Llevaba años oyendo hablar de mis derechos de protección de datos, pero nunca los había intentado ejercer. Hasta hace unos días.
En Internet hay una página donde aparece mi nombre, porque alguien firmó en un foro con dicho nombre. Y claro, eso no me gusta.
Me pongo en contacto con los administradores del foro – un top 10 según Alexa del Internet en español – y les indico que, tirando de leyes A, B y C, quiero que quiten eso de ahí.
Pasan unos días, pero también pasan de mí. Me meto en la página de la Agencia de Protección de Datos.
Allí tienen diversos formularios de ejemplo, pero ninguno sirve para mi caso particular.
Aunque la Ley Orgánica de Protección de Datos recoge claramente mi situación( quiero que quiten mi nombre de Internet) solo tiene formularios para los casos rutinarios: La típica empresa que tiene tus datos y te envía publicidad. O consultas a empresas para saber qué datos tuyos tienen.
Lo que sí que saqué en claro en la página es que si quería reclamar, tenía que enviar un burofax o una carta certificada. Por economía, opté por lo segundo. En el escrito, solicité respuesta por escrito de ellos, para saber si es que pasaban de mí o que simplemente se negaban a quitar ese dato de Internet.
En menos de una semana tenía la respuesta oficial: un señor burofax, que según leí costaba más de 20 euros. En él me indicaban que habían realizado mi solicitud y tal. Estupendo.
Lo bueno de Internet es que te permite comprobarlo. Entré en dicha página. Mi nombre seguía allí.
Dado que se gastaron el dinero en responderme, me tomé la molestia de escribirles, por correo convencional, diciéndoles lo que había pasado. Solicité de nuevo respuesta.
Varias semanas después, comprobé que mi nombre había sido borrado de la página. No recibí la respuesta que solicité.
Conclusiones:
a) Si quieres acceder a tus datos, olvídate de Internet, aunque estemos en el siglo XXI, en España todavía sólo funciona el papel como soporte.
b) Si realizas una reclamación en toda regla, en forma y modo legal, te responderán complacientes y rápido ( carta certificada o burofax). Si lo haces de forma amistosa( carta normal, e-mail o teléfono) pasarán de ti.
c) Si no hubiera podido comprobar por Internet que no habían cumplido mi petición, seguramente NO habrían borrado los datos. Y nunca me habría enterado.
d) Si reclamas que borren tus datos y te dicen que lo han hecho, denunciar carece de todo sentido. Sólo te sirve confiar en ellos. Aún me quedaría por ver que la Agencia pusiera alguna multa o simplemente hiciera algo.
e) Menos mal que mi caso era anecdótico. Si hubiera querido borrar mi nombre de la lista de morosos, ni te cuento.