Enron

Uno de los mejores artículos que he leído en toda mi vida fue este que publicó Malcolm Gladwell sobre Enron.
Enron era una de las principales empresas eléctricas de los Estados Unidos, hasta que de golpe y porrazo, casi de la nada, quebró.
El alcance del fraude y la corrupción de este caso se refleja en una leyenda urbana. Esta dice que el escándalo de Enron provocó que Andersen Consulting cambiara su nombre al de Accenture, para tratar de borrar toda relación con tan oscuro suceso (Andersen Consulting se escindió de la firma auditora de Enron, Arthur Andersen en 1998 y sólo compartía el Andersen del nombre, sin ningún tipo de relación en el caso).
Ya nadie se acuerda de Enron, pero en su momento fue una sensación. El artículo de Gladwell era increíblemente valiente. Salió en defensa de los directivos de Enron, explicando que aunque tal vez no fueran angelitos, ni siquiera ellos eran conscientes de lo que estaba ocurriendo.
Gladwell no tomó una postura. Simplemente investigó sobre la historia tras casi seis años desde el escándalo, que dan perspectiva suficiente. Y se atrevió a indicar que tal vez la culpa no fuera de los directivos, sino del sistema financiero y empresarial que era tan terriblemente complicado que había llegado a un punto en que nadie era capaz de saber lo que se estaba cociendo en su propia cocina.
El caso de Enron se destapó de forma extraña: un periodista, Jonathan Weil, leyó con detalle el informe trimestral de Enron, y tuvo la sospecha de que algo no le cuadraba. Por supuesto no era del Cinco Días o el Expansión, sino de un periódico serio. Pidió tiempo en su trabajo para que le dejaran investigar con más detalle. Y tras casi un mes, fue capaz de discernir que las operaciones que estaban realizándose no eran todo lo correctas que los datos parecían mostrar.
No es un caso como el Watergate en que los periodistas tuvieron que pagar a soplones, poner detectives y seguir pistas. El periodista simplemente se bajó los excel de internet y se puso a trabajar con ellos. Era información pública disponible para cualquiera que la quisiera consultar.
Gladwell hacía una exposición sencilla: si un buen periodista económico, tras consultar a varios de los mayores expertos en contabilidad e inversión de los Estados Unidos, necesitó más de un mes para darse cuenta del problema, ¿Cómo podían en la empresa ser conscientes de lo que estaba sucediendo? Nadie tenía un puesto lo suficientemente alto y unos conocimientos lo suficientemente técnicos (además de una disponibilidad de tiempo) que le permitieran observar la perspectiva global de lo que podía sucederle a la empresa. Los jefes de muy arriba sólo firman las facturas, los de abajo sólo preparan los informes.
Gladwell defendió a unas personas de las que sólo se han dicho cosas negativas: ladrones, estafadores, timadores, tunantes, embaucadores. Por supuesto, recibió numerosas críticas por su artículo. Además, él ni siquiera es un economista.
Gladwell escribió su artículo sobre Enron en enero del 2007, cuando la palabra subprime en Google apenas si registraba unos 500 resultados. El problema de las subprime – y todo lo demás – es ese: todo es tan complicado que al final no sabes ni lo que estás comprando.
Gladwell tiene un blog extraordinario: sólo ha publicado cuatro entradas en su blog en lo que va de año. No harías mal en añadirlo a tus favoritos.

5 comentarios en «Enron»

  1. Gladwell se pregunta en su blog sobre por qué el consumo de ciertas sustancias está prohibido por las federaciones deportivas. Hace poco, el juez de la Operación Puerto dejó en libertad a los acusados porque, según los informes médicos, su práctica no perjudicaba la salud de los atletas. ¿Por qué se prohíben sustancias beneficiosas para la salud para participar en competiciones que no lo son?
    Zruvabel, ¿sabes qué tal están los libros de Gladwell?
    [Comentario zrubavel: He leído el famoso “The Tipping point” y aunque es un muy buen libro no tiene nada que ver con lo que escribe para el New Yorker. En mi opinión Gladwell supera la perfección en ese formato. Un libro con sus artículos sueltos de la revista seria lo ideal.
    Pero escribiendo libros se ha hecho rico. The Tipping point” es una biblia para los empresarios y vendedores y Gladwell gana casi más con las conferencias al respecto que con las ventas del libro. Su nuevo libro está a punto de salir a la venta.
    Gladwell fue una promesa del atletismo y por eso se interesa por el deporte. El dopping me parece un tema muy complicado para tener una opinión a favor o en contra. Hay deportes donde apenas afecta, como el fútbol. En otros como el ciclismo es la única diferencia entre ganar o no ganar.]

  2. En un principio, se luchó contra el doping en el ciclismo para salvar las vidas de los corredores. Tom Simpson falleció subiendo el Mont Ventoux (hay vídeo en youtube), después de ponerse morado de anfetaminas
    Hoy en día, probablemente tomar EPO de última generación bajo control médico, sea lo más saludable para pedalear tres semanas subiendo puertos. El problema del doping es que convierte el ciclismo en aburrido. Un pelotón dopado va a 50 por hora, y a esa velocidad no se escapa nadie, aunque vaya muy dopado (cosa de la resistencia del aire y el cuadrado de la velocidad). Un gran ciclista dopado no coge pájaras.
    Por cierto, recuerdo una final en la que la Juventus le pasó por encima al Barça de Koeman, Romario y Stoichkov. Luego se descubrió que los italianos iban hasta arriba.

  3. Para mi el problema del doping no es sólo la salud o lo competitiva que resulte una carrera, sino que deja de ser una competición entre personas para serlo entre empresas farmaceúticas.
    Nos estamos yendo un poco del tema, pero es que aún no he sido capaz de leerme entero el artículo de Gladwell. De todas formas creo que la directica de Enron si que era más o menos consciente de la “contabilidad cerativa” que estaban haciendo, por no hablar de los sobornos, etc de los que también se les acusó.

  4. Si no sabes lo que se cuece en tu propia cocina, ¿qué motivo hay para que seas cocinero?
    Si no tienes unos conocimientos que te permitan observar la perspectiva global de lo que puede suceder a tu empresa, ¿qué razón hay para que ocupes un puesto alto?
    Deduzco que, en el mejor de los casos, los directivos de Enron eran unos perfectos incompetentes.

  5. Soy estudiante de bachillerato en Contabilidad y en mi opinión es más que obvio que la alta gerencia de Enron sabían lo que estaban haciendo, quizas no tenian la certeza de las consecuencias mundiales que hiba a tener sus actos, pero al menos sabian de las consecuencias y beneficios personales
    que ellos obtuvieron a corto plazo.

    En el momento en que se fundieron dos macro empresas para crear Enron, los altos gerenciales demostraron su capacidad, demostraron que sabian lo que estaban haciendo.

    En conclusión este artículo está muy bueno, pero es una manera de justificar la corrupción y el fraude de éstos magnates.

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