Muertes inusuales III

Ya habíamos contado aquí una muerte causada por un chaleco que se enganchó. Ahora le toca el turno a una bufanda que se engancha a una rueda:
‘Estaba dentro del taller, cuando salí ya había pasado todo’, contaba ayer, a escasos metros de la curva del circuito de karts, donde el sábado, sobre las cinco y media de la tarde, se quedó el coche en el que viajaba la joven madrileña. Al parecer, la bufanda que llevaba la joven, se había enrollado en el eje de la rueda del vehículo provocándole la muerte. La chica, de tan solo 21 años, había acudido a divertirse a esta pista de karts junto a otros cuatro jóvenes. Eran de Madrid, pero estaban pasando el puente de la Constitución en una casa de Tobarra.
El promotor de esta pista de karts aseguró ayer que la chica debía llevar la bufanda por debajo del abrigo y que él no se la vio, porque de lo contrario le hubiese advertido del riesgo de llevar una prenda suelta. No en vano, Fernández dijo ayer que él conocía de otros dos accidentes ocurridos en pistas de Francia en circunstancias parecidas.
(Tomado de esta página )
Para su consuelo, la insigne bailarina Isadora Duncan, murió de la misma forma.
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