Al final siempre acaban pagando justos por pecadores y la gente abusaba: niñatos que se cogían el pack de una consola para jugar en vacaciones, (incluso familias enteras rotando por los distintos supermercados cogiendo y devolviendo artículos cada 15 días, gente que se compraba los últimos modelos de videocámaras para grabar las vacaciones y bodas y un largo sinfin de jetas. Y después llegabas tú a comprarte algo, envoltorios abiertos, usados, artículos que se nota que han sido usados y aunque tienes intención de comprar en esas condiciones no lo haces.
En teoría si compras algo es porque lo quieres, (que se olviden los de compras compulsivas), así que, si no funciona te lo cambian y si no, piénsatelo antes de comprarlo.
Un caso que me contaron del Carrefour, es una peña que compraron unas paelleras gigantes para las degustaciones de las fiestas de su pueblo y después se presentaron a devolverlas dentro del periodo de los 15 días, usadas, con todo pegado o gente que se pilla trajes de marca en el corte inglés para bodas y los devuelve después de llevarlos a la tintorería, (qué menos).
Los foros, siempre mejores que los blogs.
Vía: Statcounter.com
Todo hay que decirlo… es terriblemente tentador hacer esas cosas. Yo, por suerte o por desgracia, tengo demasiada decencia para ello.
Qué se le va a hacer, este es el país de la picaresca, ¿no? Grandiosa palabra que nos sirve para justificar acciones que deberían ser motivo de vergüena.
Reconozco que yo he hecho un par de esas, hace unos años me vi en el trance de ir al bodorrio de mi hermano, que encima tuvo la insensata idea de nombrarme padrino.
Yo no he llevado traje jamás y me vi en la tesitura de comprarme uno con la seguridad de que ése sería el primer y último día que me lo pondría.
Después de semanas buscando alguno, que con mi economía de la época eran modelos casposos que me sentaban fatal, finalmente fui al Corte Inglés y me pille uno de lino blanco que me quedaba clavado.
Según acabó la boda lo devolví. Antes lo llevé a la tintorería pero creo que no hubiera hecho falta. Ni lo miraron. Es más, me medio arrepentí de devolver los pantalones porque creo que no se hubieran dado cuenta ;-) Además como lo pagué con tarjeta ni siquiera llegaron nunca a hacerme el cargo.
Después de eso les he comprado ya tres portátiles (no he devuelto ninguno) porque me transmiten la tranquilidad de que si pasa alguna cosa, aunque sea un píxel muerto seguro que me lo cambian o me devuelven la pasta. De hecho, un ratón que empezó a ir mal al mes y medio de comprarlo me lo cambiaron por otro sin problemas.
Ahora también recuerdo una vez que devolví como unas cien mil pelas en el Ikea, pero es la cara oscura de los rodajes publicitarios de los que mejor corramos un estúpido velo ;-)
El problema para mi es encontrar el justo equilibrio entre el control de la “picaresca española” y el humano derecho a equivocarse y darse cuenta de que se ha comprado algo que no se ajusta a sus necesidades.
Por desgracia, como todas las cosas que dependen de la decencia humana es casi imposible encontrar ese equilibrio.
¿No hay nada mejor que decir que lo de la picaresca española? ¿De verdad pensáis que sólo se hace en este país? No paro de sorprenderme.
El problema no es sólo el de los consumidores sino el de los grandes centros que lo cogen todo pasándole el marrón al proveedor.
Una pregunta: ¿qué tiene que ver http://statcounter.com/ con el foro que comentas?
[Comentario zrubavel: Desde Statcounter vi que alguien había visitado mi página desde ese foro. Y entonces leí el foro y me gustó ese artículo.
Yo había argumentado a favor de “engañar” a las empresas en este artículo anterior que fue citado en el foro.]