No hay cosa que me sorprenda más que las economías en el precio de la gasolina.
Si llenas un depósito de 50 litros, a 1.2 euros el litro, una diferencia de precio del 5% son la friolera de 3 euros.
Hay quien recorre kilómetros y kilómetros, soporta esperas, compra en supermercados abominables, sólo por conseguir algo menos de ese descuento.
A diario hay decenas de posibilidades para ahorrar tres euros, y parece que a nadie le interesan. Pero ahorrar en gasolina es casi cuestión de Estado, para muchos.