El mismo perro con distinto collar

Es conocer el verdadero significado de la frase “ful de Estambul”…y es una opinión personal.
¡En que momento se me ocurriría!, a mi, que no me va mucho eso de los viajes culturales, irme nada mas y nada menos que 5 días a una ciudad como Estambul![…]
Cosas para ver en plan cultural tienes un montón:
La mezquita azul…una mezquita;
Soliman el Magnifico…otra mezquita;
Santa Sofia…otra mezquita;
Palacio Topkapi…un palacio y mezquita;
El hipódromo romano….ni se ve ya;
Iglesia de San Salvador…ahora otra mezquita.

Hola, de Estanbul no te puedes perder nada de nada, cada esquina de este pais maravilloso es mágico. Lo típico que se vé allí es correctisimo, La Mezquita Azul, Santa Sofia, el Palacio de Dolmabaze, Torre de Leandro, Los Derviches, el crucero por el Bósforo impresionante, recorrido por las Islas Principe…..la Torre Galata…..la Cisterna….Palacio de Topkapi, majestuoso…….en fin, nada tiene desperdicio.

3 comentarios en «El mismo perro con distinto collar»

  1. Vaya par de dos…
    El primero, no sé por qué viaja, si queda claro por el desdén de sus palabras que no le gusta lo diferente. ¿Viaja porque le arrastra la novia? ¿Lo hace porque viajar se ha convertido en un acto de consumo que denota status social? Es el típico individuo que podría amargarme la mañana si me lo encuentro paseando su ignorancia/arrogancia por una de esas mezquitas, para él tan poco dignas de admiración, y para mí tan impresionantes.
    La segunda (porque me juego el gaznate a que es una mujer) tampoco entiendo por qué viaja, si parece que no lo necesita. Porque con sólo pronunciar los nombres de los lugares parece que ya se emociona. No dice NADA sobre ellos, salvo soltar un par de adjetivos típicos para engañabobos que se imprimen en los folletos de las agencias de viajes: “mágico, majestuoso, maravilloso…” Queda claro que le encanta el exotismo que desprenden ciertos nombres al pronunciarlos. Y en parte, lo entiendo. Pero con esa mentalidad, y si te gusta la magia y las evocaciones literarias, más te vale leer un libro y dejar que esos lugares sigan siendo un sueño, que ir allí, pisarlos, y convertirlos en realidad.

  2. Pertenezco al primer grupo. Por eso no viajo, básicamente.
    Al menos no molesto a los que sí disfrutan de estas cosas. Y es que los españoles somos conocidos y reconocidos en cualquier destino turísitico internacional. Y no precisamente por pasar desapercibidos.

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