Los ganadores escriben la Historia
La Gran Guerra
Antes de que la cruenta batalla que enfrentó a casi toda Europa, celebrada entre los años 1914-1918, recibiera la denominación de Primera Guerra Mundial esta trágica guerra no tenía nombre. El nombre más común con que la gente se refería a ella era el de La Gran Guerra. Obviamente, al no existir ninguna otra, el de Guerra Mundial a secas era también mencionado, aunque en menor medida. Otros nombres provisionales para tan egregia contienda fueron los de La Guerra del Kaiser, la Guerra de las Naciones, la Guerra que acabará con todas las Guerras o simplemente la Guerra en Europa.
Desde el punto de vista de los distintos países también se barajaban otros nombres. Franceses y belgas se referían a ella como la Guerra de la Justicia. De un lado y otro de los contendientes se utilizó la denominación Guerra para Salvar la Civilización.
Como ya hemos mencionado aquí, la guerra con la que los Estados Unidos se independizaron de Inglaterra recibe el nombre de Guerra de la Independencia (para los británicos) y el de Guerra Revolucionaria (para los americanos).
Nombres de batallas
Si dar nombre a una guerra puede exigir que esta finalice y el resultado se asiente, y a veces ni incluso se consigue un nombre de consenso, con las batallas la tarea es mucho más complicada.
Dependiendo del contendiente, puede tener un nombre u otro. Quizás el caso más relevante sea el de la Batalla de Gallipolli, la más importante de las batallas de la Historia de Australia – que perdió – y a la que los vencedores turcos – que ganaron pírricamente – la llamaron la Batalla de Çanakkale. Los australianos eligieron el nombre de la península que fallidamente invadieron. Los turcos, con más lógica, el de toda la región. Para añadir más confusión, los franceses llaman a esta batalla como la de los Dardanelos.
En algunos casos las batallas son más bien guerras inmersas dentro de otras guerras. Tres batallas famosas: Verdún y Somme (Primera Guerra Mundial) o Stalingrado (Segunda Guerra Mundial) fueron combates que duraron meses y que tuvieron entidad suficiente para llegar a ser consideradas guerras en sí mismas. Aquí, más que una batalla se entiende como tal a una sucesión de conflictos bélicos que se agrupan bajo un mismo nombre.
Las batallas, a diferencia de las guerras, ni siquiera se sabe si van a ocurrir o no. Dos bandos están próximos, uno acecha al otro y se plantea atacar. Pero a veces el defensor emprende una retirada cautelar que aborta la prevista ofensiva. Un soldado se levanta por la mañana y de lo único de lo que puede estar seguro es de que va a tener un mal día. Los americanos abominan de la Batalla de Gettysburg en su Guerra de Secesión. El 1 de Julio de 1863 comenzó una batalla que nadie imaginaría como una de las más cruentas de la historia reciente.
En el otro lado de la balanza, el sorprendente caso de la Batalla de Waterloo. Algunos oficiales británicos, ajenos a la trascendencia que tendría la victoria que resultó decisiva contra las tropas napoleónicas, dudaban si considerarla una batalla y no una simple escaramuza. Y es que hay batallas extensas e infructuosas, como la de Verdún y otras sencillas y decisivas, como Waterloo.
Nombres geográficos
Los nombres de las batallas pueden provenir de las circunstancias más peregrinas que uno pueda imaginar. Lo habitual son los lugares geográficos donde tuvo lugar:
Todo un país: Batalla de Malta (Segunda Guerra Mundial).
Toda una región: Batalla de Çanakkale (antes citada).
Una ciudad: Batalla de Madrid (Guerra Civil Española)
Un bosque: Batalla de la selva de Teutoburgo (siglo I, entre romanos y germanos).
Un río (Un caso muy frecuente por cuanto los ríos suelen ser una frecuente divisoria entre territorios): Batalla del Río Hidaspes (Alejandro Magno).
Una carretera: Batalla de la carretera Raate (Finlandia contra Rusia, en 1940)
O simples lugares.
Como todo castillo: La Batalla de Azincourt, entre franceses e ingleses en 1415.
Como una simple pensión: Batalla de Campbell’s Station, de la Guerra de Secesión americana.
El caso extremo es un lugar tan inhóspito que no tenga nada cerca que pueda darle nombre. Y entonces puede optarse por la solución de nombrarlo por sus coordenadas geográficas: Batalla del 73 Este, en la Guerra del Golfo.
También existe el caso recíproco: Que una batalla resulte tan importante que el propio lugar donde haya tenido lugar acabe adquiriendo el nombre de la batalla en una especie de retroalimentación.
Pearl Harbor, que fuera un simple puerto en una simple isla de Hawaii ya sólo significa una cosa: la sorpresiva batalla (por llamarlo de alguna forma) entre japoneses y americanos.
Gallipolli, El Álamo, Passchendaele son lugares que ya han perdido su identidad propia para pasar a ser simples espacios donde sucedieron trágicas batallas.
Con el paso del tiempo las batallas han pasado a ser sucesos planificados al detalle. Esto ha permitido que se pensara en ellas mucho antes de que sucediera. En tal caso, un nombre en clave es lo habitual. Hay casos en que este nombre previo a la propia contienda ha sido el que ha permanecido. La Operación Trueno Rodante en Vietnam es un caso. Otro es el de la Operación Market Garden en la Segunda Guerra Mundial constaba de dos fases: MARKET, en que las tropas aliadas se apoderaban de estratégicos puentes en Bélgica. Y GARDEN, en que dichas tropas avanzaban hacia el norte. A pesar de la previsión y de tan ingeniosos nombres, la operación fue un rotundo fracaso para los aliados. Al menos tuvieron la suerte de darle nombre a la batalla.
Si el destino quiere que numerosas batallas tengan lugar en el mismo lugar, lo habitual es establecer una secuencia numerada entre las mismas. Esto sucede también con las guerras, como las Púnicas entre romanos y cartagineses.
El caso extremo en la numeración entre batallas lo ostentan las desconocidas Batallas del Isonzo (un río). En este caso los continuos combates entre austriacos e italianos, en la Primera Guerra Mundial, alcanzaron la friolera de doce batallas. De todas formas este número es quizás exagerado y no hay acuerdo entre si el número correcto es de diez, once o doce. En cualquier caso, el récord es suyo.
Curiosas son las batallas de la Guerra Civil americana, la Primera y Segunda Batallas de Bull Run. Ambas contiendas distan considerablemente en el tiempo, con numerosos encuentros intermedios en otros lugares. Pero quiso el destino que ambos ejércitos volvieran a enfrentarse casi en el mismo lugar en Manassas, Virginia más de un año después.
Un caso curioso de nombre de batalla es el de la Batalla del Glorioso Primero de Junio, entre franceses e ingleses en 1794. Pocas veces el nombre de una batalla lo designa el día en que esta sucediera.
Las batallas de la Guerra de Secesión
Un caso muy interesante y estudiado es el de las batallas de la Guerra de Secesión (o Guerra Civil Americana). En este caso los dos contendientes eran compatriotas y no consiguieron ponerse de acuerdo con el nombre de casi ninguna batalla. Este suceso resulta paradójico para los historiadores que no consiguen entender cómo pudo llegarse a semejante divergencia.
Los Unionistas, del norte, solían nombrar a las batallas con nombres de ríos, lagos y puertos. Los sureños Conferederados dieron prioridad a las ciudades y pueblos más próximos al conflicto. Una explicación ingeniosa por lo sencilla es la del experto en la Guerra Civil Americana Shelby Foote, quien sugiere que los norteños, urbanos, encontraban más llamativas las grandes extensiones de agua. Los sureños, más rurales, daban prioridad a las poblaciones.
Si bien al principio los nombres los podría dar el ejército vencedor de la Guerra, el de la Unión, con el paso del tiempo, y la eliminación de la idea de buenos y malos, el criterio que ha prevalecido es que el nombre de la batalla lo diera el vencedor de la misma.
Sin embargo esto no siempre se ha respetado. El combate del 10 de agosto de 1861, llamado Batalla Wilson’s Creek la ganaron los Confederados, que habían preferido el nombre de Batalla de Oak Hills pero no pudieron conseguir que la Historia la recordara con ese nombre.
Un inconveniente añadido es el de las antes citadas Batallas de Bull Run. En ambas vencieron los Confederados. Y sin embargo el nombre que prevalece en las dos es de nuevo el unionista (el confederado era el de Batallas de Manassas).
Finalmente, puede darse el caso de que una batalla no haya tenido un vencedor claro, o ambos se entiendan como ganadores, como la Batalla de Seven Pines. Aquí tuvieron los Confederados la suerte de dar el nombre en lugar del otro propuesto: Batalla de Fair Oaks.
Al final la costumbre del nombre del vencedor global se ha impuesto en la mayoría de los casos. Sin embargo aún hoy en los Estados del Sur muchas de estas batallas se conocen con el nombre equivocado.
Fuentes principales:
Nombres de la Primera Guerra Mundial.
Nombres de batallas en la Wikipedia.
Conflictos de nombres en la Guerra de Secesión.
Hola!
Estupendo blog el tuyo: siempre espero con impaciencia ver un nuevo post.
Respecto de nombres de batallas, a mí me sorprendió mucho la diferencia en denominación de la ‘Battle of the Bulge’ (‘Batalla de las Ardenas’, en español) cuando pude disfrutar ‘Hermanos de sangre’, una estupenda serie sobre la 2ª Guerra Mundial, muy recomendable.
Un saludo
Hay quien dice que se trata de una leyenda, por lo que como tal no se puede asegurar la veracidad de la misma, pero un lugar que ha recibido su nombre a partir de una batalla es Arrigorriaga (Bizkaia), que quiere decir “lugar de las piedras rojas”. No creo que haga falta aclarar qué es lo que tiñó las piedras de rojo.
Más información: http://es.wikipedia.org/wiki/Arrigorriaga
Felicidades por su blog.
A través de Meneame llegué a su post sobre los conocimientos de geografía europea de los estadounidenses y el resto del blog me ha parecido muy interesante. En el texto hay un pequeño error : ” …Esto a permitido que se pensara …”. Gracias por escribir así.
[Comentario zrubavel: Gracias a ti por avisar del error, corregido.]
en “market-garden” los puentes a tomar , estaban todos en holanda y no en belgica.
Creo que existe un error en cuanto a las Batallas de Bull Run; ambas las ganaron los Confederados.
Gracias por el aviso, lo he comprobado y lo he corregido.
estupendo de sus parte a todos ustedes los felicito me gusta su obra de arte y la cortecia que tienen con cada uno de nosotros muchas gracias.
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