El efecto 2000

A todos nos suena el famoso “efecto 2000”.
En el diseño de muchos programas informáticos se habían establecido sólo dos cifras para el almacenamiento de las fechas. Así, el número 84 quería decir 1984. El problema era que, la mayoría de los sistemas anómalos, entenderían que para 00 el número significante sería 1900.
La primera persona que alertó sobre el riesgo de este sistema fue Bob Bemer, en 1958. Se pasaría 20 años tratando de que tanto programadores como el gobierno estadounidense o la ISO tomaran medidas de prevención. No tuvo mucho éxito.
La prensa magnificó las posibles consecuencias del problema, que estaba en boca de todos en los últimos días de 1999.
En realidad, el problema de fechas tenía que darse antes de que se llegara al año. Y efectivamente, así ocurrió. El primer problema de importancia fue detectado en 1993. Algunas personas, con deudas que terminarían de pagar en el 2000 recibieron cartas que les decían que llevaban 93 años de mora en el pago de los recibos. El sistema había entendido que había que terminar de pagar en 1900 y habían saltado alarmas de impago al realizar las operaciones correspondientes.


En 1996, en la cadena de ropa Marks & Spencer, un sistema informático de inventario tiró una partida de carne pensando que estaba caducada, al entender de nuevo incorrectamente las fechas, pensó que esta llevaba caducada unos 96 años.
Cuando llegó el 1 de enero del año 2000 apenas si hubo problemas significativos. Sin embargo, algunos sistemas erraron el 29 de febrero ( al no considerar que, excepcionalmente, el año 2000 era bisiesto, y es que los años terminados en 00 “normalmente” no lo son ).
Uno de los últimos errores registrados fue el que tuvo uno de los sistemas de la compañía ferroviaria nacional de Noruega. El problema ocurrió el 31 de diciembre de 2000 y provocó que el sistema se apagara.
Aún en la última versión del software Microsoft Excel, hay un importante error en la gestión de fechas. Excel entiende erróneamente que el 1900, al igual que el 2000, es un año bisiesto.
Mucho se ha hablado de la sicosis que se generó antes del 2000. En gran medida, los responsables fueron los periodistas, que alimentaron el miedo a la tecnología por aquel entonces.
Sin embargo, las medidas que se tomaron para corregir las posibles deficiencias de los programas fueron en general muy positivas. Se saneó mucho código de las aplicaciones. Gran parte de los responsables de compañías se dieron cuenta de hasta qué punto era importante para su empresa la tecnología de la informática.
En previsión de desastres, se realizaron grandes infraestructuras de copias de seguridad y prevención de desastres. Aunque éstas no resultaron necesarias, su utilidad pudo demostrarse tras desastres como el 11-S en Nueva York o el Black-Out del 2003 en el norte de los Estados Unidos. En esos casos, las empresas tenían ya sistemas de respaldo ubicados en otros países o estados norteamericanos, atenuando en gran medida las posibles pérdidas.
Como curiosidad, destacar que dentro de algunos años habrá un problema similar. Será en el 2038, causado por otro defecto en la gestión de fechas, esta vez por sistemas informáticos que contabilizan la fecha como el “número de segundos a partir de 1970”. Este sistema, que parecía muy eficaz ante el año 2000, tendrá un problema en 2038, cuando la variable que almacena el número de segundos llegue al límite de su capacidad. Entonces volverá a contar desde el principio, dando enormes errores en comprobaciones de fechas.
Toda la información ha sido tomada de Wikipedia.

Una curiosa tira cómica del New Yorker, aparecida el 23 de agosto de 1999, firmada por Mick Stevens.

( Caduca el 1/1/2000 )
Tom Chalkley para The New Yorker, 26 de Abril de 1999.

( Hay un montón de adultos muy ingeniosos trabajando en el efecto 2000, Adam. Vuelve a la cama. )
George Booth para The New Yorker, 18 de Enero de 1999.

( Y2K son las iniciales en inglés para el “efecto 2000” Year 2 K = 1000 )
Mick Stevens para The New Yorker, 1 de Noviembre de 1999.