Contaminame

No creo que haga falta tener dos dedos de frente para darse cuenta de que ya no se va a volver a hablar de medio ambiente, contaminación, ecología o naturaleza en términos sensatos.
El discurso de peludos ecologistas, antisistemas, inadaptados ahora es adoptado por iletrados políticos, soplagaitas y defensores del bien común.
Los anteriores defensores de la Naturaleza tenían sus motivos, sus estudios, sus justificaciones para luchar por una causa. Ahora que está en boca de todos sólo un objetivo posible: el engaño a gran escala.
Como persona tienes la responsabilidad de adoptar un punto de vista coherente con tus principios. En este caso me he visto obligado, de golpe y porrazo, a abandonar la Naturaleza a su suerte. Me pasé al lado de los que no clasifican la basura, de los que usan bombillas de alto consumo, de los que planean comprarse un todoterreno. A pesar de ello prefiero sentirme un cerdo consumista antes que un monigote manipulado por políticos de segunda división.

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Acertar

Suetonio. Vida de Tiberio:

En aquel momento principalmente pudo convencerse de la ciencia del matemático Trasilo, a quien había tomado a su servicio como profesor de filosofía, y que le anunció que una nave, a la vista entonces de la isla, le era portadora de buenas noticias. Pocos momentos antes, paseando juntos, cansado Tiberio de sus vanas predicciones, había tenido el pensamiento de arrojarle al mar, para castigar al impostor y confidente de peligrosos secretos.

Está claro que Trasilo era un farsante. Con las predicciones siempre funciona el mismo patrón: maravillados ante los aciertos, perdonamos los constantes fallos.
En esta línea, otro artículo fascinante de Malcom Gladwell que ha demostrado lo que todos imaginábamos: los que escriben mucho en sus blogs es porque no están haciendo nada de provecho. Este brillante ensayista ha estado finalizando su próximo libro y es como si hubiera desaparecido de la faz de la tierra durante varios meses. Algún día hablaré más extensamente sobre él, desde luego si en algo es bueno es en el formato de ensayo del New Yorker.
En ese artículo habla sobre los modernísimos departamentos de investigación psicológica criminal del FBI, en los que están basados tantos detectives averigualotodos. En una brillante labor de derribo Gladwell fundamenta que estos supuestos expertos de la mente criminal no suelen acertar más que simples adivinos. Suelen dar imágenes muy vagas de los criminales y a menudo aciertan en algunos puntos (será un hombre soltero que viva en una casa con jardín) pero fallan en otros tantos (trabajará en la construcción y vivirá con su madre).
Sin saber cuáles de sus predicciones son las válidas la información que aportan no suele servir para nada e incluso puede provocar que se descarten sospechosos que no encajan en el perfil por ellos propuesto. Como caso estrella narra el del Mad Bomber de Estados Unidos un terrorista que sembró el miedo por todo el país con bombas caseras durante casi dos décadas.
Aparentemente fue descubierto gracias a la pormenorizada e impecable descripción aportada por James Brussel y tal y como la narra la Wikipedia (ver link anterior).
Sin embargo Gladwell cuenta cómo la descripción no fue ni mucho menos la que ha pasado a la historia, pues la original estaba llena de errores y definiciones ambiguas. Y que el caso lo resolvió realmente una policía que hizo el trabajo sucio de repasar los archivos de cientos de ex-trabajadores de una compañía afectada por las bombas.
Apenas han pasado cuarenta años de eso y James Brussel casi ha podido pasar a la historia como uno de los mayores conocedores de la mente humana. En un párrafo Suetonio nos habla de un buen adivino y al mismo tiempo nos desvela que era un farsante.
Más información no significa que sepamos más.

Petrochina

Totalmente oculta entre tanta información, el lunes 5 de noviembre se dio la curiosa y única circunstancia de que una empresa China fue, por primera vez en la historia de la Humanidad, la más rica del mundo, ateniéndonos al criterio habitual de que una empresa vale lo que su cotización en bolsa multiplicado por el número de acciones.
Durante años el primer puesto ha sido un lucha entre las americanas ExxonMobil (petrolera) y Wal-mart (supermercados tan grandes como Carrefour y tan cutres y baratos como Lidl). Sin embargo, la reciente salida a bolsa de PetroChina, una empresa colosal, con el consiguiente subidón de sus acciones (la bolsa de China está viviendo una burbuja de dimensiones colosales) hizo que durante unos minutos su valor total superara a los dos gigantes americanos.
En este artículo el autor explica por qué esto no es más que un espejismo y por qué no puede uno justificar el valor de dicha empresa valiéndose en una situación tan puntual de su cotización, sobre todo cuando el gobierno chino retiene el 85% de las acciones y sólo una pequeña parte es la que se negocia en los mercados de valores.
Aunque ExxonMobil vale unos 484 billones de dólares (se dice pronto) Petrochina llegó a valer durante un breve instante de tiempo 1.000 billones de dólares (un trillón de los americanos). Actualmente sólo vale 385 billones de dólares.

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Los riesgos de la energia eolica

Hace unas semanas la revista alemana Spiegel publicaba en su número 34 del año 2007 un artículo sobre los problemas prácticos con que se enfrentaba la energía eólica (Unerwartete Kräfte, cuesta 0,50€ el verlo). Una traducción al español bastante aceptable puede leerse en esta página (Los Peligros de la Energía Eólica).

En general, la energía eólica es un gran avance para la Humanidad. Lo que no es cierto es lo que se dice sobre su rentabilidad. Aquel emprendedor que se plantee participar en un proyecto de parque eólico debe saber que las rentabilidades que le van a prometer son bastante engañosas, por no decir una auténtica tomadura de pelo.

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No hay negocios garantizados y este es uno más de tantos. Se invierte mucho capital para recuperar la inversión y entrar en beneficios al cabo de diez o quince años. Pero nadie puede asegurarte que los molinos vayan a durar tanto tiempo.

El artículo de Spiegel se centra en la situación en Alemania, muy representativa por cuanto es el país con mayor volumen de producción eólica del mundo. En la anterior legislatura se hizo notar el paso por el gobierno del partido de los Verdes, que promovió todo tipo de medidas que facilitaran el desarrollo de estas tecnologías.

Cerca de la casa de una amiga en el norte de Alemania tienen algunos parques importantes. A muchos podrá parecerles una molestia menor la sombra de las aspas del molino en la distancia. Durante las horas en que el sol pasa cruzando molinos de viento se produce una especie de eclipse parpadeante. Primero se ve la luz perfectamente y un segundo después el sol queda tapado por un aspa, para a continuación volver la luz, así durante bastante tiempo. El efecto discotequero es bastante molesto, y a mi amiga no le queda sino resignarse.

Pensaba que todos los problemas terminaban ahí, o con algunos pájaros que de vez en cuando mueren a causa de los potentes motores. Pero la lista de inconvenientes, de los que no se habla por tratarse de una energía cool, es bastante extensa.

  • Los mayores problemas son de ámbito tecnológico. Las empresas fabricantes simplemente no dan abasto. Tienen pedidos pendientes durante varios años y el ritmo de producción no da para más. Esto es muy positivo para los fabricantes de parques eólicos. Pero tremendamente negativo para aquellos que deseen comprarlos.El problema más sorprendente es el tamaño del molino. Digamos que consta de dos partes, la base y las aspas junto a la turbina. La base es una pieza maciza que no puede ensamblarse, así que debe transportarse entera. Los molinos pueden medir hasta 100 metros con lo que nos encontramos con algo casi imposible de transportar. No se pueden hacer bases de molino más largas porque sería imposible llevarlas por carretera, así que nos encontramos con una limitación en el crecimiento de los molinos.Con el tiempo, se ha ido optando por hacer más y más largas las aspas del molino, para optimizar el rendimiento. Esto provoca problemas físicos, por cuanto la base tiene que soportar un peso considerable y las aspas, al ser tan grandes, tienen problemas de estabilidad.
  • En los prototipos de molino todo funciona a la perfección, pero la experiencia ha demostrado que el comportamiento de los molinos es siempre inesperado. Las fuerzas a que deben someterse las aspas y las turbinas son superiores a las que se esperaba en un principio. El viento cambia de dirección y de fuerza en formas imprevisibles. Y como no estaba previsto, se producen roturas.
  • A veces se rompen los molinos. No hay ni un caso ni dos sino muchos más. Si se rompen las aspas mientras están girando los fragmentos más pequeños que se desprendan pueden llegar a cientos de metros e incluso algunos kilómetros de distancia. Aunque los molinos están alejados de las viviendas y las carreteras, siempre estarán cerca de lugares poblados y de carreteras que pueden tener coches en circulación. Todavía no se han producido accidentes importantes pero pueden ocurrir en un futuro. Y el responsable será el dueño del parque eólico.
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  • También los molinos se pueden quemar. Al estar a tanta altura, los bomberos no pueden hacer nada, porque las escaleras no llegan tan alto – otra cosa es ver qué podrían hacer, a casi 100 metros de altura en un fuego eléctrico y con un viento que no pone las cosas más fáciles.
  • Se han producido suficientes accidentes y averías como para que las aseguradoras entiendan que los parques eólicos son un producto de alto riesgo. Tras perder mucho dinero pagando compensaciones se han vuelto muy severas. Los seguros obligatorios son mucho más caros y obligan a mayores revisiones y al reemplazo de alguna de las piezas más susceptibles de averías, pero también más caras. Todo esto menoscaba la rentabilidad enormemente. En algunos casos la aseguradora podría no aceptar cubrir los riesgos de un molino que tenga demasiados años de funcionamiento, por lo que aunque los fabricantes prometan que el molino durará 20 años por lo menos, si no se puede tener en uso más allá del tiempo que las aseguradoras estén dispuestas a aceptar, de nada servirá esa supuesta duración.
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  • A pesar de ser productos altamente tecnificados, la calidad deja mucho que desear. Encuestas realizadas entre compradores de parques eólicos arrojan una imagen de muy poca satisfacción entre los clientes. En general, el mayor problema son las reparaciones y el mantenimiento. Como no paran de fabricar y de vender, apenas si tienen tiempo o se preocupan con las reparaciones, aun cuando las cubra el periodo de garantía. El tiempo de espera hasta que te arreglen la avería puede ser de más de seis meses. Esos seis meses que tienes el molino averiado es tiempo en que no estás produciendo energía y por lo tanto no estás recuperando tu inversión.
  • Elegir dónde montar un parque eólico no es fácil. Cerca de buenas carreteras pero alejado de grandes poblaciones. En lugares donde haya mucho viento y que sea fácil conectar el suministro al resto de la red eléctrica. Las mejores ubicaciones ya están escogidas y quien trate de construir uno nuevo debe buscar mucho dónde colocar sus molinos. Hacerlo en un lugar sin demasiado viento provocará que el molino no sea tan rentable. Si está demasiado cerca de un pueblo, cualquier accidente por pequeño que sea puede desembocar en un cierre forzoso del molino, lo que aniquilaría toda perspectiva de rentabilidad.
  • La idea de situar los molinos en el mar, aunque con mucho futuro, es actualmente una quimera. Todos los intentos hasta el momento han sido sonoros fracasos. Dinamarca tuvo que desmantelar un parque eólico completo hace pocos años porque las turbinas no eran capaces de soportar vientos tan fuertes. También se han producido fracasos en el Reino Unido. Con tan ilustres precedentes, hay que ser muy valiente para intentarlo en otro lugar.
  • A efectos del beneficio a largo plazo no hay que olvidar que se trata de una fuente de energía subvencionada. Esto quiere decir que el gobierno favorece con impuestos bajos y ayudas la producción de energías renovables. Pero es de esperar que a medio plazo estos beneficios vayan disminuyendo lo que se traducirá en que tendrá que ser vendida a precios más y más bajos conforme vaya pasando el tiempo.
  • Un problema sorprendente es la variabilidad del viento. Cuando no sopla, el molino no produce electricidad. Cuando sopla con fuerza, como en las tormentas, produce unas cantidades de energía muy superiores a las que se pensaba en el laboratorio. Estas potencias son tan fuertes que el molino no es capaz de aprovechar toda la energía por riesgo de sobrecalentamiento y avería por lo que tiene que desaprovechar la mayoría. Si se pudiera aprovechar toda, la rentabilidad aumentaría drásticamente.
    Actualmente se está trabajando en este sentido. Un proyecto interesante (página en alemán) propone almacenar ese aire “sobrante” bajo tierra, aprovechando bolsas de aire subterráneas como las que se obtienen de las minas de gas ya extintas. Ese aire se podría procesar por separado generando mucho mayor beneficio.
  • Se está investigando menos de lo que se debería. Pero es lógico: si produces Seats 600 y la gente te los quita de las manos, ¿Para qué empezar a investigar en los Seats Ibiza? Pero aún así, se avanza. Los molinos de hace diez años son mucho menos eficientes que los actuales, se rompen más y durarán menos años. Como con la compra de un ordenador, hacer una compra a 20 ó 30 años (para obtener rentabilidad) de un producto que está en continua evolución, supone un enorme riesgo económico.

En los comentarios a la traducción al artículo de Spiegel los hooligans de las energías renovables atacan con fiereza. Todo tiene que ser o bueno o malo. El petróleo es malo, ganar dinero con él es sucio. Las energías renovables son sanas, baratas y hasta rentables.

Para mí lo ideal sería que los inversores siguieran cayendo como moscas atrapadas en la miel de los cantos de sirena que recorren los medios de comunicación. Ellos son los pardillos que pagan el pato de un mundo mejor. Poca gente está ganando dinero comprando parques eólicos. Estamos ganando todos los demás. Me molesta que engañen a la gente valiente que arriesga su dinero y por eso publico esto. Los que escriben en los foros las maravillas de estas nuevas energías no estarían dispuestos a pagar un 20% más por su recibo de la luz si les garantizaran que iba a ser “energía verde”.

Queremos un mundo mejor, pero que se esfuercen los demás, que no me cueste a mi el dinero.
Como resumen, los parques eólicos tienen algunos riesgos económicos que merece la pena conocer de fuentes imparciales y fiables. Y esta no es una de ellas.

La bucólica primera fotografía la he tomado de la Wikipedia y es libre.

Las otras dos son del artículo de Spiegel que posee los derechos de autor, yo sólo las he expuesto a modo orientativo.

El milagro de Botsuana

Dos hechos que todo el mundo conoce:

Esto es, China crece y África decrece. Pero entre ambos extremos surge el milagro de Botsuana: Botsuana crece y lo hace más rápidamente que China. Y desde hace más tiempo.
Desde que obtuviera su independencia, en 1967, Botsuana tiene el mayor crecimiento en renta per cápita del mundo. El crecimiento económico ha sido de un 9% de media durante el periodo 1967-1997.
La educación en Botsuana ha mejorado mucho desde 1966, cuando apenas un puñado de estudiantes terminaba una carrera y sólo unos pocos comenzaban la enseñanza secundaria.
Hoy en día todos los estudiantes tienen garantizados diez años de enseñanza básica y la mayoría estudia dos años más para obtener un título que les permita estudiar en escuelas técnicas o acceder a la Universidad.
La economía de Botsuana se sustenta sobre todo en sus minas de diamantes. Sin embargo estos ingresos no son nada comparados con los que obtienen algunos de sus vecinos gracias al petróleo.
Con un gobierno responsable Botsuana tiene unos niveles de deuda externa insignificantes. La política fiscal es muy estricta, llevando incluso a caer en el déficit público.
Botsuana tiene el mejor registro de crédito de todo África y tiene reservas de divisas externas equivalentes a dos años y medio de importaciones (más de 7.000 millones de dólares guardados en el calcetín).

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Henry Bessemer

En estos tiempos que corren se tiende a imaginar la innovación como una elección entre dos posturas posibles.
Por un lado la línea proteccionista: inventar algo – o robarlo – bloquearlo en la medida de lo posible mediante alguna patente y dedicarse a hacer caja con la creación.
Por otro la línea abierta: crear algo, facilitar su uso tanto como sea posible – incluso llegando a regalarlo – y luego tratar de cobrar con servicios relacionados con ese nuevo producto.
Un buen ejemplo de lo primero sería el caso de la fotocopiadora. El invento que catapultó al éxito a la Xerox Corporation. La Xerox estaba al borde de la ruina tras muchos años de infructuosa investigación, habiendo renunciado a algunas de sus otras líneas de negocio, en la búsqueda desesperada de una eficaz máquina copiadora.
Idearon un producto que todo el mundo necesitaba y que estaban dispuestos a pagar ya fuera comprando sus carísimas fotocopiadoras o por los derechos de fabricación de sus propias máquinas. El riesgo de su esfuerzo inicial se vio compensando con los sustanciosos beneficios posteriores.
Un ejemplo de producto abierto sería el primer libro de poemas de Borges “Fervor de Buenos Aires”, publicado en 1923. Borges compró 100 ejemplares de su propio libro y se los dejó a un amigo que trabajaba en la redacción de un periódico para que este los fuera colocando en los bolsillos de los abrigos de las visitas que por la redacción pasaran. Lo que de otro modo hubiera sido un libro más totalmente anónimo, pasó a ser un libro que tuvo una buena acogida ya que acabó siendo leido por mucha gente importante y recibiendo una buena crítica.
Que junto a estas dos posibles formas de crear hay muchas otras intermedias es algo que debe resultar bastante claro para aquel con algo de discernimiento. Muy curioso es el doble caso que nos muestra la vida del excelente inventor Henry Bessemer.
Henry Bessemer nació en 1813 en Charlton (Inglaterra). Hacia 1830 trataba de ganarse la vida con procesos relacionados con la mejora de los moldes y del refinado de metales. Un día fue a visitar a su hermana, que era una experta caligrafista. Esta le encargó que le comprara un bote de polvo de oro, con el que quería escribir las letras de la portada de un libro.
Cuando Henry volvió de la tienda se quedó asombrado por el sablazo que le dieron por un botecito de nada, sabiendo que el polvo de oro no podía contener nada de oro.
Siendo como era un miembro del gremio, se esmeró en investigar el proceso mediante el cual se realizaba el polvo de oro. Llegó a la conclusión de que podría mejorarlo y hacer que este producto fuera mucho más barato. El problema era que su sistema era demasiado simple. Si encargaba la maquinaria para realizar su procedimiento perfeccionado, alguien de la competencia vendría, lo copiaría y lo dejaría en la ruina.
Bessemer no tenía fondos suficientes para entablar una lucha de precios. Podía crear un producto nuevo pero necesitaba obtener el monopolio durante algún tiempo, para resarcirse de la inversión inicial y ganar dinero. La opción más lógica hubiera sido la de patentar su nuevo método. Pero las patentes del siglo XIX no eran muy diferentes de las de ahora. El solicitar una patente exige hacer una descripción muy detallada del producto o mecanismo que se pretende registrar. Esto no hace sino facilitar la copia por parte de aprovechados que siempre tenían un amigo indiscreto en la oficina de patentes.
Los robos eran frecuentes y sostener un litigio por infracción en los derechos de patentes era caro, extenuante y sin certidumbre de obtener un resultado satisfactorio. Sin medios económicos suficientes, Bessemer no podía arriegarse tampoco a patentar su idea.

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Invertir escuchando a los expertos

Siempre me ha dado coraje la noticia de bolsa del tipo:

Morgan Stanley ha rebajado su recomendación sobre Acciona a infraponderar desde neutral.

Que significa, más o menos:

Morgan Stanley recomienda que, en vez de quedarte con todas tus acciones de Acciona, vendas algunas.

Los términos son siembre los mismos “sobreponderar”, “infraponderar”, “neutral”, “recomendación de compra”, “compra fuerte”. Los de Morgan Stanley saben todo lo que se puede saber en bolsa (que no es el futuro, ojo) y sueltan esa frase por su boca corporativa. A ti te toca deducir si lo que han dicho sirve para algo.
Normalmente cuando una agencia importante dice algo, tiene algún tipo de trascendencia, y puede hacer que ese día un valor quede un tanto malparado o suba mucho en función de lo que haya dicho, pero es agua pasajera, al final la acción va al sitio que el destino le tenía reservado.
Viendo que Yahoo en su página de bolsa te ofrece históricos completos de cotizaciones y detalladas descripciones de estas agencias que sugieren compra y venta, me he preguntado si serviría de algo hacerles caso, porque cuando ellos recomiendan comprar hace tiempo que ellos han comprado, y cuando recomiendan vender, es porque ellos están tal vez a la espera de comprar más barato, en bolsa no te puedes fiar de nadie y menos de los “expertos”.
Me he currado un listado detallado de la evolución en bolsa de Yahoo, desde que Merrill Lynch abrió su bocaza por primera vez (sugiriendo una compra moderada) hasta el día de hoy. ¿Qué habría pasado si desde el 13 de abril de 1998 siempre le hubiera hecho caso al oráculo de Merrill Lynch? ¿Qué habría pasado si sólo hubiera comprado y vendido al dictado de sus opiniones?
Pues esto:

Imaginemos dos escenarios. En ambos tengo 2.000 euros en el banco.
En el primer escenario dejo la mitad en el banco y con la otra mitad me compro acciones de Yahoo. Con 1.000 euros podría comprar unas 8,88 acciones (estaban por las nubes, a 112 euros). Con una actitud total de inacción, al cabo de todos esos años, habría acabado con mis acciones de Yahoo por los suelos, a 30,24 euros. Y mi saldo bancario total sería de 1268,80 euros. Habría perdido dinero.
En el segundo escenario, dejo la mitad de mi dinero en el banco y con la otra mitad compro también acciones de Yahoo. Pero a diferencia de la situación anterior, cuando los chavales de Merrill Lynch me sugieran que compre, tomaré de mis 1.000 euros del banco una parte y compraré más acciones de Yahoo. Y cuando me digan que venda, venderé un porcentaje de mis acciones y el dinero que obtenga lo meteré en el banco.
(Compra moderada/mantener -> invierto el 5% del dinero que tenga en el banco en comprar más Yajúses
Compra moderada ->invierto el 10%
Compra->invierto el 20%
Venta moderada -> vendo el 5% de mis acciones de Yahoo y lo que me den lo guardo en la hucha.)
Esto no deja de ser un experimento aislado con los siguientes defectos:

  • La muestra es irrisoria, sólo una empresa y las opiniones de una única sociedad de inversión.
  • He elegido una empresa atípica inmersa de lleno en la burbuja tecnológica.

Los resultados no tienen validez científica, pero son interesantes. Hacer un estudio más serio, comparando más empresas y agencias sería tan sencillo como esto, todo está en la red y es cuestión de echarle unos días de trabajo. Y sería algo mucho más práctico y llamativo que los infumables papers que se publican a diario.
Al principio Merrill Lynch se traga la burbuja con patatas. Sugiere comprar cuando la acción está a punto de batacazo. Tras el crack, de haberles hecho caso, habría perdido parte de los 1.000 euros seguros en el banco, las acciones valdrían apenas un 15% de su precio anterior.
Con el paso del tiempo, sin embargo, en un plazo tan largo como 9 años, Merrill Lynch habría tenido éxito con su estrategia, ganando más dinero que la estrategia pasiva de “no hacer nada”. Aunque gran parte de su éxito se debe al golpe de suerte de sugerir comprar hace dos años, esa fue una gran recomendación.

Lecciones de bolsa

Hoy se desplomaba definitivamente en bolsa Astroc.

Astroc

Astroc es una empresa constructora valenciana. Con su caída, algunos vaticinan la explosión de la burbuja inmobiliaria. No tiene nada que ver.
Ahora resulta sencillo explicar el hundimiento en bolsa de esta compañía, igual que antes era fácil demostar su subida.
En febrero de 2007, hace apenas dos meses, Astroc cotizaba a su máximo histórico, 72.6€. Enrique Bañuelos, presidente de la constructora y su principal accionista, había ingresado en el top 100 de los más ricos del mundo, según Forbes. Era el tercer español más rico del mundo.

El pasado verano ofreció una gigantesca paella en Central Park para 20.000 personas. “Tiene muchas razones para celebrar la cultura española”, afirma la publicación sobre el joven empresario valenciano, que a sus 41 años acumula una riqueza de 7.700 millones de dólares (5.850 millones de euros).

Como todo nuevo rico-paleto, decidió celebrar con ostentación su desmesurado enriquecimiento. Hoy debe ser un alma en pena. Porque cada caída en bolsa del valor, ha sido un peso que ha tenido que cargar sobre sus riñones.
El valor estaba inflado artificialmente. Muchos de los accionistas de referencia habían entrado en Astroc bajo condiciones blindadas, sin riesgo apenas. Y ahora casi todos han salido. Las pérdidas, como la paella, corren a cargo de Bañuelos.
Terminó febrero y Astroc cayó desde los 72.6€ hasta los 46.5€, en una jornada negra. Un accionista de referencia se había echado atrás. Cuando se venden muchas acciones, el precio se viene abajo, hasta que encuentra un valor de equilibrio. En este caso Bañuelos había perdido un tercio de su fortuna en un par de días. Imaginad que habéis ahorrado con mucho esfuerzo 72.600 euros (12 millones de pesetas) y por una mala pasada, pasáis a tener 46.500 euros (menos de 8 millones de pesetas).
A gran escala, eso es lo que le ocurrió a Bañuelos, pero también a mucho inversor pequeño y mediano. Suele decirse que cuando sube la bolsa ganan los grandes y cuando baja pierden los pequeños inversores. Eso no es verdad. Tras pisar los 46.5€ Astroc aún vió otra bajada bestial, hasta los 27€. Y con la de hoy, que le ha hecho pisar los 16€, se ha completado un descenso a los infiernos.
Los 12 millones de pesetas del principio valen ahora 16.000 euros. Algo más de 2 millones de pesetas. Un infierno para todo pobre diablo que haya comprado en máximos. Entre los grandes perjudicados está también Amancio Ortega, el hombre Zara. Él ha perdido muchos millones de euros con Astroc. Y él no es tonto ni pequeño.

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Ricos y pobres

Dos noticias que para mí son más o menos similares.
La primera es que ya se están empezando a gestionar las declaraciones de la renta rápidas. En mi trabajo, todos compiten por ver a quién le devolvieron el dinero antes, por supuesto el que antes tuvo su dinero de vuelta, es el más listo.
Sin embargo, ya que la declaración de la renta te salga a devolver es una mala noticia. Porque significa que el Estado se ha quedado con una parte de tu dinero durante un año – en una época de tipos de interés al 3,5% – y te lo ha devuelto pasado ese tiempo, sin pagarte los intereses.
Pero bueno, siempre es un consuelo que te den dinero. También es negativo poder hacer la declaración de la renta rápida. Significa que tus ingresos son absolutamente predecibles, o sea, que son lamentables.
Porque los autónomos y los empresarios siempre tienen que hacer la declaración (de la que en muchos casos ocultarán ingresos, redefinirán gastos y harán lo que esté en su mano de ingeniería financiera). Y son estos los que normalmente ganan más dinero. También los altos cargos de las empresas, para los que el sueldo es lo menos importante dentro del desglose de sus ingresos. Porque donde se ponga un buen paquete de acciones preferentes, o un bonus porque sí, que se quiten todas las nóminas.
Sí, que el Estado te envíe el borrador de la declaración de la renta y que te salga a devolver es como decirte “eres pobre y me quedé un tiempo con tu dinero”.
La otra noticia habla de la lista Forbes de los más ricos. Esa lista es otro engaño, pues sólo aparecen en los primeros puestos de la lista los que tienen ingresos cuantificables, como Bill Gates, cuyo patrimonio es más o menos evidente, en forma de acciones de Microsoft y otras compañías, o la familia de los supermercados estadounidenses Wall-Mart, dos de cuyos miembros suelen andar por el Top Ten.
En España el más rico de todos es Amancio Ortega, porque sus acciones de Inditex se pueden contar, multiplicar por la capitalización actual, y obtener el monto de su patrimonio. Pero todos sabemos que personajes como la Duquesa de Alba, que sólo posee terrenos, debería estar en los primeros puestos del ranking:

Únicamente en tierras tienen más de 34.000 hectáreas, equivalentes a media isla de Lanzarote.
Una de las residencias de la familia Alba, en Madrid, es el imponente Palacio de Liria, más de 3.500 metros cuadrados en pleno centro de la capital.

En este caso ocurre como con la declaración de la renta: que se sepa todo lo que tienes te empobrece. Por supuesto, la nómina de Amancio Ortega es mucho más alta que la de un taxista chanchullero, pero entre iguales, el que hace la declaración de la renta, o aparece en Forbes, tiene las de perder.

Optima situacion temporal

El libro del periodista Thomas L. Friedman The World Is Flat (La Tierra es plana) trata sobre la globalización, entendiéndola como un fenómeno positivo. Gran parte del libro habla sobre la subcontratación, especialmente la que requieren compañías estadounidenses con mano de obra de China o India.
La mayoría del trabajo de atención telefónica de cualquier empresa americana lo realiza una empresa subcontratada en la India. Para ello se han tenido que dar varias circunstancias: en India los salarios son mucho más bajos, un elevado porcentaje de la población sabe hablar un inglés muy bueno. Las condiciones políticas son las adecuadas y resulta más barato redirigir una llamada telefónica a lo largo de varios miles de kilómetros que pagar un poco más a un empleado en los Estados Unidos.
De entre esas ventajas, se perfila una de ellas sin que el autor sea capaz de destacar su importancia lo suficiente. La India se encuentra a una diferencia horaria de entre 10 y 13 horas de los Estados Unidos. Puede decirse que este horario es económicamente óptimo.
Si un paleto de Arkansas llama a la agencia de viajes por la mañana, digamos a las 10 am, el teléfono lo descolgará una persona de Bangalore, India a las 10 pm. Esto podría resultar un grave problema, ya que el indio tendría que estar trabajando totalmente a deshora para poder atender su empleo en Estados Unidos. Teniendo que trabajar por las noches, el trabajo no resultaría muy atractivo y con el tiempo la calidad del servicio se iría degradando.
Sin embargo, lo que ocurre en la India es que las personas que atienden al teléfono son, en muchos casos, estudiantes universitarios. Estos estudiantes encuentran perfecto el poder trabajar por las noches sin que esto les impida seguir sus estudios. El sueldo es incluso elevado comparado con el estandar de los típicos empleos de estudiantes.
La conclusión la indica el propio Friedman: hay tortas para conseguir esos puestos de trabajo, lo que provoca que sólo los mejores estudiantes, con el mejor inglés posible, acaben desarrollando esos empleos. Los propios jóvenes en la India se esfuerzan más en el instituto para tener un inglés lo suficientemente decente como para poder acceder en los próximos años a los trabajos de atención telefónica.
El beneficio en este caso es mutuo: los Estados Unidos se lucran con mano de obra baratísima y de gran calidad. Pero también la India saca partido. Porque la situación le permite incentivar los estudios universitarios. Además, esos estudiantes, que han empezado trabajando con uno de los mejores empleos del país, son muy ambiciosos, porque el que comienza con un Mc Donald’s puede encontrar el trabajo de administrativo como un gran avance, pero el joven que ha estado ganando más dinero que su padre con veinte años, no se conforma con poco. Muchos de esos indios se plantean montar sus propias empresas y quieren ganar pasta gansa, sabiendo que para ello hay que trabajar duro.

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