Valor y precio

Acciones de Google

Para muchos de los guruses de internet una muestra de que Google va bien es el precio de sus acciones, que han llegado a superar los 500$ (385€ ). Comparadas con las acciones de Microsoft, que sólo valen unos 30$ (23€) parece como si una empresa valiera más que la otra.
Sí, se trata de una enorme simpleza, no es más que el efecto Lomonaco. Todo el mundo sabe cuánto valen al mes los colchones que publicita esta compañía, pero poca gente sabe cuánto vale exactamente uno de sus colchones.
Con las acciones de Google ocurre lo mismo, se ha dividido el pastel que es la compañía en porciones que son mucho más grandes que las porciones en que ha dividido Microsoft la suya. Pero la tarta de Microsoft es, por ahora, mucho más grande.

Acciones españolas

El precio de una acción podría pensarse que es casual, pero de él depende en parte la propia actitud de los gestores de la empresa. Démonos un pequeño paseo por el parqué español. Hoy las acciones de Zeltia (una empresa farmaceútica) han pasado a valor de 5,75€ a 6,32€. A priori parece que no es una gran subida (apenas 0,50€ ) pero en realidad las acciones han subido un 11%, es un aumento excepcional.
Sin embargo, si miramos las acciones de FCC (una constructora – empresa de servicios) al comienzo del día valían 80,80€ y al final tan solo 79,15€. Es una bajada de más de 1,5€ pero en realidad el porcentaje de descenso es de un mínimo – 0,5%.
Podemos verlo como una oferta del Corte Inglés. Si un reproductor de mp3 costaba 80,80€ y a bombo y platillo nos anuncian que lo bajan de precio a 79,15€ nos sentimos despreciados. Pero una oferta de algo que valía más de 6 euros a 5,5 euros es una señora oferta.
Para una empresa cuyas acciones sean muy baratas las oscilaciones en la cotización serán más abruptas. Por ejemplo, en el mercado continuo español a día de hoy la empresa con la cotización más baja que existe es Reno de Medici (una empresa que fabrica cajas de cartón y productos similares) cuyas acciones cuestan 0,52€, menos que una barra de pan.
Las cotizaciones de las acciones se mueven según fracciones de céntimos de euro, asín que si las acciones de Reno de Medici se mueven un céntimo de euro (lo mínimo que podrían subir o bajar) la subida o bajada de nuestras acciones será del 2%.
En el otro extremo, nos encontramos con que la empresa española del mercado continuo con acciones más caras es Acciona (constructora/empresa energética/empresa de servicios) cuyos valores cuestan 141,5€.
Cuando una acción supera los 50€ la variación mínima de la cotización pasa a ser de 0,05€, por lo que la acción podría subir o bajar, de forma pírrica, hasta los 141,55€ – 11,45€, apenas una variación del 0,03%.
Y si nos atemos a la regla de los 50€, una acción que esté próxima a ese precio, sin alcanzarlo, como es el caso de Adolfo Domínguez (empresa textil) que vale 47,02€ la variación de un céntimo no supondría nada sobre el total 0,02%.

Precio y especulación.

Las acciones con precios altos están menos sujetas a la especulación. Una empresa de gestión de valores con suficiente mano izquierda puede mover a su antojo la cotización de un valor pequeño uno o dos céntimos hacia arriba. Eso puede significar ganar un 2-3% con cada operación diaria, y eso es muchísimo dinero. Sin embargo, para ganar el mismo porcentaje de dinero con un valor que cotice por encima de los 100€ hay que ser un titán y tambalear el valor tres o cuatro euros hacia arriba o hacia abajo.
Podría pensarse que entonces conviene a una empresa que su cotización sea lo más alta posible, pero no siempre es asín. De hecho, si miramos las acciones españolas, apenas cuatro tienen una cotización por encima de los 100 euros. Y hay varias que cotizan por debajo de los 2 euros. Estas empresas se convierten en auténticas veletas en manos de los especuladores. Con el consentimiento de los gestores de la empresa. Jazztel es quizás el caso más claro, una empresa que lleva varios años inmersa en movimientos totalmente especulativos, tanto al alza como a la baja – su cotización se mueve desde los 20 céntimos de euro hasta los 1,5€ – que nada tienen que ver con lo que esté ocurriendo en la empresa. Sin embargo, las empresas con cotizaciones más elevadas se mueven más bien poco.
En los gestores de la empresa queda siempre la opción de dividir una acción para que disminuya su cotización o el agruparlas para que disminuya. Por ejemplo, Acciona con sus acciones a 141 euros podría decir a sus inversores que por cada acción que antes tenían ahora tienen dos y que la cotización sin embargo es de 70,5 euros, tratando de favorecer la especulación. O al revés, desde Reno de Medici podrían decir que de cada diez de sus acciones actuales – a 0,52€ – se pasará a una única acción de 5,2€.
Este tipo de operaciones es bastante frecuente. En ambos casos no se perdería dinero, al dividir el valor y hacerlo más pequeño se fomenta la especulación. Al aumentarlo se hace esta más difícil.
Cambiar el valor de una acción no siempre es por ese motivo: a veces se trata de acercar el valor a un número más o menos cotidiano. Las acciones “normales” se suelen mover entre los cinco euros y los treinta y en torno a esos valores se realizan numerosos cambios en la cotización.

La acción más cara del mundo

Cabe preguntarse cuál es la acción más cara del mundo. En España ya hemos dicho que la acción más cara es la de Acciona con 141,5€. Pero queda muy alejada de los 385€ de Google. Aún así ambas palidecerían ante la que es la acción más cara de los Estados Unidos y posiblemente de todo el mundo. Se trata de Warren Buffett’s Berkshire Hathaway’s (BRKA) una empresa de Omaha. Su gráfico es impresionante, con subidas continuadas durante más de veinticinco años. Y nunca han bajado el precio de la cotización haciendo una división de acciones. Es por eso que en todo ese tiempo han llegado a alcanzar una cotización inimaginable: 110.000$, ¡ Unos 85.000€ !
La acción de esta empresa resulta además interesante. Gustarían de incluirla en algún índice, como el Standard & Poors 500, pero el hecho de que sus acciones sean tan caras resulta muy problemático. Hay fondos de inversión que realizan productos que replican un índice. Es como si prepararan una cesta de la compra con las acciones del S&P 500. Deme 30 de Google, 20 de Yahoo, 40 de General Motors…pero al llegar a esta empresa maldita hay que pedir como mínimo una acción de ella, con lo cual automáticamente pasaría a ser mucho más cara que las demás dificultando la replicación dentro del índice.
Esta complicación hace que su aparición dentro de un determinado índice se convirtiera en un auténtico quebradero de cabeza para los fondos de inversión y por ello se ha optado por no hacerlo.

3 comentarios en «Valor y precio»

  1. Me parece muy interesante, ya te he dicho en más de una ocasión lo que disfruto con este blog.
    Pero, y disculpa si es un comentario un poco Off-topic, me parece curiosísima la deducción que hace el robot de google adsense: Tu artículo merece 3 anuncios de la Bolsa e inversiones y uno de… ¡colchones!
    A mí personalmente me fascina la frialdad de la máquina, sus maneras de jugador de póquer. En cierto modo me parece más “clickable” el anuncio de colchones y la máquina se la juega en donde dudo que lo haría un ser humano y estoy seguro de que al final sale ganando.
    Por cierto, no sé exactamente como funciona esta publicidad, pero el hecho de que yo haya nombrado más veces “colchones” ¿hará que dé un paso más? ¿Colocará otro anuncio con referencias a los “colchones”?
    Todos tenemos anécdotas sorprendentes con nuestro gmail. De como la discreta publicidad resume de manera cruel y precisa nuestros mails.
    Por ahora admiro a esa maquina.
    Por ahora.
    [Comentario zrubavel. Pues yo creo que si tuviera que resumir en una palabra el modo en que Google muestra sus anuncios en función del contenido me quedaría con GROTESCAMENTE_PATÉTICA.
    Esa es la mayor tomadura de pelo para los anunciantes: no sólo el 60-70% de clicks “fraudulentos”, sino la certidumbre de que sus anuncios se están colocando en lugares donde no tienen absolutamente nada que ver.]

  2. Hola, de acuerdo en líneas generales con lo que comentas en el artículo y con lo que en él pretendes aclarar, pero esto no es del todo cierto, digamos que lo es sólo a medias:
    “Una empresa de gestión de valores con suficiente mano izquierda puede mover a su antojo la cotización de un valor pequeño uno o dos céntimos hacia arriba. Eso puede significar ganar un 2-3% con cada operación diaria, y eso es muchísimo dinero. Sin embargo, para ganar el mismo porcentaje de dinero con un valor que cotice por encima de los 100€ hay que ser un titán y tambalear el valor tres o cuatro euros hacia arriba o hacia abajo.”
    Los vaivenes en la cotización de las empresas no dependen tanto del precio de la acción como si del volumen en las posiciones de mercado, sin ir más lejos, Metrovacesa -siendo una de las empresas que cotizan por encima de los psicológicos 100 euros- se comporta como cualquier chicharro de los que cotizan por debajo del euro.
    Por ejemplo, ahora mismo, en Jazztel, las posiciones son 9.021.356 títulos a la compra 0,58 euros y a la venta a 0,59 euros hay 6.652.039, 7.500.310 a la compra a 0,57 y a la venta a 0,60 hay 7.154.216 acciones. Por lo que no es tan liviano como pueda parecer subir o bajar la cotización un par de céntimos, por ejemplo para bajarla a 0,56 tendríamos que barrer 16,52 millones de títulos por un importe de 9,51 millones de euros de nada :)
    En cambio cualquier empresa con la cotización a 20 o 30 euros que tenga escaso volumen, de las del mercado continuo la puedes subir un 2% ‘gastandote’ menos de un millón de euros, por lo tanto seria más manipulable, por ejemplo, EADS, sin barrer posiciones (que hace falta menos dinero) sube en este momento casi un 1,50% con un volumen que pasa ligeramente de los 29.000 títulos que suponen unos 850.000 euros de efectivo negociado hasta este momento.
    Un saludo.
    [Comentario zrubavel: Totalmente de acuerdo con tu apreciación. El volumen es mucho más importante que la cotización del valor de cara a las posibles especulaciones. Gracias por tu comentario.]

Los comentarios están cerrados.