Invertir en el NASDAQ poco dinero

Hace tres meses compré unas pocas acciones de Yahoo, una empresa de Internet de EEUU. Lo hice por los siguientes motivos:
a) Porque me parecía evidente que Yahoo estaba a unos precios ridículos.
b) Porque tenía ganas de ver cómo era eso de invertir en el NASDAQ.
c) Porque me parecía que la bolsa española está a unos niveles que deben ser máximos.
Sabía que si compraba acciones de fuera de España los de Cajamadrid me iban a sajar a comisiones. Para eso no hay que comprar acciones del extranjero, aunque compres acciones de la empresa más normal del IBEX 35 el sablazo está garantizado. Pero bueno, estaba dispuesto a poner la mejilla.
Compré las acciones a unos 27,5 dólares. El primer sablazo llegó con el tipo de cambio. Aunque el euro estaba a 1,30 dólares, Cajamadrid me lo valoró en 1,27 dólares. Entiendo que por ello me cobraran una comisión. Luego me cobraron 18 euros de porque sí, simplemente por comprar acciones de Estados Unidos. Y alguna comisión más que se me escapó. A todas las comisiones se les aplica un iva del 16%, con lo que para unos escasos 1.100 euros en acciones tuve que pagar más de 40 euros de comisiones, un porcentaje del 4% en comisiones, es sangrante.
Siempre he observado que en bolsa hay que comprar cuanto más mejor. La comisión que habría pagado si hubiera comprado 10.000 euros en acciones de Yahoo habría sido casi la misma. En este caso estaba dispuesto a perder dinero y no a jugarme un capital que no tengo, así que se confirmaron mis sospechas de que iba a salir escaldado.
La acción tuvo como todas sus subidas y bajadas, pero llegó el momento dulce y estaba por encima de los 30 dólares. En condiciones normales, habría estado ganando un más que sano 9% de mi dinero, todo un lujo para una inversión en tan poco tiempo. Pero tras el sablazo inicial de Cajamadrid y el que espera en el momento que materializas tu venta, estaba en pérdidas.
Pasó algún tiempo y harto del constante robo de este banco, me pasé a otro, solicitando el traspaso de mi cartera de valores. Tras algunos días se produjo ese traspaso, pero los títulos de Yahoo no se movían de Cajamadrid. Tras dos semanas me hice a la idea de que el estado de “tramitándose” podía durar años. Así, no dispuesto a pasar el mal trago de tratar con un teleoperador/torero, decidí renunciar al traspaso, pero ante la idea de cerrar definitivamente mi cartera con Cajamadrid, opté por vender las Yahooses.
Tras la espera a el traslado de los valores, la acción había seguido subiendo. Ahora estaba cerca de los 32 dólares. Me molestaba tener que vender una acción que iba tan bien, pero lo hice. Según las cuentas, desde mi compra inicial, la acción se había revalorizado un 16%, casi tanto como los pisos en un año (perpetuo 17% desde la época de las pirámides de Egipto). Sin embargo, Cajamadrid pasaba de nuevo la gorra. Hoy me ha llegado la carta de la operación y tengo el sablazo detallado:
Comisión de compra/venta: 18 euros (te cobran 18 euros hagas lo que hagas).
Comisión de cambio de divisa: 3 euros (te cambian la divisa de forma bastante perjudicial para ti y encima te cobran una comisión por eso).
Comisión de transferencia: 6 euros (es una comisión que podría traducirse en “comisión por hacer algo”).
A todo esto se le debe sumar el iva. Y las comisiones pagadas anteriormente, y los gastos de custodia que me tocó pagar en los pocos meses que tuve las Yahooses. En total, he perdido dinero con Yahoo, a pesar de que las acciones se han revalorizado un 16%.
Conclusiones:
a) En bolsa en general, por mucho que hablen sobre que hay que diversificar, una compra de acciones por un importe de menos de 2.000 euros obliga a unas rentabilidades bastante elevadas (> 5% anual) para no acabar perdiendo dinero por las comisiones. El % sobre el importe gastado es secundario comparado los gastos de comisiones fijas.
b) Invertir en el NASDAQ complica aún más la cosa porque hace que el gasto aumente mucho más por las comisiones que arriba he enumerado.
c) Las acciones en divisas tienen menos movilidad; desde que das la orden de venta (o compra) hasta que ves tu dinero ingresado en el banco pasan un par de días. No se traspasan entre carteras con tanta facilidad como se debiera.
d) Intentar especular con inversiones a corto plazo en el NASDAQ es simplemente suicida.
e) El banco se hace de oro con las comisiones de intermediación, pero el Estado ni te cuento. Cobra su 16% sobre comisiones y luego encima, si tienes suerte de que obtienes beneficios, también quiere un porcentaje fijo del 18% del total. Lo único bueno es que las minusvalías se pueden declarar en la Renta y dan mucho juego a la hora de preparar la declaración.
f) Don’t do it!

Cuentas separadas

Hace unos días, entre los favoritos de internet (que pueden y deben consultarse diariamente en del.icio.us/popular o mejor aún en del.icio.us/tag/toread ) aparecía un artículo titulado Los 25 mejores consejos sobre el dinero.
De entre todos ellos, había una verdad muy incómoda. Para uno de los expertos consultados, el principal punto a tener en cuenta a la hora de administrar el dinero, conseguir ahorros, hacerse rico y dar con buenas inversiones, era elegir una buena esposa.
Terreno movedizo mezclar dinero con amor. Se supone que una buena pareja debe ser una persona comprensiva, cariñosa, asertiva, divertida, ingeniosa, buena en la cama y fuera de ella. A falta de algunas virtudes ser un manitas o una buena cocinera han estado siempre bien considerados. ¿Qué tiene que ver el dinero con todo esto?
Un amigo mío es una de esas personas que podría tener mucho dinero. Tiene cierta facilidad para ganarlo: es un gran trabajador y muy bueno en lo que hace. Además tiene gustos muy austeros. Sin embargo, su mujer es bastante diferente. Le gusta un ladrillo más que a un tonto un lápiz. Gracias a ella ahora tienen dos coches y dos casas…y una enorme deuda con el banco. Ellos son felices, pero también son menos ricos de lo que podrían serlo. Desde luego el dinero no da la felicidad, pero no me sorprendería que la vida les diera uno de esos “imprevistos” en que uno tiene la necesidad de gastar mucho dinero. Los imprevistos se convierten en problemas cuando no hay dinero para pagarlos. Y los problemas acaban con la felicidad.
Desde luego, no se debe elegir caballo sólo mirándole los dientes. Pero no está de más echarles un vistazo antes de comprarse uno. Es una pena ver como hay gente que tiene varios empleos, vive como un asceta para ahorrar unos pocos euros y luego, cualquiera desde fuera puede ver cómo todo el dinero se va por el sumidero porque su pareja es manirrota.
El peor caso de todos es el de la gente simple. Un familiar mío es la típica persona sencilla a la que le gusta veranear en el campo, pasar la tarde entre ovejas o gallinas trabajando más que durante el resto del año. Una persona de gustos sencillos. Y encontró a una mujer sencilla como él. Lo peor de todo es la gente sencilla que trata de parecer sofisticada. Mi familiar es un tipo que parece un paleto pero al que cuando se le conoce un poco se da uno cuenta de que es un tipo listo, ingenioso y que además sabe disfrutar de las pequeñas cosas. Pero su mujer además de todo eso es pretenciosa. Ya en el viaje de novios les tocó el martirio de ir a Japón. El capricho implicaba gastar el triple de lo que a él le habría bastado para tener una excelentes vacaciones. Cuando aún se estaban recuperando de deudas y subidas de tipos de interés ya tenía ella pensado un nuevo viaje, esta vez a Canadá.

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La ruta de las especias

Dulces azucarados

¿Has probado alguna vez los dulces de Marruecos? Si es así, te gustarán más o menos que los dulces españoles. Pero a buen seguro que habrás notado que son mucho más dulces que los de nuestro país, España. Tienen más azúcar y más miel que los nuestros.
Pues cuando un alemán llega a España tiene la misma sensación: todo es mucho más dulce en nuestra tierra. Recetas comunes a ambos países, como el arroz con leche ( o Milchreis) varían apenas en la cantidad de azúcar a añadir. Alguien con más rigor podría investigar sobre la entrada de la Wikipedia sobre el arroz con leche. Es una receta que existe en casi todas las regiones del mundo, puede entenderse como que es una receta “que está en el aire” y tarde o temprano toda cultura acaba llegando a ella.
Si uno va más hacia el norte de Europa, los postres son cada vez menos dulces. Quizás un marroquí no consideraría un dulce sueco como tal.
Las causas de las diferencias entre la concentración de azúcar en los postres entre unas regiones y otras pueden entenderse en función de la facilidad con que un pueblo haya podido acceder a él. Los españoles, tras conquistar y arrasar Sudamérica y América Central, pusimos nuestras plantaciones de caña de azúcar por doquier. Los suecos de la época quizás ni siquiera conocían esa planta. Como ya indiqué en otra entrada, hasta hubo una época de la historia en que tomar mucho azúcar se consideraba signo de prosperidad, de ahí que hasta la caries fuera bella.
Con el tiempo, el producto se abarató lo suficiente como para que cualquier país pudiera consumir tanto como quisiera. Pero al menos en Europa, la concentración de azúcar aumenta gradualmente conforme nos acercamos más hacia el sur.

La ruta de las especias

La que creo que es la explicación de este hecho puede buscarse en Sri Lanka, antes llamado Ceilán. Una isla paupérrima justo al sur de la India. Entre los siglos XVI y XVIII se sucedían las visitas de comerciantes europeos que, tras un viaje de varios meses, plagado de peligros, se plantaban en los puertos de esta isla, y en muchos otros de Asia, a realizar el negocio del siglo: cambiar productos manufacturados; telas preciosas y joyas por simples especias.
Hoy nos reímos de los retrasados indios americanos que se dejaban camelar por cuatro cristales brillantes y que a cambio nos vendían sus tierras o nos daban su oro, pero el mismo trato se producía, de forma inversa, en las costas asiáticas. Empresarios de MBA que se dejaban engañar, tras haber hecho el viaje, a cambio de unas plantas que nacen prácticamente sin querer.
¿Nunca te has planteado por qué había tanto interés por las especias? Las especias de antes eran las mismas que las de ahora. Eran la pimienta, el sésamo, el cardamono, la canela, la nuez moscada, la guindilla, el cilantro, el espliego y tantas otras. Hoy en día estas plantas no cuestan casi nada. Mucha gente no las usa apenas para cocinar. Si de repente su precio subiera a valores mil veces los actuales, simplemente prescindiríamos de ellas.

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Valor y precio

Acciones de Google

Para muchos de los guruses de internet una muestra de que Google va bien es el precio de sus acciones, que han llegado a superar los 500$ (385€ ). Comparadas con las acciones de Microsoft, que sólo valen unos 30$ (23€) parece como si una empresa valiera más que la otra.
Sí, se trata de una enorme simpleza, no es más que el efecto Lomonaco. Todo el mundo sabe cuánto valen al mes los colchones que publicita esta compañía, pero poca gente sabe cuánto vale exactamente uno de sus colchones.
Con las acciones de Google ocurre lo mismo, se ha dividido el pastel que es la compañía en porciones que son mucho más grandes que las porciones en que ha dividido Microsoft la suya. Pero la tarta de Microsoft es, por ahora, mucho más grande.

Acciones españolas

El precio de una acción podría pensarse que es casual, pero de él depende en parte la propia actitud de los gestores de la empresa. Démonos un pequeño paseo por el parqué español. Hoy las acciones de Zeltia (una empresa farmaceútica) han pasado a valor de 5,75€ a 6,32€. A priori parece que no es una gran subida (apenas 0,50€ ) pero en realidad las acciones han subido un 11%, es un aumento excepcional.
Sin embargo, si miramos las acciones de FCC (una constructora – empresa de servicios) al comienzo del día valían 80,80€ y al final tan solo 79,15€. Es una bajada de más de 1,5€ pero en realidad el porcentaje de descenso es de un mínimo – 0,5%.
Podemos verlo como una oferta del Corte Inglés. Si un reproductor de mp3 costaba 80,80€ y a bombo y platillo nos anuncian que lo bajan de precio a 79,15€ nos sentimos despreciados. Pero una oferta de algo que valía más de 6 euros a 5,5 euros es una señora oferta.
Para una empresa cuyas acciones sean muy baratas las oscilaciones en la cotización serán más abruptas. Por ejemplo, en el mercado continuo español a día de hoy la empresa con la cotización más baja que existe es Reno de Medici (una empresa que fabrica cajas de cartón y productos similares) cuyas acciones cuestan 0,52€, menos que una barra de pan.
Las cotizaciones de las acciones se mueven según fracciones de céntimos de euro, asín que si las acciones de Reno de Medici se mueven un céntimo de euro (lo mínimo que podrían subir o bajar) la subida o bajada de nuestras acciones será del 2%.
En el otro extremo, nos encontramos con que la empresa española del mercado continuo con acciones más caras es Acciona (constructora/empresa energética/empresa de servicios) cuyos valores cuestan 141,5€.
Cuando una acción supera los 50€ la variación mínima de la cotización pasa a ser de 0,05€, por lo que la acción podría subir o bajar, de forma pírrica, hasta los 141,55€ – 11,45€, apenas una variación del 0,03%.
Y si nos atemos a la regla de los 50€, una acción que esté próxima a ese precio, sin alcanzarlo, como es el caso de Adolfo Domínguez (empresa textil) que vale 47,02€ la variación de un céntimo no supondría nada sobre el total 0,02%.

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La corrupcion en el mundo

I

Hace un par de meses, los periódicos nos sorprendían con un curioso artículo sobre la corrupción. Unos investigadores habían detectado un excelente caso de estudio que permitía comparar la corrupción entre distintos países. Para ello, se había tomado el registro de multas de aparcamiento de los miembros de las Naciones Unidas, en la ciudad de Nueva York, durante un periodo de cuatro años.
Y es que bajo la inmunidad diplomática, los embajadores en la ONU de todos los países del mundo podían permitirse aparcar mal, o no pagar los tickets de aparcamiento, sin arriesgarse a sanción alguna. Así, en una situación homogénea para todos los países, puede verse de qué países eran los diplomáticos que más multas acumulaban y cuáles de ellos no las pagaban. Y esto puede servir como medida comparativa de la corrupción intrínseca de los políticos de cada país del mundo.
Mirándonos al ombligo, encontrábamos a España en un lugar bastante preocupante. El 53º del mundo en una lista de 146 países. Teniendo en cuenta que hubo una época en que se aspiró a ser uno de los ocho países más ricos del mundo, el nivel de corrupción es cuanto menos llamativo.
El ranking sin embargo es muy variable. Los países que ocupan los primeros puestos arrasan. Cada diplomático Kuwaití, de media, cometió 246,2 infracciones. El segundo país peor parado, Egipto, salta hasta las 139,6 infracciones. Es una diferencia abismal.
En el puesto 20º se encuentra Serbia y Montenegro, con 38 infracciones, en el puesto 40º Sri Lanka con 17,2 infracciones. Los españoles tan sólo cometieron 12,7 infracciones.
El entorno de España, los países con que debemos compararnos, arrojan resultados similares. Marruecos destaca con 60, Italia nos aventaja con 14,6. Portugal tiene 8,8. Grecia maravilla con 0 infracciones, al mismo nivel que los países nórdicos, Japón y Canadá. Algún día habrá que escribir sobre Grecia.
En el siguiente escalón, Francia tiene 6,1 infracciones.

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La falacia del biodiesel

Me parecen fantástico que por fin las nuevas energías estén ocupando un lugar cada vez más significativo en el espectro energético disponible. Lo que antes era petróleo casi exclusivamente puede acabar convirtiéndose en un montón de diferentes energías; la variedad siempre ha obrado en beneficio del consumidor.
Entre estos nuevos productos, comienza a ocupar un lugar destacado el biodiésel. El biodiésel es, al fin y al cabo, un aceite vegetal transformado en un producto de características similares a la petróleo de los motores diésel.
Tiene todas las ventajas imaginables: es un producto de origen vegetal, de ahí que al menos teóricamente su producción pueda ser infinita, si esta se potencia. Hoy en día puede resultar más barato que el petróleo y los residuos que produce son menos tóxicos que los de este.
Hasta aquí, digamos que todo es incuestionable. Pero llega el momento para los datos dudosos. El primero y más preocupante es el de las emisiones de CO2. Teóricamente, al quemarse el biodiésel se produce CO2, igual que con la gasolina, pero como la planta, en su proceso de crecimiento, absorbió CO2 y devolvió oxígeno a la naturaleza, se tiende a sobreentender un balance positivo.
Con este punto, topamos con carne de falacia. El biodiésel como tal produce tanto anhídrido carbónico como la gasolina. Sin embargo, se está contando con el que destruyó en su pasado.
Imaginemos que en el proceso de creación del petróleo, algunos millones de años antes, se creara oxígeno – cosa que no ocurre – ¿A quién diablos le interesa ese oxígeno hoy en día?

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Negocios en tiempo de guerra

Unas definiciones antes de leer la historia:
I Guerra Mundial. Guerra que enfrentó, entre otros, a franceses, ingleses e italianos, contra los alemanes.
Hindemburg. Jefe del Estado Mayor alemán durante el fin de la I Guerra Mundial.
Batalla del Somme. Una de las principales batallas de la I Guerra Mundial, quizás la más sangrienta de la historia, que deparó más de un millón de muertos.
Thomas. Tipo de obús, fabricado en Alemania durante la I Guerra Mundial, de calidad media.
Martin. Tipo de obús, también fabricado en Alemania de mayor calidad que los obuses Thomas.

En Alemania, el ejército exigía obuses del mejor acero, y por esta razón a partir de 1915 el Ministerio no renovó los contratos Thomas.

Mientras que, obligados y forzados, los industriales transformaban su mercancía, fabricando poco a poco obuses de tipo Martin, los stocks de obuses Thomas eran vendidos, a través de Suiza, a Francia y a Italia. Cuando en 1916 Gran Bretaña interrumpió sus propias exportaciones de acero, la demanda de los neutrales, de los franceses y de los italianos se acrecentó bruscamente. Por la falta de divisas, el Gobierno alemán dejó a los industriales reconvertir una parte de su producción, para ser vendida en el extranjero, a condición de vender los obuses a precios de cártel (caros a propósito) para prevenir cualquier carrera de baja de precios entre los magnates alemanes.

Estos pronto prefirieron vender obuses Thomas al enemigo a vender obuses Martin al Ministerio. En la batalla del Somme el alto mando se encontró por vez primera peor aprovisionado de municiones que el enemigo. Entonces exigió con urgencia el máximo de obuses, aunque fueran Thomas. Los productores se los ofrecieron al Ministerio, pero al precio de cártel. El Ministerio exigió el precio justo; los industriales se negaron a entregarlos. Así fue como vendieron al enemigo, a través de los neutrales, obuses que no proporcionaron a sus propios soldados. Esta situación no duró mucho; Hindemburg tenia necesidad de la ayuda de los industriales y ordenó al Ministerio que les pagase “el precio que quisieran”.

Gerald Feldman. Del libro Army and industry and Labor in Germany(1914-1918).

MMM

La década de los 90 era un momento muy complicado para lanzar un negocio en la recién segregada Rusia. Casi de la noche a la mañana desapareció el Comunismo y el que era el país más grande del mundo se dividió en una docena de países. Todo cambiaba de forma muy rápida, el que se supo adaptar triunfó, aunque fueron más los que se quedaron en el camino, arruinados.
En 1989 Sergey Panteleevich Mavrodi, su hermano Vyacheslav Mavrodi y la novia de este, Marina Muravieva, fundaron la empresa MMM, cuyo nombre proviene de las iniciales de los apellidos de sus tres fundadores.
Inicialmente la empresa se dedicaba a la importación de ordenadores y material de oficina. Pero pronto tuvieron problemas con la justicia, acusados de evasión de impuestos. Esto provocó que la empresa tuviera problemas financieros casi insolubles. Aún así, siguieron peleando y replantearon el negocio. Viendo las dificultades que existía en el comercio exterior, pasaron a gestionar acciones de empresas en proceso de privatización. Tampoco con esto tuvieron mucho éxito.
Sería en 1993 cuando la empresa encontró el que sería su negocio definitivo. Comenzaron a atraer dinero de inversores privados, prometiendo intereses anuales superiores al 100%. Hay quien dice que el negocio original era honesto y que pensaban que, aprovechando áreas concretas del país que vivían un periodo de hiperinflación, era posible obtener esos beneficios sabiendo mover el dinero de los inversores.
Sin embargo, hubo un momento en que el progreso imparable de la compañía hizo que cualquier atisbo de realidad desapareciera. Aquello era un sistema piramidal como la copa de un pino.

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Decálogo del inversor novato

Con motivo del fraude – anteayer sacado a la luz – de las empresas Fórum Filatélico y Afinsa se están oyendo y leyendo muchas tonterías. Expongamos el decálogo elemental del inversor. Algunos parecen no conocerlo:
1)Nadie da duros a cuatro pesetas
2)Las inversiones tangibles no son más seguras que las intangibles
3)El dinero en el banco no está 100% seguro
4)No poner todos los huevos en la misma cesta
5)Hay distintos tipos de inversión
6) Rentabilidades pasadas no aseguran rentabilidades futuras
7)La inversiones conservadoras obtienen rentabilidades bajas
8)La inversión inmobiliaria es una inversión conservadora
9)El fondo de garantías tiene un límite
10)Los bienes tangibles pueden bajar de precio

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