Wang Yunfei, el chico de la fotografía, no se ha hecho famoso por llevar una camiseta que imita a la marca Calvin Klein y que tiene escrito “Oraiginal Jelans” en lugar de “Original Jeans”.
En China, antes de acceder a la Universidad, los estudiantes tienen que escribir un pequeño ensayo sobre algún tema. De la corrección de dicho ensayo se deduce su madurez y capacidad para adaptarse al entorno universitario y en función del resultado se obtienen unas opciones de acceso u otras.
El ensayo que presentó Wang Yunfei fue sobre el medio ambiente y lo que lo diferenció del resto de alumnos es que lo escribió en chino clásico, el que se utilizaba en la Dinastía Han (entre los siglos II antes de Cristo y II después de Cristo). Algo parecido a si lo hubiera escrito en latín un estudiante de Barcelona aunque bastante más inusual puesto que el estudio del latín aún sobrevive en los planes de estudios de secundaria mientras que el chino clásico es aún más marginal.
El ensayo de Wang Yunfei tuvo que ser corregido, por lo tanto, por un profesor especializado en chino clásico y este tuvo ciertas dificultades en la corrección ya que encontró 40 palabras del chino clásico que ni él mismo conocía. Según su propio juicio el texto de este estudiante hubiera pasado, tanto por el estilo como por la gramática, por un texto de la Dinastía Han. El profesor consideró que el texto de Wang Yunfei era tan bueno como el que hubiera podido escribir un licenciado en lengua clásica.
La personalidad del estudiante es desde luego sorprendente. Para él el chino clásico es una afición que ha desarrollado a sabiendas de su absoluta inutilidad. No tiene ningunas pretensiones con la misma y sus aspiraciones son más bien tecnológicas. Quiere estudiar arquitectura y destaca en las asignaturas de ciencias. Sin embargo no tiene ordenador. Cuenta que mientras el resto de compañeros pasa su tiempo libre navegando por Internet él prefiere dedicar ese tiempo de ocio a la lectura de textos clásicos.
Hacía mucho tiempo tuvo la idea de que ese examen preuniversitario era la única oportunidad de que dispondría en toda su vida de emplear el chino clásico. Los correctores podían tomárselo a bien, como ha sucedido, o a mal y suspenderle el examen. Sopesó las opciones y consideró que en caso de suspenso ya tendría una nueva oportunidad para realizar un examen normal.
A raíz de este suceso Wang Yunfei adquirió una notable fama en China, fama que no le ha gustado lo más mínimo. El tiempo perdido departiendo con periodistas se lo ha tenido que dedicar del que le hubiera gustado emplear leyendo sus admirados textos clásicos.
Desafortunadamente hace falta un país con 1.324.655.000 habitantes para que al menos surja una persona así.
La demencial motivación de Wang Yunfei a escribir su examen de ingreso en la universidad en un chino clásico impecable le convierte en un firme candidato al Insomnia Prize 2010.
Fuente: China Daily.
historia simpática; me recuerda la del traductor de Tolkien, otro de esos chinos que sólo la Ley de los Grandes Números permite que existan (te dejo el link, si te parece demasiado spam, borralo http://demairena.blogspot.com/2009/08/1510-lucifer-y-tolkien.html)
Clasificar de inútil el chino clásico…bueno el chino clásico es tan inútil como cualquier lengua antigua.
Un par de incisos:
-La comparación sobre un estudiante de Barcelona escribiendo en latín es muy modesta, del chino clásico ni siquiera se conoce como se pronunciaba, muchas de las letras han cambiado de significado y aunque se toma el actual, carece de sentido. La diferencia es mucho más abismal.
-Sobre la temporalidad del chino clásico, es anterior a la dinastía Han, en tanto que todos los libros de Confucio, Mencio, Lao tse, Zhuang zi, Sun tsu etc (los clásicos y que estudiaban en el examen imperial del que pusiste un post) son pre-Han. De las primaveras y otoños, los reinos combatientes e incluso antes (dinastía Zhou).