, y basura ya ni te cuento. Si no tienes nada bueno que decir, cierra el pico, por el bien de los demás y el tuyo propio.
b) No cuentes demasiadas historias personales.
Si dices que te has peleado con tu novia y mucha gente te responde diciendo que está contigo, no deberías sentirte ni un ápice mejor. Toda esa gente no movería ni un dedo por ayudarte y agradecen que sólo te conozcan por la red. A todos nos gustan las historias personales de los demás, pero eso no quiere decir que nos importe mucho esa gente.
Si tatuarse un “Amo a Nerea” puede traer problemas con las futuras novias, las entradas en un blog no son ninguna ayuda. Si hablas sobre una novia antigua y luego no lo haces sobre la actual, o al revés, cualquier actitud irracional puede desencadenarse.
Podrás sacar algunos beneficios en el corto plazo, ganando puntos para a lo mejor llevarte un achuchón, pero de eso no se vive. Habla lo justo de vida afectiva, aunque tengas uno de esos blogs que sólo leen tus amigos.
Quizás mi blog favorito ever es el de Sanchiguarro, que es una triste historia de amor truncada, que provocó el cierre del blog ante el ridículo, llevado con una entereza admirable. Pienso que el autor es un primera espada y un gran tipo, pero ahí queda todo.
Nunca firmes tu blog con tu nombre y apellidos, salvo que pretendas ganar algún crédito con el blog (como dar conferencias o dártelas de que sabes de algo en el mundo real). La gente se pasa el día metiendo nombres y apellidos de amigos y conocidos en la barra de Google. Y luego quitar cada uno de esos links que no te gustan puede costarte muchos burofaxes.
c) Más visitas no significa un blog mejor.
No te creas que porque de repente tengas más visitas que antes, o porque te hayan puesto algún link en un sitio “importante” y de pronto la gente se pase por tu página, tienes un blog mejor. De hecho una gran parte de los blogs que tienen muchas visitas apestan. Algunos de los mejores blogs de Internet son totalmente desconocidos, y algunos de los que más visitas tienen dan vergüenza ajena.
Tener un buen blog tampoco te convierte en una gran persona, y viceversa.
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