Ahora estoy leyendo el libro Founders at Work: Stories of Startups’ Early Days que trata sobre startups (empresas muy nuevas con grandes posibilidades de crecimiento) de la informática en los años 80 y 90.
Entre las entrevistas que se muestran se deja ver en alguna ocasión algo que he visto por Internet a menudo y es el rumor de que Yahoo es una empresa perdedora porque tuvo la oportunidad de comprar Google por un millón de dólares y no lo hizo.
He estado investigando un poco sobre el tema y todo apunta a que esta frase no es correcta aunque no es una leyenda urbana, entra en una área intermedia y por eso creo que es interesante contarlo.
En primer lugar, decir que la misma historia se cuenta para Yahoo y otras compañías, principalmente Excite, un portal de Internet que también tenía un buscador. He encontrado más casos que sustentan la posibilidad de compra por parte de Excite como uno de los errores empresariales más grandes de la historia (muy por detrás de Western Union que rechazó comercializar el teléfono: el invento más rentable de todos los tiempos).
Luego primera puntualización: no hay un comprador claro para este error, lo cual despierta algunas sospechas de que la historia no es cierta.
Más importante si cabe es entender que Google no es como la Estatua de la Libertad, que siempre fue y será la misma. Es una empresa y como tal depende mucho del momento en que hablamos para entender el precio. En el momento en que se pudo comprar al rey de los buscadores no era lo que ahora.
Esto me recuerda a los que tuvieron de compañeras de clase a futuras actrices y modelos. Me pude haber casado con ella y no fui capaz de darme cuenta de mi error. Con las novias es más fácil teorizar: cuando estaba estudiando contigo era una estudiante y eso es lo que dejaste pasar, no a una actriz famosa ni a una modelo.
Cuando Google podía haber sido comprado no era más que un buscador con mucho crecimiento y que había recibido buenas críticas pero a fin de cuentas un buscador más. Los potenciales compradores tenían buscadores con muchas más visitas que Google.
En este caso es como tener a un jugador de la talla de Cristiano Ronaldo (no consigo explicarme qué hay detrás de llamar a un jugador CR9) y que te ofrezcan a un juvenil de segunda B que hace poco estaba jugando en regional y es muy bueno. Tú lo rechazas porque ya tienes a un buen jugador y bastantes problemas tienes como para preocuparte de cambiar una de las cosas que funcionan.
Punto número dos: el Google que se vendía en aquella época no era el de ahora y no tenía la potencia y las ramificaciones económicas actuales.
No tiene sentido pensar que tras comprar el buscador una de estas empresas habría llegado a lo que tenemos ahora. Seguramente el desarrollo se habría estancado o habría quedado en un lugar secundario y con el tiempo alguno de esos buscadores aspirantes se habría apoderado del mercado. Como la gente de Google no tenía otro producto aparte de su buscador se esforzaron al máximo en mejorarlo y optimizarlo y en eso está el verdadero éxito de su invento y el valor añadido se consiguió mucho después, cuando la empresa ya no estaba en venta.
Punto número tres: no importa quién hubiera comprado el buscador. De haber sucedido, el crecimiento en torno a él no habría sido tan importante como el que se ha conseguido.
Finalmente decir que la cantidad del millón de dólares no está documentada en ninguna parte, que yo sepa, y es demasiado baja para una época (estamos hablando de 1997) en que el dinero fluía con mucha alegría y se formaban y compraban empresas de Internet sin apenas ideas detrás. Unos años después los creadores de Blogger pudieron vender su producto por un millón de dólares en acciones de otra empresa (o sea, papelitos) y lo consideraron un fiasco pero al menos mejor que una quiebra (la empresa compradora quebró y no pudo realizarse la operación).
Punto cuarto: Un millón de dólares es demasiado poco.
Lo que cuesta ver de todo esto es que el primo no es Yahoo, ni Excite ni ningún otro. El primo es una pareja y como son dos de las personas más ricas y exitosas del mundo parece que no cometieran errores, que se afeitaran sin jamás cortarse. Pero si hubiera algunos idiotas en esta historia, aunque nos cueste reconocerlo, tendrían que ser Larry Page y Sergei Brin.
Estos dos estudiantes de Stanford desarrollaron el famoso algoritmo y la brillante idea de premiar las páginas con más enlaces. A ellos lo que les gustaba era el ambiente universitario y la investigación (algo que se traduce en la forma de contratar y de tratar a los empleados en Google) y para nada querían formar una empresa. Tras sufrir la primera crisis de crecimiento de la compañía (los servidores cedidos por la Universidad ya consumían tantos recursos que les invitaron amablemente a que se buscaran otro sitio) se vieron obligados a tomar una decisión sobre el futuro y su decisión fue quitarse de en medio la idea por buena que fuera y seguir en sus investigaciones para hacerse profesores universitarios.
Es decir, que se nos llena la boca insultando a empresas por no saber ver el potencial de la idea de otros y ¿No habría que reírse un poco de los que tuvieron la genial idea y ni siquiera ellos mismos le veían todo el potencial?
Punto número cinco: Antes de intentar conseguir financiación, los futuros multimillonarios intentaron quitarse el muerto de encima y sólo a falta de compradores se vieron forzados a levantar un imperio empresarial.
Por lo tanto os recomiendo que la próxima vez que veáis un chollo como este tratéis de ponerlo en perspectiva. En aquella época nadie veía un posible negocio en torno a las búsquedas. Y cuando digo nadie incluyo a los creadores de Google. Eso vendría después y para entonces ya no había precio de venta.
Un ejemplo de la forma de pensar de aquel entonces es el de Yahoo, que tuvo la opción de comprar Hotmail y no quiso. Cuando tiempo después vio el potencial económico de las cuentas de correo simplemente compraron un servicio competidor de Hotmail y lo hicieron crecer. Hoy en día el servicio de correo de Yahoo es el más popular del mundo, por delante de Hotmail.
Actualización a 4 de Agosto de 2011:
Leí el libro In The Plex: How Google Thinks, Works, and Shapes Our Lives, de Steven Levy, una especie de biografía de Google. Aporta mucha más información sobre este proceso de venta de Google. Me ha sorprendido sobre todo ver la cantidad de información confusa y poco sólida que hay en la red, y sobre algo tan propio de ella como es el inicio del buscador.
En realidad, el principal problema para que no se concretara la venta estaba en las condiciones de permanencia de los fundadores. Ellos estaban dispuestos a vender Google y las empresas compradoras estaban dispuestas a pagar ese dinero. Sobre todo había diferencias en el periodo y el contrato de permanencia que debían seguir Larry Page y Sergey Brin, una vez se realizara la venta. Y eso ero lo que más les desesperaba. Iban a tener que vender la empresa, algo que no les importaba lo más mínimo, pero no por mucho dinero y encima iban a tener que trabajar para otros durante por lo menos un año.
El libro dice lo siguiente de los potenciales compradores:
Yahoo: No veía la utilidad de comprar (o pagar una licencia por) un buscador, a pesar de que los fundadores simpatizaban mucho con los de Google.
AltaVista: Un diseñador estaba interesado, pero recibió una negativa de las oficinas de DEC (propietaria de la empresa) para siquiera intentar algún trato.
Excite: La propuesta de Larry Page era vender la empresa y que él fuera el único que trabajara con ellos. Su idea era seguir un máximo de siete meses, tras los cuales se marcharía, dejando la empresa totalmente en manos de los compradores, sin un solo miembro original de Google. Su idea de los siete meses era con idea de tener tiempo de apuntarse a los cursos de doctorado de Stanford. Excite tendría que pagar 1.600.000 dólares por el producto, de los cuales:
- 300.000 dólares serían para Stanford, por la licencia que tenía sobre Google.
- 200.000 dólares serían el salario de Larry Page.
- 400.000 dólares de bonus por implementar unas mejoras al buscador que había pendientes.
- 700.000 dólares en acciones de Excite.
Excite hizo una contraoferta de 750.000 dólares y al final no consiguieron llegar a un punto de acuerdo. La cifra del millón de dólares nunca estuvo sobre la mesa.
Resulta curioso ver como Scott Hassan, el programador que arregló el desastrado código inicial de Larry Page, insistía a los dos fundadores que crearan una empresa, que todo el mundo estaba ganando mucho dinero en Silicon Valley. Pero estos dos famosos empresarios le respondieron que “no estaban pensando mucho en forma emprendedora por aquel entonces”. Viendo las perspectivas, Hassan dejó Google y fundó su propia empresa (eGroups), que también resultaría en un gran éxito económico.
Durante los siguientes año y medio, rechazamos a todas las empresas que se nos acercaron. No encontrábamos a nadie realmente interesado. – dijo Larry Page – Conseguimos ofertas, pero no eran por mucho dinero. Así que dijimos, Pasando, y volvimos a Stanford a seguir trabajando.
Fuentes:
Historia de Google en Wikipedia.
Historia de Excite en Wikipedia.
Historia de Yahoo en Wikipedia.
El libro Founders at Work antes citado.
Coincidencias que hicieron que Google tuviera éxito.
Historia de Google en In The Plex: How Google Thinks, Works, and Shapes Our Lives.