Un día me falló tanto el navegador Firefox que decidí reinstalarlo desde cero. En el camino se quedó la extensión del bloqueador de anuncios, que llevaba usando casi desde que apareció.
Esperaba que sería temporal, cosa de un par de días. Pero como siempre suelo visitar las mismas páginas, me acabé dando cuenta de que no era tan molesto como pensaba. El mundo de los pop-under (ventanas de publicidad que aparecen por detrás de la que estás viendo) banners animados y porno en páginas para niños era más llevadero de lo que cupiera pensar. Y ayudaba a entender qué publicidad se está ofreciendo hoy en día. Ha pasado medio año y no creo que lo acabe instalando.
Una tendencia muy positiva es el hecho de que la publicidad no es tan molesta como era en los inicios de internet. Hace diez años los pop-ups fraudulentos se apoderaron de la Tierra y condicionaban la navegación hasta hacerla insoportable. Hoy en día se vive una mejor experiencia de usuario, menos estresante.
Los tiempos del búho pertenecen al muy remoto pasado. Todos los blogs grandes tienen anuncios. La idea buen rollera del anuncio no intrusivo no existe. Los grandes blogs en español usan formatos de vídeo y lugares prominentes en la cabecera de la página. Microsiervos, que en su momento recibió muchas críticas – que sólo los más viejos del lugar recuerdan – muestra el siguiente aspecto en su portada, donde la publicidad es desmesurada y dominante.
A mi me parece que cada uno puede mostrar la publicidad que le apetezca y que casi siempre escapa a su control si esta es fraudulenta. La actitud falta de ética es la de muchos que exigen que crees negocios en Internet con la premisa: ‘Búscate la vida para ganar dinero sin que yo me entere.’ Ver la publicidad tiene algo ético y acerca al mundo real, imperfecto y tantas veces molesto.
Casi ninguna página es inusable por la publicidad. La más molesta que he visto ha sido Invertia, de Terra que abusa de los pop-ups con ventanas modales. Es simplemente insoportable porque cada página que visitas implica cerrar un pop-up enorme nuevo. La sección de gráficos, donde se suelen cambiar muchos periodos de tiempo y tickers, pierde toda utilidad, es peor que una cesárea medieval.
Youtube es otra página que se ha vuelto bastante molesta, sobre todo cuando accedes logueado a tu cuenta de Gmail. Todos los vídeos con anuncio previo, aunque hayas visto diez el onceavo también te muestra un clip.
El uso de cookies que hacen seguimiento de tu historial de visitas es preocupante y aburrido a un mismo tiempo. Una visita a los aspiradores Roomba de Amazon monopolizó mis anuncios durante semanas. Si acabo comprando una Roomba a través de alguno de estos anuncios, el dueño de la página ganará 10€, una comisión muy superior a casi cualquier otro anuncio. Es por ello que todos los anunciantes renuncian a ofrecerme rusas tetonas solteras u ofertas de ADSL. Tiene su encanto vivir durante un par de semanas un internet monopolizado por las Roombas.
Esto implica también que la publicidad contextual es casi algo del pasado. Es mucho más interesante lo que dice tu historial de visitas que lo que estás haciendo en estos momentos. Podrías llegar a ver publicidad de aspiradoras en páginas de porno.
Hay anuncios divertidos. Los de sexo muestran algunas actrices que hacen cosas con su cuerpo que no imaginabas posible. Hay uno de un ‘secreto para perder peso que asombra a los científicos’ que está en todas partes. En general se ven menos timos descarados que hace años. La barrera entre publicidad y contenido ya no es nada clara y en muchos casos tolerada por las grandes cadenas de anuncios. Hay anuncios que simulan contenido y contenido más descarado que un anuncio. Los anuncios en la barra lateral son prácticamente inexistentes, son de una candidez que ya nadie se permite.
En resumen, ver publicidad en Internet no es tan malo como cuentan.
Para mí no es tanto el hecho de que la publi sea menos intensiva que hace una década (o década y media), sino que aunque sea menos intensiva, por el hecho de mostrármela mi experiencia de lectura no mejora en absoluto, sino que empeora, siquiera levemente.
Lo que hace de negocios como el de Amazónica algo rentable es que mejora mi experiencia (tengo a mano más libros que en la mejor librería a pie de calle que pueda encontrar, el libro me llega directo a casa y en ocasiones al mejor precio).
Que pongan banners y no sean capaces de hacer algo mejor con mi experiencia de lectura que lespermita ganar dinero es un indicador de lo débil que es ese modelo de negocio, como mencionabas al hilo de otra cosa, en otro post.
Pd. Yo recuerdo perfectamente las guerras del búho y el conejo… Y recuerdo cuando al búho le dieron la paliza de muerte sus más firmes microdefensores. Debo ser más viejo de lo que me pienso :)
“Esperaba que sería…”
Así estamos…
“cupiera pensar…”
Nos pasamos…
Asta aquí. Ya paso de leer. Me vorro.
Nunca he usado bloqueadores de anuncios, sino que directamente navego con scripts y Flash desactivados, salvo cuando son imprescindibles. No conozco al famoso “búho”.
Estoy dispuesto a dejar pasar toda la publicidad que sea necesaria, pero no a arriesgar la seguridad de mi equipo. Que aprendan a hacer banners sin scripts y aparecerán en mi pantalla.
Si algo que detesto es la hipocresía y la incoherencia de los “todogratis”. No están dispuestos a pagar por nada ni a soportar ningún anunciante. Debe de ser que ellos hacen su trabajo de forma voluntaria y sin cobrar. Y que en la tienda les regalan la comida.
El problema es que, cuando finalmente te has comprado la puñetera Roomba, el geniecillo de la lámpara que te selecciona los anuncios, no se entera. Así que te sigue mostrando anuncios de aspiradoras durante semanas enteras.
De hecho, cuanto más intensa haya sido tu búsqueda para documentarte, más perdurarán los anuncios: yo, que me documento concienzudamente sobre todo lo que compro, a veces los sigo viendo incluso un mes después.