I
La guerra anglo-estadounidense de 1812 es una de las guerras llevadas más a desgana en la Historia de la Humanidad. Estados Unidos, tras independizarse de Inglaterra, mantuvo relaciones tensas durante muchos años hasta que finalmente se convirtieron en grandes aliados.
Hacia 1812 los británicos llevaban muchos años de lucha contra la Francia de Napoleón. Fue una guerra muy dura que cualquiera podía ganar y entre las medidas tomadas por Inglaterra para ponerle peor las cosas a los franceses figuraba un bloqueo naval que impedía el comercio en el Atlántico. Especialmente con Estados Unidos.
Estados Unidos trataba de permanecer neutral, sin decantarse ni por uno ni por otro. Por un lado su situación económica era muy delicada tras la Guerra de Independencia. Por otro sentía pocas simpatías por uno y otro bando. Y el participar en la guerra no le albergaba ninguna esperanza de beneficio.
Pero claro, no puedes ser neutral si sólo comercias con un bando (el británico). Y puesto que Estados Unidos podía beneficiarse largamente si conseguía llevar suministros al ejército francés, el bloqueo británico no les hacía mucha gracia.
La situación era tensa, pero no daba para una guerra. Al final fue un detalle secundario: la conscripción, la que provocó la guerra.
II
Los británicos accedieron a la independencia de los americanos a regañadientes. Y por ello no entendían muy bien el concepto de ciudadanía americana, en los tiempos en que no había pasaportes. Para los británicos, un inglés era un inglés aquí y en Pekín. Así, si un londinense decidía probar fortuna en las américas, y tras muchos años obtenía la ciudadanía americana, a efectos legales seguía siendo británico ante los ojos del Rey de Inglaterra.
Esto en sí no tendría mayor interés si no fuera porque en aquella época la forma de obtener reclutas no era mediante anuncios sino casi por la fuerza, especialmente para la Marina. Esta forma agresiva de captar soldados, una especie de secuestro legal, para ejercer el trabajo de soldados (la temida conscripción) se aplicaba a menudo en alta mar. Un barco militar detenía a un carguero y arbitrariamente podía llevarse como recién nombrados soldados a los miembros de la tripulación que quisiera. Siempre y cuando fueran británicos.
Los americanos tenían muchas tensiones no resueltas con los ingleses por ello. Y es que era frecuente que también en barcos americanos se realizaran estas detenciones, a veces a personas que habían nacido incluso en los Estados Unidos.
III
Antes de iniciarse la Guerra de 1812, los británicos firmaron un tratado con el que se comprometían a detener las conscripciones de ciudadanos americanos. Sin embargo, no lo cumplieron en ningún momento y esto causó tal enfado en los americanos que declararon la guerra a Inglaterra.
No fue una guerra cruenta ni demasiado bárbara. Los británicos tenían problemas más importantes con Francia así que apenas si prestaron atención a los americanos. Los americanos no pensaban ni por asomo en lanzar barcos al Atlántico para luchar contra la todopoderosa Armada Británica. Así, todo se limitó a una especie de Guerra Americano-Canadiense. Por aquel entonces Canadá era territorio británico.
El comienzo de la guerra fue patético. Los británicos no podían mandar tropas a Canadá, así que adoptaron una actitud defensiva. Y los americanos no tenían ni idea de cómo luchar. Así que las operaciones invasoras del ejército de las barras y estrellas eran una derrota tras otra, hasta el punto de que los canadienses, que se limitaban a defender, acabaron conquistando la ciudad de Detroit y controlando toda la zona de los Grandes Lagos, casi sin querer.
La guerra tuvo muchos tira y afloja. Dos momentos para olvidar fueron el incendio de la ciudad de Toronto (entonces llamada York) por parte de los americanos. Y el incendio de Washington (Casa Blanca y Capitolio incluidos) por parte de los ingleses, como represalia.
Sirva esto como muestra de hasta qué punto los ingleses entraron hasta la cocina cuando, tras tener controlada la situación en Francia, pudieron mandar tropas a las costas de Estados Unidos.
La situación americana dio un giro favorable cuando consiguieron vencer en una importante batalla naval en los Grandes Lagos (las batallas navales no ocurren sólo en los mares) en que consiguieron recuperar el control militar de toda la zona, además de eliminar la presencia de belicosas tribus indias que operaban en esa región. Esto sirvió, junto con la victoria inglesa sobre la Francia de Napoleón, para apaciguar los ánimos. Sin la cuestión del bloqueo a Francia, la guerra entre americanos e ingleses carecía totalmente de sentido.
IV
El hecho singular de esta intrascendente guerra sucedería hacia su final. Ambos bandos sólo tenían motivos para firmar la paz. La crisis económica, las pérdidas humanas, los elevados impuestos, la necesidad de poner fin a una guerra (la napoleónica) que casi lleva al colapso británico, los americanos que ya no tenían nada por lo que luchar. Aunque como era de esperar, cada cual pretendía obtener algún beneficio, aunque sólo fuera por rellenar los libros de historia con su nombre como vencedor.
Las negociaciones de paz tuvieron lugar en Ghent, Bélgica, en la nochebuena de 1814. El resultado: status quo ante bellum, todo queda igual que al principio.
El caso es que en aquella época o bien no había Internet o las conexiones que existían eran mucho más lentas que las actuales. Pues resulta que la batalla más importante de la Guerra de 1812, la Batalla de Nueva Orleans, tendría lugar el 8 de enero de 1815, es decir, dos semanas después de ser firmada la paz.
Ambos bandos seguían luchando, desconocedores de las negociaciones que habían tenido lugar en Europa. Los británicos luchaban por invadir el territorio americano, en tres frentes distintos. La proyectada invasión de Nueva Orleans fue un fracaso que terminó con la victoria más clara de los americanos en toda la guerra. Si los británicos sufrieron a lo largo de toda la guerra 1.600 muertes y 3.679 heridos en combate, sólo en la batalla de Nueva Orleans recibieron 1.784 bajas, entre muertos y heridos.
La situación era demencial: ambos bandos continuaron luchando. Los ingleses vencidos se replegaron para intentar contraatacar en Mobile, Alabama ya entrado febrero del 1815. Hay que leer los periódicos.
La batalla de Nueva Orleans fue un final excelente para los americanos. En las negociaciones de Ghent casi habían tenido que mendigar recuperar al status quo ante bellum, pero tras una victoria tan importante, bien podrían aspirar a obtener algunos beneficios extra. El caso es que la paz ya llevaba varias semanas firmada y había que conformarse con el resultado.
Mientras todo esto ocurría, totalmente desinformados, numerosos barcos de guerra e incluso algunas tribus indias continuaban su batalla en una guerra terminada (los indios luchaban del lado británico), cuando habían transcurrido varios meses del final. El caso de los indios Sauk, de Michigan, que continuaron batallando hasta dos años después de la paz de Ghent, se considera más una rareza. Eso o que los indios ya lo hacían de forma independiente de sus supuestos aliados británicos.
La guerra de 1812 entre británicos y americanos demuestra los sinsentidos de todo conflicto militar. Todo quedó igual que al principio, pero más muertos, más heridos, más destrucción. Los Grandes Lagos cambiaron de mano un par de veces, las joyas arquitectónicas americanas de Toronto y Washington arrasadas por el fuego.
Fuentes: Todo está copiado de la Wikipedia, palabra por palabra.
Empezaría mirando el artículo de la Guerra de 1812. La parte de la conscripción no está muy bien explicada en la Wikipedia, va a ser que es leído de algún libro.