08/15

Ser algo 0815 (Null-Acht-Fünfzehn).
Algunas de las expresiones más extrañas del lenguaje coloquial existen en el idioma alemán. Por ejemplo, cuando algo es normalito, nada extraordinario, dentro del promedio, puede decirse de ello que es 0815. La forma correcta de expresarlo es 0-8-15 (Cero-Ocho-Quince) (Null-Acht-Fünfzehn). En la Wikipedia lo escriben como 08/15.
Origen:
Ni qué decir tiene que una expresión tan inusual no puede tener un origen trivial. El término se refiere, ni más ni menos, al nombre de un tipo de ametralladoras empleado en la Primera Guerra Mundial: la MG 08. Dentro de esta clase de ametralladoras, existe el modelo MG 08/15.
08-15.jpg
De cómo esta ametralladora consiguió entrar en el lenguaje popular hay dos enfoques:
El primero habla de que los soldados que tenían que tratar a diario con ese arma debían recibir un entrenamiento fastidioso y monótono. Consecuentemente, para los soldados la expresión 08/15 significaba un momento de rutina, aburrido, de la cual estaban hartos.
El segundo posible origen se basa en que la ametralladora 08/15 fue la primera ametralladora de tecnología estándar en todo Alemania. Hasta entonces cada región alemana se ocupaba del armamento y el equipamiento de sus soldados. Como consecuencia de ello, el intercambio de piezas de repuesto entre las tropas que estaban compuestos de soldados de diferentes regiones de Alemania se hizo imposible. Así, se fundó una Oficina Nacional Normalizadora para la fabricación de armas. La ametralladora 08/15 lleva la primera bala que salió de dicha oficina, la DIN 1. Así, esta ametralladora se convirtió en un sinónimo para estándar y promedio.
Lo más probable es que ambas teorías tengan su parte de razón y hayan ayudado a crear una expresión tan coloquial.
La novela de tres tomos 08/15, publicada por Hans Hellmut Kirst en 1954 ayudó en la divulgación de la expresión.Fue el primer Bestseller de la República Federal Alemana y se llevó al cine con el mismo título el mismo año.
Aplicable a:
No menos sorprendente resulta que la expresión 08/15 tenga incluso un significado alternativo.
Durante la Segunda Guerra Mundial se siguió empleando esta veterana ametralladora, a pesar de ser una tecnología superada por modelos mejores. De ahí la ampliación en el significado, 08/15 puede usarse como sinónimo de “tecnología obsoleta”.
Si combinamos esta expresión con el pasado de moda sistema operativo OS/2, de IBM, podemos formular una frase más propia del lenguaje de espías:
OS/2 es 08/15.

Voto en blanco

En una jugada magistral, José Luis Rodríguez Zapatero expuso que los datos que emplearía en el segundo debate serían publicados en los próximos días en forma de libro.

La imagen de transparencia absoluta, como el que no tiene nada que ocultar, da mucha confianza al posible votante.
Ese libro blanco es una enumeración de gráficos y links a los sitios de donde se ha tomado la información. Me imagino que salvo los periodistas de la derecha, nadie lo leerá.
En las primeras páginas llama la atención la siguiente imagen:

infpuntual.jpg

El link de la página es este: http://www.mtas.es/infpuntual/smi/evolucion.htm
Según se traduce, es un informe puntual, realizado para poder presentar los datos en el debate. No sé si los datos son falsos o no. Lo que sí que veo es que se trata de aparentar que es una información pública, disponible desde la página del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. La realidad es que es un gráfico creado ad hoc y subido a ese servidor, sin relación alguna con los contenidos habituales que ahí figuran.
Esa falsa transparencia es mucho más sucia que la de ofrecer datos que, hoy en día, cualquiera puede contrastar en Internet. A Mariano Rajoy le han descubierto numerosos errores dentro de la información que presentó.

Por cierto, para quien le interese el precio de la leche en Alemania, la comparativa del libro blanco como la leche es abochornante.

En él Zapatero compara el precio de la leche de marcas blancas españolas con alemanas. De España escoge marcas de batalla como Mercadona, Alcampo o Hipercor. En Alemania elige Karstadt, Kaufhof o Rewe.

Lidl es una marca alemana. Hubiera sido una comparativa pura, un cartón de leche en un sitio y otro, para la misma cadena – que es menos cutre en Alemania que en España, dicho sea de paso.

Karstadt y Kaufhof son tiendas del estilo de El Corte Inglés. La gente no va allí a hacer la compra de la semana. Ni siquiera los propios empleados que tienen descuento.

En fin, que me reitero en mis propuestas de voto.

Un hombre un voto

Cuando llega el tiempo de elecciones siempre toca oír comentarios parecidos. Que si el votar no sirve para nada, que si los políticos son todos iguales, que si no nos gusta ningún partido, que si es una democracia ficticia.
Estas quejas suelen servir para dar la justificación: yo no voto.
En mi opinión el argumento es muy endeble. Normalmente no hay que esperar mucho para poder votar y los colegios electorales están cerca de casa y pillan de camino de cualquier parte. Votar es un gesto tan molesto como puede resultar tirar las botellas en el contenedor de vidrio más próximo. En realidad es un acto similar. Tienes que desplazarte unos metros más de lo normal para realizar un acto que crees no servirá de mucho. Mientras reciclas un quinto de cerveza en cualquier parte del mundo hay dos docenas de retrasados tirando un plástico de six-pack al mar.
Lo que verdaderamente aleja al votante de las urnas es el miedo a equivocarse. Y este miedo tiene diversas caras.
Por un lado, el miedo a votar al que pierda. Como si no se pudiera apostar por un caballo perdedor. A mucha gente le molestaría que ganara las elecciones alguien distinto al que ellos han votado. Y les hace pensar que su voto ha sido inútil.
Y por otro, el miedo a votar al que gane. Porque a buen seguro que será un político mediocre, que suba al burro del poder a todos los amigos que le encumbraron en el puesto. Nos aterroriza pensar que el que gane lo haya hecho con nuestros votos.
Hay otros que parece como si hubiera que estudiarse los programas de los políticos para votar y consideran que mejor no votan, por cuanto no están capacitados para tomar una decisión.
Creo que hay que asumir los errores, en la vida hay que tomar decisiones constantemente. Y la mayoría de las veces son más importantes que estas. La decisión de no votar no siempre es una decisión en sí, sino el optar por no tomar ninguna decisión.
El voto nulo, como el voto en blanco, es una solución para los que teman equivocarse. Más interesante desde luego el primero que el segundo. La forma más común de voto nulo es introducir dos papeletas dentro del sobre. Pero hay muchas más. Desde aquí hago una llamada a ideas creativas para realizar votos nulos. Algunas que se me ocurren son:

  • El voto múltiple. En un sobre se mete media docena de papeletas, de distintos partidos políticos.
  • El voto retro. Se usa una lista de elecciones anteriores. Exige disciplina por cuanto hay que almacenar las papeletas por lo menos cuatro años.
  • El voto secreto. Se introduce una papeleta y se cierra el sobre con grapas, de tal forma que sea imposible abrir el sobre sin romper la papeleta. Es una especie de voto no-nulo-autorreferente que haría las delicias de los lógicos.
  • El voto 2.0. Se rellena el sobre con una tarjeta que tenga un link a una página de Internet. Hay una probabilidad entre cien de que algún miembro de la mesa visite esa página y de hacerlo, si tenemos publicidad en nuestra página, hay otra probabilidad entre cien de que clickee en algún anuncio.
  • El voto collage. Se recortan diversas papeletas y se pegan formando una sola. Si eres bueno con las artes plásticas podrías llegar a formar una que diera el pego. Si eres un cutre, por lo menos conseguirás que los miembros de la mesa se pringuen las manos de pegamento.
  • El voto útil. Incluimos en el sobre una lista de teléfonos prácticos, como cerrajeros 24 horas.
  • El voto ruso. Se incluyen dentro del sobre sucesivos sobres más pequeños, hasta que en el último se encuentra una papeleta en miniatura con las iniciales del candidatos votado: M.R. ó Z.P. u otros.
  • El voto Ebay. En lugar de un voto se incluye un billete de cinco euros en el que habremos escrito un texto cualquiera, a ser posible reivindicativo. Por ejemplo “Voto por un mundo mejor” o “Un conservador es un hombre demasiado cobarde para luchar y demasiado gordo para huir”.
  • Con un poco de suerte el billete sale en las noticias y adquiere notoriedad. Políticos de todo el mundo muestran su interés por él, como símbolo de la democracia. Y entonces, es subastado en Ebay. En ese momento, con un detalle de genios aprovechamos para sacar réplicas exactas de ese mismo billete, que no serían copias sino originales al ser hechos por nosotros mismos. Inundamos Ebay con billetes de 5 euros autografiados, devaluando la moneda hasta el punto de que los billetes de 5 euros pasen a costar 4 euros o incluso menos.

  • El voto a la enmienda. Se vota por cualquier partido político, pero con tachaduras en la lista, por ejemplo, no tiene por qué gustarnos el candidato nº6 de Izquierda Unida en Cuenca. Pues lo tachamos.
  • El voto inmobiliario. Escribimos por detrás de nuestra papeleta un anuncio de venta de inmueble. Aumentamos el target de posibles clientes.
  • El voto infantil. Escribimos de puño y letra la papeleta en una hoja de papel. Los artistas, que lo hagan imitando el original. Los manazas, que dejen a sus hijos hacerlo.
  • El voto noble. Perdemos unas horas de escaneo y ordenador e imprimimos el voto exactamente igual que uno original, solo que con papel de máxima calidad.
  • Un hombre un voto. Otro montaje, solo que esta vez cambiamos todos los nombres de la lista por el nuestro repetido tantas veces como sea necesario. Mejor si usamos el nombre de un vecino, de esos cabronazos que no tiran el vidrio al contenedor adecuado.

Hay tantas posibilidades como votantes.

Suicidio con paracetamol

Fenol

El fenol es una sustancia manufacturada. El producto comercial es un líquido. Tiene un olor repugnantemente dulce y alquitranado.

[…]

El fenol es muy utilizado en la industria química, farmacéutica y clínica como un potente fungicida, bactericida, antiséptico y desinfectante, también para producir agroquímicos, policarbonatos, en el proceso de fabricación de ácido acetilsalicílico (aspirina) y en preparaciones médicas como enjuagadientes y pastillas para el dolor de garganta.

A principios del siglo XX el fenol, o ácido carbólico, se usaba casi para todo. Con propiedades antisépticas y anestésicas, servía para tratamientos médicos. También se le empleaba como medicamento contra la gripe o hasta para combatir la peligrosa masturbación femenina.

Sin embargo, tan fantástico producto presentaba algunos efectos secundarios. En los primeros años del siglo pasado se podía comprar en cualquier farmacia. Y era uno de los métodos más empleados para suicidarse.

Repasando las crónicas de hace un siglo en Kansas las referencias a suicidios con “ácido carbólico” son continuas. Se compraban las botellas en la farmacia y luego se ingería una enorme cantidad. La muerte era horrible: se producían quemaduras internas que producían una intensa y dolorosísima agonía en los suicidas. Raramente causaban la muerte, pero el estado del paciente era tan grave y tan difícil su recuperación, que poco podía hacerse por salvarles.

En la Segunda Guerra Mundial el fenol se usó a menudo como método rápido para asesinar a los presos. En los campos de concentración se inyectaba a los pacientes, normalmente en el brazo. Cuando se quería afinar y dar una muerte rápida y segura la inyección se realizaba en el mismo corazón.

Los alemanes descubrieron sólo al final de la Guerra que era un método más barato que el tan empleado Zyclon B. El Zyclon B también nació como un medicamento. En este caso, para combatir el tifus.

Paracetamol

Cuando el médico quiere quitarse de encima a un hipocondríaco, le receta paracetamol y lo manda a casa. El paracetamol alivia el dolor moderado y aunque no tiene efectos antiinflamatorios como la aspirina, carece de efectos secundarios conocidos.

Eso sí, el paracetamol es tóxico. Lo que sucede es que las cantidades tan pequeñas que ingieren los pacientes permiten eliminar las toxinas sin que lleguen a causar el más mínimo daño. Lo que no conoce la mayoría de la gente es que dada la facilidad con que se puede conseguir este producto, para el que no se requiere receta y de precio ridículo, mucha gente lo emplea para suicidarse.

Como método de suicidio es enormemente ineficiente. La sobredosis de paracetamol provoca daños en el hígado, el encargado de eliminar los componentes tóxicos. El hígado que sufra daños muy importantes puede provocar la muerte al paciente. Esta muerte jamás será agradable, ni lenta, ni dulce. Apenas una de cada mil personas que intenta tan peregrino método de suicidio, acaba consiguiéndolo. La inmensa mayoría de las veces dejará al candidato a suicida con el hígado de un veterano alcohólico para el resto de su vida. Puede que requiera un ingreso hospitalario.

Según los estudios médicos, unas 500 personas al año mueren en Inglaterra y Gales a causa de sobredosis, conscientes o no, de productos con el componente activo del paracetamol. Estos datos son preocupantes, por cuanto representan una de las veinte principales causas de muerte en países civilizados.

Pero el paracetamol, como medicamento comodín, no recibe campañas en televisión. Ni hay conferencias de presidentes autonómicos para hablar del paracetamol. Hacen falta muchos años para darse cuenta de que un medicamento común no debería serlo tanto. Como el fenol.

Como puede verse, el paracetamol es una de las principales drogas causantes de muertes, por delante de la cocaína:

muertes_paracetamol