La grotesca nueva ciencia de la optimización de páginas de cara a los buscadores, es la ciencia del robo de visitantes que en realidad buscaban otra cosa.
Si estás buscando una hipoteca, y no estás muy suelto en internet, quizás pongas en el recuadro de Google alguna boutade como “estoy vuscando una hipoteca que sea barata”, obteniendo como resultado páginas que poco tienen que ver con las hipotecas y mucho con el Adsense – publicidad en las páginas.
Los bancos y las empresas de financiación sólo consiguen aparecer como resultados patrocinados. Pero eso es lo que realmente andaban buscando los potenciales clientes de una hipoteca, no blogs de pacotilla orientados hacia la publicidad de forma descarada.
Una de las formas más bizarras de engañar al personal y atraer clientes hacia las redes de nuestra publicidad son los dominios parecidos – tiene un nombre en inglés pero me niego a usarlo. Por ejemplo, todo el mundo conoce Amazon, pero a golpe de vista, como en una tienda, una página que sea Amazen puede sonarnos a conocida y provocar la visita distraída. La actitud que indican en este blog de negocios es muy interesante y loable. El idiota es el cliente que verdaderamente interesa. Si has conseguido que un pardillo pinche en tu página, que pone Amazen en vez de Amazon, puedes esperarlo todo de él: que compre productos absurdos, que pinche como un loco en tu publicidad, que te haga una donación, que te de sus datos personales. El pardillo es el que genera dinero no como esas redes sociales, en que participa mucha gente “preparada” que lo único que hacen es consumir ancho de banda.
Así, jugando al despiste del dominio cambiado, hay cientos de ejemplos sobre dominios que se parecen al original. Y de entre todos esos ejemplos, como no podía ser de otro modo, Google se lleva la palma. Inspirados en la imagen del pie de los resultados de búsquedas, se ha creado uno de esos espacios bizarros de internet.
El dominio Gogle.com está registrado, como no podía ser menos. Aunque nos redireccione directamente a la página de Google, hay una empresa detrás de todo esto, empresa que puede ser un ama de casa en Rumanía o un chiringuito más o menos decente. Hay alguien que cree que puede haber algún negocio en renovar, año tras año, el dominio Gogle.com.
Cuando empezamos a alargar las oes del nombre de Google, uno se sorprende de que sucesivamente todos los dominios van teniendo dueño y todos esperaban sacar alguna vez algún beneficio de ese dominio.
http://www.goooooooogle.com/ (con un dignísimo pagerank de 3/10 y sin ningún contenido).
http://www.goooooooooooooooogle.com (dominio que está reservado pero que no tiene ningún contenido).
http://www.goooooooooooooooooooooooooooooooogle.com
http://www.gooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooogle.com (con un inverosímil pagerank de 4/10 y un aspecto extraño).
Y hasta aquí se puede llegar, porque el sistema de nombres de dominio tiene una limitación de, como máximo 63 caracteres, justos los que alcanza esa “empresa” que ha comprado esa versión del nombre de Google.
Esto es internet: una empresa real, Google, y 58 – empresarios, emprendedores, amas de casa de Rumanía, aprendices de hacker, listillos, SEOs.
Muy interesante el artículo, anq el link a hugo me encanta xD